Rafa Benítez: «Un club no puede estar cambiando de conductor si no ajusta las piezas»

GRADA DE RÍO

Jorge García / M. Moralejo

El entrenador está convencido al «100 %» de la permanencia del Celta

08 mar 2024 . Actualizado a las 23:07 h.

Rafael Benítez Maudes (Madrid, 1960) está convencido de que llevará al Celta al puerto de la permanencia. Pese a la situación vivida, y asumiendo que todavía queda mucho que remar, considera que un club no puede estar cambiando continuamente de conductor si no ajusta las piezas del coche. Un símil que da pie para pensar en cambios estructurales para un futuro en el que considera imprescindible contar con la cantera, pero aumentando la competitividad para que lleguen más hechos al fútbol profesional. Ve en Marco Garcés, el director de fútbol, un hombre de sentido común, y admite que las cosas no salieron bien con la asesoría externa de Luís Campos.

—¿Cuál es su dictamen actual de la situación del Celta?

—No es bueno, pero tenemos un margen que se puede reducir en cualquier momento, por eso tenemos que seguir corriendo y tratar de tener un buen ritmo.

—¿Está siendo más difícil de lo esperado?

—Sí, porque los puntos que nos faltan, y que merecimos, en la primera vuelta nos darían tranquilidad y nos permitiría hacer lo mismo que estamos haciendo, pero con más credibilidad de cara al exterior.

—¿Pensó en tirar a toalla?

—No, yo creo en el proyecto 100 %. Insisto en que tenemos que construir y mi idea es hacerlo y hacerlo bien. Las decisiones que se están tomando van en la dirección adecuada y nos falta tener una situación un poco más cómoda a nivel deportivo para que todo aquello que tenemos proyectado para ahora y para el futuro se pueda desarrollar.

—¿Vigo es el sitio en donde más paciencia han tenido con usted?

—Cuando vengo, lo hago con una trayectoria, y cuando tú eres exitoso en varios sitios en distintos niveles, se supone que algo haces bien. No digo que sea el mejor entrenador del mundo, pero mis resultados están ahí y me avalan mi trabajo, mi metodología y los propios resultados en sí. En el fútbol, yo defiendo que hay tres modelos: el del millonario súper caprichoso que con dinero puede acercarse a ganar; el propietario que no quiere gastar y solo quiere beneficios económicos y el tercer modelo, que es el que me gusta, y un poco sería el modelo del Celta, donde tienen un plan de negocio, tienes que hacer las cosas bien porque no te sobra el dinero y, luego, tienes ambición en lo deportivo.

—¿Por dónde pasa ese proyecto?

—Por controlar la situación económica porque si no, no puedes sobrevivir y, a la vez, no renunciar a conseguir cosas en lo deportivo. En ese modelo, tienes que acertar en todos los fichajes y vas a tener que vender futbolistas, que suelen ser los buenos, porque los otros no tienen valor en el mercado. Yo ya sé lo que es trabajar con la cantera, a mí me encanta y sé que es imprescindible para que el proyecto funcione, porque tienes que sacar jugadores con el sentimiento de pertenencia, pero tienen que crecer con jugadores de más experiencia y al lado de la columna vertebral. Soy un defensor de la cantera, porque te abarata en la cuestión económica y te permite fichar al extranjero que marca la diferencia. Ahora, la prioridad es que el primer equipo se salve y, al mismo tiempo, ir creando la estructura para que, el año que viene, el equipo pueda crecer de verdad.

Tomando como ejemplo la jornada pasada, ¿no es antagónico un club de cantera sin canteranos?

—Todos los equipos que están de la mitad hacia abajo tienen que sobrevivir con la cantera, es fundamental, pero hay momentos. A veces tienes que competir para ganar estando en una situación que no te permite darle minutos. Luego, los chavales tienen que demostrar, no es solo una cuestión de números. En ningún equipo me han preguntado si había canteranos o no en el once, sino si son buenos futbolistas, si son competitivos y te van a permitir ganar. En ocasiones, si pones a chavales antes de tiempo, en situaciones extremas, a lo mejor te los estás cargando. Y que no suene a excusa, sino que es fruto de la experiencia.

—¿Qué le falta al equipo para ser fiable?

—Yo hablo mucho de equilibrio y eso es en todo: en la toma de decisiones, en la alineación, el sistema y, en nuestro caso, en el juego. Nosotros tenemos que meter más goles y encajar menos y eso pasa por que el equipo esté equilibrado, que los jugadores sepan lo que tienen que hacer, que en el campo den la cara, y la están dando. Debemos tener más oficio en defensa.

—Teniendo el cuenta el límite salarial y la clasificación, ¿está sobrevalorada la plantilla?

—El control salarial es complicado. Vuelvo al origen: partimos de una situación en la que cambian el presidente y el director general, hay un director técnico externo, cambias de entrenador y vuelve a cambiar el director técnico. Hay muchas situaciones de cambio que hacen que la valoración que hagamos sea muy relativa. Es muy fácil decir que la culpa es de los otros. Nosotros tenemos responsabilidad y hay que intentar sacar rendimiento a lo que tenemos, pero es cierto que partimos de una situación en que nosotros no pusimos los salarios, no hicimos una serie de adquisiciones, sino que llegamos con jugadores que iban saliendo. Ahora, en una situación económica que la marca el control financiero, vas confeccionando una plantilla cada vez mejor, por eso soy optimista de cara al futuro. Se están haciendo las cosas bien para maximizar lo que tenemos.

—¿Está descompensada la plantilla?

—Estuvo más descompensada antes del mercado de invierno. Teníamos una serie de posiciones que se nos quedaban en el aire, no pudimos hacer cosas que se nos quedaron pendientes, pero en enero lo pudimos hacer. Ahora tenemos más equilibrio con Jailson, Tadeo y Manquillo.

—¿Qué debe hacer el Celta para crecer?

—Necesitas que la estructura esté bastante clara, sacar chavales de la cantera, aumentar el nivel de competitividad de los chavales para que lleguen al primer equipo para aportar. Eso ayuda desde el punto de vista financiero y, luego, tienes que tener un espectro de jugadores a los que por características quieras acceder, acertar en tres de cada cuatro y hacerlo en dos años o tres años consecutivos; para eso necesitas una estructura y un proyecto. Un equipo no puede estar cambiando continuamente el conductor del coche si no ajusta las piezas o la cilindrada. Necesitamos futbolistas con experiencia que nos permitan competir y que hagan crecer a los chavales de abajo.

«Marián Mouriño es inteligente, dialogante y trabaja en equipo»

El entrenador elogia la figura de Marián Mouriño, de la que destaca la capacidad de dialogo.

—¿Cómo ve a Marián Mouriño como presidenta?

—Ella hereda una situación que tiene que manejar y creo que lo está haciendo bien. Está cambiando una serie de cosas, estructurando todo y pensando en el corto plazo y en el futuro, que le preocupan mucho, pero sabe que tenemos que estructurar y cuidar bien las cosas a corto plazo. Es dialogante, es inteligente, trabaja en equipo. Tiene muchas cosas positivas.

—¿Por dónde pasa el futuro?

—Primero, hay que salvar la categoría y, una vez que tengamos eso, valorar bien la adquisición y la salida de jugadores en función de unos perfiles definidos, tener clara las ideas y, luego, estar abiertos a cualquier oportunidad de mercado.

«Viendo los números y las características, somos un equipo de contragolpe»

El estilo de juego ha sido otro de los grandes debates del celtismo en los últimos tiempos. El entrenador se pregunta qué significa jugar bien y en el Celta considera el contragolpe la idea que mejor se adapta a las características de los jugadores.

—¿Para usted qué es el estilo?

—La gente confunde sistemas con estilo de juego. ¿Qué significa jugar bien? El Liverpool juega con presión alto y el City, tocando. ¿Qué prefieres? Yo lo que prefiero es ganar y, dependiendo de los jugadores que tengo, elijo una manera de jugar.

—Con lo que tiene, ¿piensa que el Celta debe ser un equipo de contragolpe?

—Viendo los números, las características de nuestros jugadores y los goles, está claro que somos un equipo de contragolpe.

—¿Le da alguna lectura a haber vencido por primera vez un partido ganando la posesión?

—La posesión es un gran engaño. La posesión tiene que tener un objetivo, no se trata de mover el balón de un lado a otro, sino que debe tener un sentido, que es hacer gol. Los equipos que suelen tener mucho balón son los que se han gastado 2.000 millones en fichajes.

—¿Ve al Celta para la presión alta?

—En fases, sí, pero no somos un equipo de estar allí permanentemente ni somos un equipo de estar bajo. La dificultad es achicar y salir, y eso lo trabajamos permanentemente, otra cosa es que tengamos los mimbres para poder hacerlo y que nos salga. Los partidos ante el Osasuna y el Barcelona fuera de casa son referencias, porque los automatismos nos salieron muy bien.

—¿Cree en la defensa de cinco?

—Yo siempre he sido de 4-2-3-1, pero cuando juegas a cinco, si interpretas bien, puedes tener tus ventajas dependiendo de las características de tus jugadores y del nivel que tengan. También depende de lo que tengas delante, lo de medio campo y lo de arriba en función de la agresividad con la que cuentes. A mí me gusta más un 3-4-3 que un 5-4-1, pero eso te lo va a dictar, muchas veces, el rival.

—¿Por qué les cuesta defender?

—La defensa de las acciones a balón parado es de mucho trabajo y la defensa del juego abierto ya tiene una serie de condicionantes que son difíciles de controlar.

«Garcés es una personal normal, escucha y aplica el sentido común»

No esconde Rafa Benítez que el cambio de modelo en la dirección deportiva le convence por completo, considera que Garcés es un hombre que hace las cosas con sentido común y apunta que se necesita mayor competitividad en la cantera.

—¿El modelo de secretaria técnica externa fue un problema?

—El que pone mi nombre encima de la mesa es Luís Campos y le tengo que estar agradecido; a partir de ahí, el funcionamiento era el que era y los condiciones del control son los que son. Debemos pensar que aquello no salió todo lo bien que deseamos.

—Últimamente, habla usted de que se están haciendo cosas para mejorar el club, ¿qué cosas?

—Ahora veo a los observadores, charlo mucho con ellos. Esa parte se ha trabajado y creo que, a nivel institucional, el club está haciendo bastante cosas. El otro día, Marco Garcés tenía la inquietud de coger a los chavales de la cantera y tenerlos juntos en una sesión de entrenamiento, que preparó Álex Andújar, y ese tipo de cosas hacen que los chavales se sientan vistos y valorados y que la gente que trabaja en el club se sienta partícipe. Esas iniciativas ayudan a nivel entorno. Se van ajustando aspectos que para el futuro van a ser positivas.

—¿Le gusta el modelo de Garcés?

—Es que yo creo que Marco es una persona normal. Ya había tenido directores deportivos que tienen esa manera de trabajar. Es alguien que escucha y hace sus valoraciones con sentido común y eso tiene que ayudar.

«No tenemos que ir a Madrid con la idea de no encajar, sino de marcar»

Benítez regresa el domingo al Bernabéu por primera vez desde que fue cesado por Florentino Pérez. El entrenador pasa de largo del tema, centrándose en el presente, pero indicando también que en algunos clubes no hay paciencia.

—¿Cómo toma esta doble salida a Madrid y Sevilla?

—Será un reto. Las estadísticas en el Bernabéu no son buenas para casi nadie, no solo para el Celta, y lo que debemos hacer es maximizar lo que puedas hacer en defensa para luego aprovechar en ataque. Les dije a los jugadores que no tenemos que ir allí con la idea de no encajar, sino de marcar. No va a ser fácil pero tenemos que buscar el equilibrio.

—Es la primera vez que vuelve desde su salida, ¿es especial?

—Soy bastante práctico, a mí me gusta ir a cualquier estadio y disfrutar de que mi equipo lo haga bien; si es en el Bernabéu, más, por la trascendencia que puede tener a nivel social.

—¿Para usted qué significa el Real Madrid?

—Yo, con 13 años, estaba jugando en las categorías inferiores, estuve hasta los 20; luego, la lesión; después, cedido; volví con 26 de entrenador y estuve otros quince. Yo he crecido con la idea de que ser segundo no vale para nada, que hay que ser primero y competitivo y con la idea de que los mejores continúan y los otros dejan paso. Mi educación ha sido la de ser competitivo en todo.

—¿Tiene la impresión que no fue profeta en su casa?

—En categorías inferiores, lo hicimos muy bien, con títulos; en el Castilla, lo hicimos bien. En la parte final, cuando vuelvo después de muchos años y de triunfar en muchos países, y después de aceptar la oferta del Madrid a la cuarta, parecía el momento. No gastamos mucho, era una situación especial, y aun así, no estábamos mal, pero la paciencia en algunos equipos se agota antes. Yo creo que hicimos las cosas bastante bien, con el equipo en una situación en la que podía aspirar a todo. En el fútbol, lo más fácil es apuntar al entrenador.

—¿Por dónde pasan las opciones de puntuar en el Bernabéu?

—Por defender bien y ser capaces de contraatacar y salir con la precisión con la que lo hicimos en otros estadios. Es el más difícil, porque el Madrid está arriba por méritos propios, pero podemos hacerlo si vamos con la mentalidad de intentar ganar.

—¿Le preocupa la locura arbitral que llega desde Madrid?

—El tema arbitral lo he vivido en muchos equipos y desde diferentes prismas y me sorprende que la cosa siga dando vueltas, pero nosotros tenemos que centrarnos en lo nuestro y que se imparta justicia.

—¿Cómo definía a Ancelotti como técnico?

—Es un entrenador que saca rendimiento a sus equipos y cuya mejor virtud es que es una personal normal.

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«Cuando ajuste un par de cosas, Larsen tiene todo el potencial para ir a la Premier League»

El entrenador destaca el buen momento y el papel de Iago Aspas y no esconde que el futuro de Larsen, al que ve muy mejorado, puede estar en la Premier.

—¿El equipo echó de menos los goles de Aspas?

—Iago es un jugador fundamental para nosotros en la finalización y en el último tercio, pero si a un equipo como el nuestro, que generaba, le faltaban esos goles, se acusaban en forma de puntos. Que Iago pueda ver portería y en esa parte final pueda dejarse ver nos tiene que ayudar muchísimo de cara a la parte final.

—¿Está ahora a su mejor nivel?

—Está bien, pero no ha estado tan mal cuando no metía gol ni tan bien cuando lo mete. Para mí, tuvo la desgracia de fallar esos dos penaltis y alguna situación que tuvo al principio, pero lo ves y sigue mostrando calidad. Lo que tenemos es que encontrar la manera de sacar lo máximo de él y que el equipo se aproveche de su calidad.

—¿Cómo definiría a Larsen?

—Creo que es un jugador que tiene bastante constancia y que lo está adornando cada vez con detalles de calidad y de futbolista importante. Tiene aspectos en el juego que tiene que mejorar, y él lo sabe. Es muy trabajador. Ha mejorado en la finalización y en el entendimiento de lo que tiene que hacer dependiendo de sus compañeros y de los rivales. Está en fase de crecimiento, pero es joven y tiene muchas ganas.

—¿Puede ser carne de Premier en un futuro?

—Creo que sí. Cuando ajuste un par de cositas, tiene todo el potencial para ir a la Premier.

—¿El fútbol camina hacia jugadores grandotes?

—El fútbol camina hacia jugadores de calidad. Lo más difícil y lo más importante es lo que yo llamo la inteligencia táctica, el saber interpretar lo que pasa en el campo.