Los desmarques de ruptura a la espalda, la fisura en el muro del Racing

Elba de la Barrera Agulló
Elba de la Barrera FERROL / LA VOZ

OPA RACING

Indicaciones de Cantero tras encajar en contra en Cornellà.
Indicaciones de Cantero tras encajar en contra en Cornellà. PACO LARGO

Los ferrolanos, con doce goles en contra, son de los equipos que menos disparos en contra reciben de la categoría y sufren más en las acciones a campo abierto

27 oct 2023 . Actualizado a las 20:18 h.

Doce dianas en contra en doce partidos frente a once favorables es el balance actual que se desprende del examen al que se enfrentan semanalmente los de Cristóbal Parralo en ambas áreas. Unas cifras que mantienen a los ferrolanos en la mitad de la tabla, a tan solo cinco puntos de los puestos de promoción de ascenso. Con cuatro porterías a cero, la zaga de la escuadra verde continúa erigiéndose como un muro difícil de franquear también en la categoría de plata.

Los datos revelan que el Racing está entre los equipos que menos disparos en contra reciben en Segunda. Concretamente, la escuadra verde rebaja en un punto el promedio por partido de toda la categoría. Una seguridad en las posiciones de retaguardia que se traduce en la aparición de David Castro y Jon García entre los jugadores más recuperadores o de Jesús Bernal como uno de los líderes en interceptaciones. No obstante, las doce dianas encajadas por el combinado ferrolano hasta la fecha evidencian que existen fisuras en el muro que protege la meta custodiada por Ander Cantero y que, a lo largo de estos más de dos meses de competición oficial, han sabido encontrar algunos de los rivales de los de Cristóbal. Precisamente a este respecto se pronunciaba Fernando Estévez, técnico del Eldense, cuyo equipo consiguió aprovechar un error en la salida del balón del Racing para sumar un punto en A Malata.

Sobre la profundidad que aportan Carlos Vicente y Héber por banda y que costó el gol en contra a los suyos determinaba el entrenador de Elda que es la principal fortaleza del Racing, aunque apuntaba también a que ese juego se convierte, a veces, en una debilidad.

Extremos descolgados

«Se quedaban un poquito descolgados los extremos y hemos sabido llegar por fuera y tener bastantes acercamientos como para generar bastante incertidumbre», analizaba Estévez.

Satisfecho en líneas generales con el trabajo defensivo del equipo, no duda Cristóbal en catalogar de «evitables» algunos de los goles encajados por el Racing. Dejando a un lado el error ante el Eldense, derivado de la apuesta del técnico por salir con el balón jugado desde atrás y que forma parte del ADN del equipo, el entrenador se ha mostrado autocrítico ante esas brechas que cuestan puntos.

«El gol que hemos recibido no podemos encajarlo. Esa ayuda por dentro no ha existido», valoraba sobre la diana anotada por Dani Gómez en la derrota ante el Levante. Una acción de juego directo, con un pase largo desde el campo de los locales, en el que Julián Delmás no acierta a encimar al ariete levantino junto a Jon García.

Pases filtrados como patrón

Una pauta que se repitió en Cornellà en los dos últimos tantos que celebró el Espanyol. Con el atenuante de jugar en inferioridad numérica, no acertaron los de Cristóbal a protegerse de un pase filtrado a Pere Milla, que seguido desde la distancia por Carlos Vicente, logra batir a Cantero. Mismo guion en el 3-0 definitivo de Braithwaite, que recibe entre los dos centrales, y logra efectuar un disparo cruzado por la derecha para perforar la red ferrolana.

Un pase al espacio de Ontiveros que ataca Carlos Romero para colgar un balón al segundo palo a Forés en 1-2 del Villarreal B en A Malata y el envío al hueco desde el medio del campo a Stoichkov en Ipurua para que el Eibar abriese la lata evidencian que es en la batalla a campo abierto, cuando hay metros para correr a la espalda de la defensa cuando los rivales logran abrir esos boquetes en las posiciones más retrasadas.

En definitiva, cinco de los doce tantos recibidos por los de Cristóbal tienen ciertos paralelismos. Acciones en las que los pequeños detalles a los que apela siempre el míster jugaron en contra de los suyos. Todos ellos evitables, a base de ayudas y automatismos en los movimientos de repliegue que, a tenor de lo vivido, pueden marcar diferencias.