En septiembre, estos dos estudiantes reunieron a sus grupos de amigos para una previa en su casa. Se lo pasaron tan bien que se fue corriendo el rumor de que las suyas eran las fiestas más divertidas de la capital: «Empezamos siendo 25 y en la última contamos a 110 personas», explican. Ahora, buscan un local para poder albergar tranquilamente a todo el mundo que quiera unirse
C. N.