El técnico se decantó por Jailson como central junto a Unai Núñez y Carlos Domínguez
14 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El Celta no utilizaba de defensa de cinco desde el 2 de octubre pasado en Las Palmas. Han pasado tres meses, y durante este tiempo, el conjunto vigués siempre apostó por un 4-4-2, el sistema predilecto de Rafa Benítez. Además, todo apunta que el 5-3-2 de Son Moix fue algo coyuntural por la manera de jugar del Mallorca y la lógica invita a pensar que los vigueses volverán a su sistema matriz en los próximos partidos.
Curiosamente, la apuesta por tres centrales llega en un momento en que el Celta solo tiene a dos disponibles, Unai Núñez y Carlos Domínguez -con Carl Starfelt y Joseph Aidoo lesionados-, adaptando a Jailson a esa posición. Hasta la fecha, los dos partidos del brasileño han sido en la demarcación defensiva y no como mediocentro, posición que en teoría era la que venía a ocupar en el conjunto vigués.
La defensa de cinco minimizó el balón parado y los centros laterales del Mallorca. En total, el cuadro balear botó diez córneres y en ninguno de ellos hizo diana. Del mismo modo, realizó 27 centros a lo largo del partido, y aun con sufrimiento, los célticos fueron capaces de devolverlos todos. El gol local llegó en un balón largo a la espalda de la defensa mal defendido por el cuadro celeste.
La apuesta defensiva, por el contrario, hizo que el Celta apenas tuviera presencia en ataque: dos tiros entre los tres palos en 90 minutos, que fueron el gol de Aspas y el disparo postrero de Tasos Douvikas. Y pese al entramado defensivo, el Mallorca fue capaz de disparar a puerta en seis ocasiones (17 en total). El Celta tampoco ganó los duelos aéreos (30-27) ni la posesión, disfrutando el Mallorca del balón un 56,3 % del tiempo.
