El Celta, ante el momento de medir la recuperación

X.R.C. VIGO

GRADA DE RÍO

MAYKA SALGUERO - LOF

Los vigueses afrontan un duelo crucial para la permanencia en Mallorca avalado con una serie de una derrota en ocho partidos y fuera del descenso

13 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La estadística dice que el Celta solo ha perdido un partido de los últimos ocho disputados, aunque dos de ellos de Copa ante rivales de inferior categoría. En total la secuencia habla de cuatro triunfos (Granada y Betis en liga y Sestao y Amorebieta en el torneo del ko), tres empates (Valencia, Cádiz y Rayo Vallecano) y la derrota de Villarreal. Estos números le han dado aire a un Celta que por primera vez en once jornadas afrontará un partido fuera de la zona de descenso, pero la contienda de Son Moix ante el Mallorca se presenta como una reválida y una final.

La visita a la tropa de Javier Aguirre es una reválida porque el cuadro de Rafa Benítez tiene el reto de ratificar su recuperación ante un rival directo, en un feudo que le ha sido hostil desde el cambio de siglo y porque el Mallorca es un equipo tan fiable como insistente en casa. La cita es una final porque el Celta tiene la ocasión de superar a un adversario de su liga y de equilibrar, en caso de victoria por la mínima, al único equipo del pelotón de los torpes que le ganó en la primera vuelta (el único triunfo del Mallorca a domicilio hasta ahora). Sumar tres puntos significaría acelerar el paso en ese maratón del que tanto habla el técnico vigués.

 

«Hemos dado un pasito en la dirección adecuada y tenemos que seguir, hay que cuidar los detalles para equivocarnos lo menos posible», comentó Benítez del momento de los celestes. Del mismo modo que los resultados más recientes del conjunto vigués invitan a la esperanza, hay que tener en cuenta que los celestes no ganan a domicilio en liga desde el pasado 1 de septiembre, en Almería. Su bagaje como visitante es de seis puntos, uno de los seis más bajos del campeonato.

Además, no se puede olvidar la solidez de los bermellones como locales. Los de Palma no pierden ante su público desde agosto cuando el Villarreal se llevó los puntos. Por Son Moix ya pasaron equipos de la zona roja Sevilla, Alavés y Cádiz y ninguno de ellos se marchó de la isla con los tres puntos. Además, en los mismos ocho partidos de la secuencia actual del Celta, el Mallorca solo cayó en una ocasión y fue por la mínima en el Bernabéu. De hecho, clava los números célticos. Por encima, a los vigueses les espera una caldera con 26.000 personas reinaugurando el recinto de Son Moix en un día lleno de fiesta y actividades y marcado en rojo en el calendario balear.

Frente a todo esto Benítez dará continuidad a un once muy reconocible, seguramente idéntico al que inicio el partido ante el Betis, con Carlos Domínguez en el centro de la defensa y con Tapia y Beltrán ejerciendo en el doble pivote defensivo y con Carles y Luca de la Torre en las bandas. El flanco izquierdo es la gran incógnita y el técnico no quiso dar pistas: «Hay tres o cuatro alternativas. Lo bueno es que viene Ristic, entra en la lista y eso nos da una alternativa si hay que tomar alguna decisión», se limitó a indicar. Jailson, el fichaje invernal que jugó los 90 minutos en la Copa, tiene que seguir acelerando en su puesta a punto.