Javier Álvarez Salgado vuelve a cruzar una meta a los 80 años

Xosé Ramón Castro
X. R. CASTRO BAIONA

VIGO

Oscar Vázquez

Con una prótesis en la rodilla, acabó la MiniBay acompañada de su hija Paula y un minuto antes que su vástago Javier

15 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Tiene 80 años, una prótesis de rodilla, fue olímpico en México 1968 y Múnich 1972, llevaba muchos años sin competir y ayer, Javier Álvarez Salgado se plantó en la línea de meta de Baiona después de correr la prueba de 10 kilómetros de la Vig-Bay. Lo hizo en un tiempo de 01:20:31, acompañado de su hija Paula, con su mujer esperándole y con un minuto de antelación con respecto al tiempo de su hijo Javi. «Me has ganado, papá», fue la frase de su vástago antes de fundirse en un abrazo familiar. La MiniBay solo es una estación más en la puesta a punto del mítico fondista, que ahora se pasa a la velocidad para participar en los 100 metros del Campeonato Gallego de veteranos que se celebrará en el mes de mayo.

«Le tengo que agradecer a mi hija, que es fisio en Lugo, que el sábado me dio un masaje maravilloso y los isquios parece que tomaron miedo y escaparon, no tuve molestia ninguna y eso ya me anima para el Campeonato Gallego de veteranos». Esas fueron sus primeras palabras tras cruzar la línea de meta eufórico, enfundado en la camiseta del Celta, su club de toda la vida, y tras marcar un ritmo desde Nigrán de 7:35 minutos el kilómetro. El fruto de quien tiene como norma correr todos los días 15 kilómetros.

«Me sentí muy bien, un poco cansado de culo, pero es la fatiga y la falta de kilómetros. Mi rodilla va de puta madre y eso es lo que me estimula», comentó mientras bromeaba con sus dolencias: «Yo, con mi prótesis de rodilla, que como se entere el doctor Pintado, me escaralla». Es más, el lunes pasado, en una cita médica rutinaria, cuando le informó a su doctor de la intención de correr los 10 kilómetros, lo primero que hizo el facultativo fue pedirle un electro para confirmar que todo estaba perfecto.

Oscar Vázquez

En la línea de meta, uno de los atletas más laureados de la historia en Galicia demostró que el deporte no tiene edad. «Es una alegría enorme haber llegado, la vida deportiva no acaba cuando uno se retira de la élite. La vida deportiva se acaba cuando tú te quieres retirar». Pero Álvarez Salgado no solo fue uno de los grandes reclamos en la línea de meta, sino que ya acaparó el foco en la salida de Nigrán. «Para mí, es una referencia, una persona con la que charlo mucho de atletismo cuando coincidimos y me cuenta cómo era en sus tiempos y cómo ha evolucionado», indicó Daniel Bargiela, ganador de la prueba corta en la que participó el olímpico.

Pero el regreso de Javier padre no finaliza en Baiona, sino que ahora se pasa al tartán para probar en los 100 metros. Esta temporada volvió a federarse y ahora se calzará las zapatillas de clavos. Con su prótesis y sus achaques, pero con todas las ganas del mundo.