La gestión de la suplencia por parte del futbolista y del entrenador

José Velo Gantes PSICÓLOGO DEPORTIVO

TORRE DE MARATHÓN

Paris Adot y Pablo Valcarce, durante un entrenamiento del Dépor en Abegondo
Paris Adot y Pablo Valcarce, durante un entrenamiento del Dépor en Abegondo CESAR QUIAN

25 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

A lo largo de una temporada habrá futbolistas que jugarán pocos minutos y otros que pasen de titulares a suplentes. Una suplencia prolongada o la pérdida de la titularidad generan una gran frustración y, como consecuencia, se puede originar un estrés muy importante en el jugador porque siente incertidumbre por su futuro, pérdida de autoestima y de autoconfianza.

¿Qué puede hacer un futbolista para no tirar la toalla? Marcarse objetivos que supongan un reto, pero realistas y alcanzables. Esforzarse al cien por cien en los entrenamientos, potenciando sus puntos fuertes y mejorando los débiles, ser objetivo, autocrítico, constante... Saber esperar su oportunidad y, cuando se presente, no cometer el error de querer demostrar mil cosas. Debe centrarse en lo que mejor sabe hacer y ceñirse a lo que le pide su entrenador. Su motivación no puede ser excesiva, porque puede dar lugar a que cometa errores graves o a reaccionar de forma impulsiva, lesionarse, ser expulsado... Debe centrarse exclusivamente en lo que dependa de él, en factores controlables. Obviamente nadie quiere fracasar, pero de los fracasos salen nuevas soluciones si se aprende de ellos. A nivel de aspectos psicológicos, debería trabajar alguna técnica de relajación, de motivación, de autoestima y de autoconfianza.

Otro apartado, importante también, es el apoyo mutuo entre los compañeros. Un gesto de otro futbolista, un abrazo, unas palabras de ánimo, la empatía... Son factores que ayudan mucho. Los capitanes deberían estar atentos a estos compañeros que presentan un estado de ánimo bajo, aunque fuese solamente por egoísmo, porque en algún momento los puede necesitar el equipo para alcanzar los objetivos que benefician a todo el grupo.

Y, ¿qué puede hacer el entrenador? En pretemporada, especialmente, sería positivo que hablara con su plantilla sobre la gran importancia que tienen los suplentes en un equipo, explicando claramente su rol y dando mensajes del tipo como que un suplente puede decidir un partido jugando solamente quince minutos, que todos son importantes y van a ser necesarios, que el equipo siempre será lo primordial. Prestará aún mayor atención a los jugadores suplentes, motivándoles constantemente, reforzando sus progresos, comportamientos, actitudes, el compromiso, compañerismo... Pero también proporcionándoles oportunidades de poder ser titulares si se lo han ganado. Recordarles las exigencias para poder jugar, ser siempre cercano, sincero y no prometer nada que luego no pueda cumplir.

Hay futbolistas que el hecho de pasar de suplente a titular lo viven como una amenaza, porque temen no estar al nivel de lo que se les pide, les atenaza la responsabilidad, el miedo a defraudar al entrenador, a su familia, amigos, afición. Sabemos que algunos jugadores rinden más saliendo desde el banquillo, bien por sus características, bien porque ya se han acostumbrado a ese rol que algunos pueden percibir como de menos exigencia y responsabilidad. Por todo ello, la actitud del entrenador es muy importante para manejar las tensiones internas de sus jugadores. Para ello, es aconsejable aplicar pautas como refuerzos positivos, feedback, estar siempre dispuesto a escucharlos, hacerles conscientes de sus limitaciones proporcionándoles soluciones para mejorarlas, y de sus virtudes, incentivar que pongan siempre en práctica los recursos que mejor dominen. Pero para que todos sus jugadores estén enchufados, motivados y que nunca se rindan, necesitan comprobar que su entrenador les va a proporcionar oportunidades si se esfuerzan a diario por ser mejores futbolistas.