Sílvia Orriols, la rival que puede ser clave para Junts

Xavier Gual BARCELONA / E. LA VOZ

ESPAÑA

 La alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols.
La alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols. David Borrat | EFE

La dirigente de la ultraderecha independentista tiende la mano a Puigdemont pero con dos condiciones: una nueva declaración unilateral de secesión y el control «estricto» de la inmigración

28 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La candidata de Aliança Catalana por Gerona a las elecciones al Parlamento de Cataluña, Sílvia Orriols, ha tendido su mano a Carles Puigdemont en el caso de que el expresidente catalán precise de su apoyo para una eventual investidura. Lo haría con dos condiciones previas, que la alcaldesa de Ripoll considera irrenunciables: una nueva declaración unilateral de independencia y el control «estricto» de la inmigración. «Con Junts, estaríamos abiertos a hablar, pero siempre condicionado a estas medidas que nos permitieran garantizar la seguridad y la pervivencia de los valores occidentales en nuestra casa», señaló en una entrevista reciente a Europa Press. En la formación de la ultraderecha independentista están convencidos de obtener representación parlamentaria. De hecho, algunos sondeos les dan hasta tres escaños. Sus votos no serán gratuitos, dice, y apuesta por la unilateralidad. «Nada de repetir referendos ni independencias de ocho segundos», en referencia a la fugaz declaración del 27-O. La presencia de Orriols en la contienda electoral ya es una pesadilla en sí misma para Puigdemont, consciente de que el discurso duro de la líder ultra puede restarle apoyos, en especial en su feudo de Gerona, donde el expresidente tiene prácticamente asegurada la victoria.

Licenciada en Biblioteconomía y Documentación por la Universidad de Vich, Orriols ha desempeñado diferentes trabajos durante su vida, como camarera, dependienta y administrativa. En política, militó en Estat Català, partido con el que se presentó a las elecciones europeas en el 2004, y fue concejala por el Frente Nacional de Cataluña. Fue aquí, en el 2020, donde nació Aliança Catalana, arrebatando la alcaldía a Junts tras imponerse en las municipales del año pasado. La pequeña localidad del Pirineo, donde crecieron los terroristas de la Rambla de Barcelona y Cambrils, celebra su fiesta mayor del 10 al 12 de mayo, el mismo fin de semana en el que los catalanes se citan en las urnas. Para AC será el estreno en unas elecciones autonómicas. 

Islam e inmigración

Su programa electoral se resume rápido: cargar contra el islam y menospreciar al inmigrante. Un argumentario simple, pero que puede calar en el sector más conservador del electorado posconvergente. Tras el acuerdo en el Congreso para regularizar a miles de inmigrantes sin papeles, la líder ultra dejó clara su postura: «Aliança Catalana no regularizará a ningún inmigrante ilegal, los repatriará». Incluso llegó a vetar el cartel de la fiesta mayor de su pueblo solo porque en él aparecía dibujada una niña con velo. La Generalitat la sancionó en marzo con 10.000 euros (que no piensa pagar) por unas declaraciones en las que vinculaba la inmigración con supuestos riesgos para las democracias occidentales. En sus redes sociales, acusó al Gobierno de Esquerra de «poner en marcha la maquinaria para borrarla» del mapa.

Tras el 12M, Orriols ve en Junts el único partido con el que podría llegar a acuerdos. Ni PSC ni ERC cuentan; ni siquiera la CUP, tan radicalmente independentista como ella, pero ubicada en el otro extremo del espectro ideológico. Los republicanos son «claramente españolistas», afirma, por lo que «cualquier conversación estaría automáticamente descartada. Sobre la independencia, propone declararla unilateralmente si hay mayoría parlamentaria. Y si no la hay, «trabajar por ella».