La última entrevista de Luis Suárez en La Voz: «Nunca olvidaré el día que debuté en el Deportivo»

Pedro José Barreiros Pereira
Pedro Barreiros REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Álvaro Ballesteros

El mito del fútbol mundial ha fallecido a los 88 años. El coruñés hizo historia en el Deportivo de La Coruña, Barcelona, Inter de Milan y la selección

09 jul 2023 . Actualizado a las 17:35 h.

Luis Suárez ha fallecido a los 88 años. El mito del fútbol desgranó su vida en múltiples entrevistas en La Voz de Galicia. Todas con miga. A través del periódico, donde vio un anuncio para jugar en el Deportivo, comenzó su exitosa carrera de leyenda. A continuación se reproduce íntegra su última entrevista con La Voz de Galicia, en la primavera del 2022:

A los 87 años, y nada menos que 61 después de su fichaje para hacer historia en el Inter, el inconfundible acento delata que Luis Suárez Miramontes sigue siendo un coruñés de Monte Alto en Milán. El ganador del Balón de Oro en 1960, único español hasta que Alexia Putellas recibió el galardón en el 2021, se mantiene tan lúcido como un juvenil y, añade, «físicamente bien, con las cosas de la edad».

—¿Qué le ha parecido la decisión de Mbappé de seguir en el PSG?

—Al final lo que ocurrió es que al chaval lo han convencido para quedarse en Francia. Si yo hubiera estado en su lugar, hubiera hecho lo mismo. Porque si hubiera ido al Madrid, el Madrid ha ganado y va a seguir ganando con o sin él. No iba a hacer nada del otro mundo. Si, en cambio, consigue meter al París Saint Germain en la élite y hacerle ganar este tipo de competiciones, se va a convertir en el rey de Francia. Pero en el Madrid iba a ser normal, uno más en su historia y no iba a realizar ninguna hazaña que el Madrid no haya hecho antes. En el PSG cualquier cosa que haga va a ser todo nuevo y todo gracias y mérito para él al 90 %.

—¿Lo ve con la capacidad para marcar un antes y un después tan ambicioso?

—Es natural pensar que para caminar por estos niveles no basta con un solo jugador. Tiene que tener un entorno como se debe. Pero él dispone de la posibilidad de hacer algo grande en el equipo y en su nación. Cosa que en Madrid iba a seguir una tradición de años y años. O sea, que le hubieran dado un mérito relativo. Mientras que si lo consigue en París, va a tener un mérito impresionante. Y como tampoco iba a ser cuestión de dinero ni por un lado ni por el otro... El tema estaba en elegir la situación. Pero si yo hubiera estado en su lugar, no habría tenido dudas. Me pagáis, me hacéis un buen entorno y vamos a ver si hacemos algo importante para el PSG en el ámbito europeo o mundial.

—¿La decisión de Mbappé se pareció a la que tomó usted cuando se fue del Barça?

—Sí, es un poco lo que me ocurrió a mí. Cuando yo me fui del Barcelona al Inter, el Inter ganaba algún campeonato de vez en cuando, pero no lo conocía ni el apuntador en el concierto europeo. Y yo vine y lo que me contaba Helenio Herrera de que iba a convertirse en un gran equipo se realizó. Eso para mí fue maravilloso, y por eso el recuerdo que hay aquí en Italia conmigo es maravilloso, y a él le puede pasar en su tierra.

—¿A Haaland lo ve al mismo nivel?

—No, para mí es mejor jugador Mbappé. Haaland es buenísimo, pero no me da la sensación del fuera de la norma. Ha sido un buen goleador en la Bundesliga, pero vamos a ver ahora, porque le van a exigir dar otro salto. El último escalón es el que define a los grandes jugadores.

—¿Cuánto ha perdido la Liga española con las marchas de Messi y Cristiano, y sin la llegada de Mbappé o Haaland?

—Un poquito sí, porque esos dos fueron grandes referencias durante muchos años en Europa y el mundo. Pero el gran problema es que no hay la abundancia que había antes de jugadores de nivel. Ahora solo oyes hablar de Mbappé y Haaland, no hay otros como ellos, si no aparece un chavalito así. Son los dos que hay. Si no, sería jauja. Dirían los clubes: «No voy a por Haaland ni Mbappé, voy a por Pepiño, que está en no sé dónde». Pero todos se pelean por los mismos. Y los árabes, que están locos por ganar, venden barriles de petróleo y van a por quien sea, pero si no lo hay… Aún así no es fácil hacer un equipo que diga: «Aquí estoy yo, puedo ganar todas las competiciones en las que participo».

«Benzema ha estado maravilloso, se merece lo que le den»

Suárez analiza cómo ganó el Real Madrid una nueva edición de la Champions.

—¿Cómo habría cambiado su vida si Bernabéu le hace caso a Emilio Rey, presidente de La Voz de Galicia, y usted hubiera acabado en el Madrid?

—Pues a lo mejor me hubiera ido mejor. No lo sé. Yo estoy contento. En aquel momento fue así, y se ve que el destino quería que fuese de esta manera. Estoy orgulloso de mi trayectoria. Luego, que la hubiera hecho en el Madrid o en el Barcelona, pues es lo de menos.

—¿Qué le pareció el triunfo del Madrid en la Champions?

—Fue una media sorpresa, porque, tal y como la había empezado, no parecía que le fuese a dar para llegar a levantar el título. Pero fueron mejorando y tienen un grupo de jugadores con mucha experiencia para este tipo de partidos: todo el centro del campo y Benzema, que ha estado maravilloso. Y sin olvidarse del portero, que hizo partidos muy buenos.

—¿Se merece Benzema el Balón de Oro?

—Se merece lo que le den. Ha sido el mejor de la temporada.

—¿En que se basó su decimocuarta Copa de Europa?

—Poco a poco fueron mejorando y, luego, ya fueron competitivos. Ser competitivos con la experiencia que tiene el Madrid en este tipo de partidos, fue decisivo. Yo creo que en la final el Liverpool creyó que iba a ser pan comido y se equivocó. Nunca al Madrid hay que darle por muerto en un partido de fútbol, pero más en estas circunstancias.

—Dicen que Modric se parece a como usted jugaba.

—Sí, es un poco más pequeñito (se ríe). Juega muy bien, es muy inteligente.

«A Xavi o al que sea antes de nada hay que darle un equipo»

El coruñés dejó A Coruña para vestir durante seis temporadas la camiseta del Barcelona, donde es una voz autorizada.

—¿Qué opina del Barça actual?

—No sabemos bien adónde va a llegar. Tiene buenos jugadorcitos, jugadores muy interesantes, de mucha proyección, pero después hay que esperar para ver hasta dónde puede llegar este equipo si sigue el mismo equipo, si no cambia nada, porque quizá tenga que vender a algunos. Y, cuando hay este grupo de futbolistas, si, además, cuentas en el equipo con un buen armazón, esos dos o tres que había tenido en la época anterior cuando empezaron Messi, Xavi o Iniesta, me refiero a Deco, Ronaldinho o Eto'o, ahí puedes meter a todos estos chavales, que tienen muy buena pinta. Pero ahora la situación es distinta, porque son los propios jóvenes los que tienen que dar el do de pecho. Y no todos van a cumplir las expectativas actuales. Como ocurre siempre, uno tira para arriba, otro menos, otro tarda más… Pero en el Barça no se trata de ir a jugar o a competir, es ir a ganar. Hacía falta una transición como aquella, pero es que entonces había un grupo de extranjeros muy bueno.

—¿Qué le parece Xavi?

—Bien, es un chaval que conoce la casa, que sabe cómo moverse en ese ambiente. En eso está aventajado. Lo van a esperar mucho más de lo que esperaron a Koeman. Pero con esto solo no basta, porque necesita un equipo. Y los entrenadores no ganan los partidos. Los entrenadores tienen que hacer un trabajo bien hecho, pero luego son los jugadores. Como entrenador, te sientas en el banquillo, ¿y qué haces? Hasta cuando quieres intervenir en el partido no te escuchan. Le quieres decir algo al del otro lado de la banda y no se entera. Cuando intervienes es en el descanso, y a veces llegas a tiempo y otras no. Pero, sobre todo, a Xavi o al que sea antes de nada hay que darle un equipo. Si es un equipo para andar por casa, ya lo tienen. Pero si quieren ganar en España y en Europa, no sé si es suficiente con lo que tienen ahora.

—¿Será Ansu Fati la referencia culé de los últimos años?

—Sí, Ansu Fati, fenómeno. Pero tienen que ser también los otros. Y son importantes los jugadores de experiencia, que en otras épocas han estado para guiar a estos jóvenes al principio. Después, el joven, si funciona, te come, pero en ciertos momentos que las cosas no van bien, los veteranos dicen: «Calma, que aquí estoy yo, venga, vamos para delante». Y esos no sé si ahora el Barcelona los tiene.

—Se habla de Lewandovski.

—Es un chaval que la mete para dentro. Deshacer un equipo es muy fácil, lo puedes deshacer en dos días, pero hacerlo cuesta mucho tiempo y dinero. Las ideas no juegan, no viajan. Luego, no tienes quién las pueda realizar. Y aquí estamos hablando de realizarlas a alto nivel, no para andar por casa. Y para andar desde mañana mismo. Y si gana el vecino de enfrente, eso te obliga a acelerar y entran las prisas. La rivalidad es tremenda, porque, en el momento que lo dices, todo el mundo acepta que hay que tener paciencia. Pero, después, empieza la competición y a la gente se le olvida todo, solo piensa en ganar, no quiere promesas ni cachondeos.

Pinto & Chinto

«Deseo lo mejor para el Deportivo y la ciudad en el ‘play off'»

Luis Suárez inició su carrera en el Deportivo, con el que, recuerda como si fuera ayer, llegó a debutar en un partido contra el Barcelona. Como culé ganó dos Ligas, dos Copas y dos Copas de Ferias (la antigua Liga Europa). Allí también levantó el Balón de Oro de 1960 en una modesta ceremonia en el Camp Nou, antes de dar el salto al Inter de Milán, donde conquistó, entre otros títulos, las Copas de Europa de 1964 y 1965. Como entrenador, debutó en los banquillos en 1978 al frente de un Deportivo que jugaba en Segunda.

—¿Qué siente al ver al Dépor en la tercera categoría?

—Después de tantos años era impensable para cualquier coruñés que ocurriera esto. Pero ha pasado, es momento de analizar por qué y esperar que vuelva al lugar que le corresponde.

—¿Ha visto algún partido?

—No, porque aquí no lo puedo ver. Tampoco conozco a ningún jugador ni al entrenador.

—Si sube, ¿volverá a Riazor?

—Claro, eso ya es distinto, pero en tercera... no sé cómo se ha dejado ir tanto. Lo importante es que suba, luego ya encontraremos solución. Solo faltaría.

—¿Cuánto hace que no va a Riazor?

—Hace bastante. Ya antes del covid hacía tiempo que no iba. Dos o tres años por lo menos.

—¿Cuál es su primer recuerdo con la blanquiazul?

—Nunca olvidaré el día que debuté. Debutar en el primer equipo era por lo que había luchado de chavalito. Meterme en el equipo y jugar el primer partido, que, además, fue contra el Barcelona en Les Corts, en el campo viejo, es de las cosas más importantes que me han pasado en la vida. Estaba haciendo realidad un sueño que yo tenía desde pequeño, y fue algo muy importante para mí.

—Un mensaje de ánimo para el equipo de cara a este play off.

—Que luchen, que peleen y que suban para arriba como sea. Después, en Segunda, ya es mucho más fácil formar un equipo apañado y meterte de nuevo en la élite. Le deseo mucha suerte al Deportivo. Consejo no le voy a dar, porque ni al equipo ni al entrenador los conozco. Es muy difícil para mí decirles algo. Solo deseo lo mejor para el equipo y la ciudad en el play off. A Coruña está acostumbrada y siempre ha tenido grandes equipos de fútbol y grandes jugadores gallegos y no gallegos. Es una pena que eso no lo paseemos otra vez por España y Europa… Y estar aguantando al Celtiña tantos años ahí por encima… No está bien (se ríe).

—En el fútbol español está despuntando Nico González.

—Sí, lo conozco, es el hijo de Fran. Tiene buenas cosas. Es al que le está costando un poco más entrar de ese grupito de nuevos chavales del Barça. Oigo a veces comentarios de que su posición natural sería la de Busquets. A él lo están haciendo jugar por otras zonas, y él, aparte de la juventud y de empezar a jugar en el Barcelona, que nunca es fácil, a lo mejor también acusa ese cambio de posición. Pero tiene buenas condiciones. Cuando vas a los equipos de nivel hay siempre competencia, momentos buenos y malos, pero hay que luchar y tener carácter, trabajar duro sin quejarse. Y ahora tienen una gran facilidad los jugadores jóvenes, que es que puedes hacer cinco cambios, casi medio equipo, carallo. En la época del catapún, la mía, decían los once que jugaban, y los demás se iban a la grada a ver el partido, que ya sabías que no ibas a jugar. Ahora no. Hay lesiones, o situaciones en que uno sale por otro, y eso ayuda mucho a entrar en los equipos, a hacerse ver y conocer. Antes era mucho más difícil.

«España está entre las cuatro primeras selecciones»

El exfutbolista, que dirigió a España en el Mundial de 1990, habla de cómo llega la selección a la cita de Catar del próximo otoño.

—¿Qué papel va a jugar?

—Va a ser bueno, seguro. Lo que pasa es que tiene un equipo muy joven, y los Mundiales son muy exigentes. Pero no es que haya otros equipos que den la sensación de ser muy superiores. España está entre las cuatro primeras selecciones tranquilamente.

—¿Le gusta Luis Enrique?

—Hay gente que lo quiere y gente que lo odia, pero cuando los equipos no ganan al que hay que culpar es al jugador, no al entrenador. No he visto a ningún entrenador que te diga: «Juega mal». Cada uno te da sus consignas, elige a Pepe en vez de a Juan, porque le gusta más, pero, una vez nombra a los once, ya le toca al jugador. Y lo que pasa en el campo depende exclusivamente de los jugadores. Un buen entrenador no hace daño, no hace desastres, pero milagros tampoco.

—¿El paradigma de ese entrenador que comenta es Ancelotti?

—Si hubiera sido otro, hubiera aprovechado y estaría largando todo el día por ahí. Diría que fue él el que lo ganó todo. Pero no, como sabe perfectamente lo que hay y es honesto, y una persona excelente, no se lleva las medallas que no le pertenecen. Se lleva la suya, pero no las de los demás.