Las señales del móvil del asesino de Salceda lo sitúan en la villa la noche del crimen

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO VIGO / LA VOZ

SALCEDA DE CASELAS

Ni palabra. Florian Rama permanece en la cárcel de A Lama sin comunicarse con nadie que hable castellano porque él no entiende el idioma y porque tampoco hace esfuerzos para ello.
Ni palabra. Florian Rama permanece en la cárcel de A Lama sin comunicarse con nadie que hable castellano porque él no entiende el idioma y porque tampoco hace esfuerzos para ello. Oscar Vázquez

El repetidor lo captó en tres ocasiones la madrugada que acuchillaron a Soufian

06 feb 2024 . Actualizado a las 13:38 h.

Florian Rama (Albania, 1993) no puede negar que pasó la madrugada del 8 de junio en Salceda de Caselas. Podrá alegar que no tiene relación con la villa, nada que le llevara aquella madrugada del viernes al sábado a un lugar como Salceda con el que no tiene vínculos. Incluso podrá inventar una coartada para asegurar aquella noche fatal se desplazó a otro sitio o se quedó en el piso de Vigo donde vivía. Pero la acumulación de pruebas contra él judicializadas en el Juzgado número 1 de O Porriño por la muerte de Soufian Mraha (Marruecos, 1994) lo desmienten. Ya no solo porque existe una foto suya apoyado en la barra del bar de copas la Parchita; origen del altercado que derivó en la pelea mortal. O porque al menos tres amigos de Soufian Mraha lo vieron de cerca, incluso le oyeron hablar. También empujar a Soufian e iniciar la pelea que acabó con Soufian tirado en el suelo desangrándose por el estómago tras las puñaladas propinadas por este albanés con el arma del crimen: un cuchillo negro con una hoja de 15 centímetros.

A mayores, existe la prueba aportada por la tecnología. Una más que añadir a las ya conocidas que sitúan a Rama matando aquella madrugada a Soufian. Y es que el teléfono móvil de Rama se acabó convirtiendo en una fuente de información empírica, y como tal, imposible de desacreditar. Aquel dispositivo, Samsung Galaxy S7, se conectó al menos en tres ocasiones a un repetidor de señales para teléfonos móviles que ofrece servicio en Salceda de Caselas. La primera a las 6.14 horas; la segunda, a las 6.56 horas; y la tercera, a las 9.07 horas —el crimen ya se había cometido entre las 5.00 horas y las 5.30—. Lo constató la Unidad Central Operativa (UCO) a través de su unidad especializada en tecnología, Grupo de Apoyo Tecnológico Operativo (GATO). Pero para ello, antes, fue necesario identificar al sospechoso. Llevó más de dos años e implicó un trabajo de laboratorio de la Guardia Civil de Pontevedra con colaboración ciudadana.

Con el sospechoso identificado, conociendo su número de teléfono y la compañía a la que pertenece, Orange, fue el momento de contactar con el grupo GATO. Un equipo de esta unidad se desplazó a Salceda los días 1 y 2 de marzo del 2022 para hacer el trabajo de campo. Se trataba de definir con precisión el área de cobertura real de la antena referenciada y realizar los correspondientes rastreos de coberturas celulares. «Durante estos rastreos —explica el informe de GATO— se han ejecutado numerosos recorridos por las zonas que dan acceso y salida al núcleo urbano de la localidad de Salceda de Caselas, así como múltiples itinerarios abarcando todas las calles del citado municipio. Durante los rastreos realizados se han obtenido medidas de las señales de cobertura móvil radiadas por las antenas de telefonía y georreferenciando estas de manera que, posteriormente sea posible representar sobre un mapa todos los puntos donde ha sido detectada la señal proporcionada por una antena de telefonía móvil con un CGI determinado, y por tanto deducir cuál es el área de cobertura real de la misma». 

Del centro a las afueras

Los mapas de Salceda incluidos en el informe ubican las posiciones en las que estuvo el móvil de Rama aquella madrugada, y por extensión él; ya que un móvil, al menos por ahora, no se desplaza por sí solo. Las posiciones cambiantes evidencian que el teléfono se fue desplazando, primero en posiciones del centro de la villa, y posteriormente se fue alejando hasta no obtener más señales, ya amaneciendo. Ahora que Rama está en prisión, guarda silencio y la instrucción —explican fuentes judiciales— está casi finalizada, lo próximo relevante de esta causa será conocer el auto de procesamiento del juzgado y el escrito de calificación de la Fiscalía. Ahí se detallarán los años de cárcel a los que se enfrentará Rama en la vista oral.

Llegado el juicio comparecerán todos los testigos que vieron a Rama aquella noche de copas en Salceda y ya colaboraron con la investigación de la Guardia Civil de Pontevedra. También los investigadores que instruyeron los atestados y los integrantes del grupo GATO para detallar en sala la complejidad técnica de su informe.