El Liceo busca su octava victoria consecutiva en su visita a la pista del Reus

Rodrigo López Otero
Rodrigo López A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

La plantilla del Liceo posa con los sticks durante un entrenamiento.
La plantilla del Liceo posa con los sticks durante un entrenamiento. ANGEL MANSO

El equipo coruñés afronta tercero el tramo final de la temporada tras una espectacular reacción en la OK Liga

05 abr 2024 . Actualizado a las 19:25 h.

El Liceo siempre está. Aunque no haya tenido un buen comienzo, nadie puede dar por perdido a uno de los mejores equipos de hockey sobre patines de la última década. Va en su ADN. Uno en el que Juan Copa, entrenador, Dava Torres, capitán, César Carballeira, canterano, y Pablo Cancela, coruñés, intentan transmitir a todos los que vienen de fuera y hacen que el Liceo consiga estar, año tras año, luchando por todos los títulos.

Esta temporada tuvo un inicio decepcionante, pero este 2024 ya suma nueve partidos sin perder y siete victorias consecutivas. Este sábado, contra el Reus (17.00 horas, OK Liga TV), tendrá la oportunidad de llegar a la octava. Tras una gran pretemporada y después de perder la Supercopa contra el Barcelona, el Liceo tuvo una «primera vuelta condicionada», asegura Copa. «Asumiendo que no estuvimos al nivel, pero también con varias lesiones, sobre todo las de Dava Torres y Saavedra», reflexiona el técnico. Las bajas se notaron en cada entrenamiento. «Había veces que éramos siete para entrenar, recuerdo la semana del Mataró, que no podíamos hacer ni tan siquiera un cuatro para cuatro», recuerda Carballeira. Era el peor momento deportivo del Liceo en mucho tiempo y terminó con la no participación en la Copa del Rey, «algo decepcionante y que no puede pasar en un club así», llegó a afirmar Copa.

Parón navideño y trabajo

El Liceo tenía claro que podía remontar la situación. Esperaban pacientes a recuperar a los lesionados y su entrenador tenía clara la fórmula: «Hablar poco y trabajar mucho». Y los jugadores acompañaron. Dava Torres regresó de su lesión y demostró su orgullo de capitán «porque no nos hemos dejado caer como equipo». Copa completó sus palabras: «Pudimos elegir no rendirnos y eso fue lo que hicimos».

Además de recuperar jugadores, necesitaron tiempo para que los nuevos fichajes se acoplaran al equipo —en verano se fueron cinco y llegaron tres—. Con todos ya disponibles, «era el tiempo de consolidar el equipo, entrenar la táctica y estilos de juego», asegura Martí Serra, portero. En la misma línea coincide Carballeira, que considera que todo equipo necesita un proceso, «saber lo que necesitábamos y poco a poco lo fuimos encontrando. Ahora estamos en la línea ascendente que queríamos».

«ADN koruño»

El Liceo nunca se rinde. Son muchos años ya en la élite y han sido capaces de generar un aura común cuando saltan a la pista. Es el ADN del Liceo, o como los coruñeses Dava, Pablo y Carballeira lo denominan, «es un ADN koruño». «Tenemos que estar arriba, vamos a defender nuestra imagen, nuestro orgullo y vamos a darlo todo por esta camiseta y ponerla donde se merece», sostiene el coruñés Pablo Cancela.

Dava, como capitán, es uno de los encargados de transmitir ese mensaje a los recién llegados y, durante su lesión, considera que «ha sido clave mantener ese ADN del que tanto presumimos y ahora el Liceo va a ser un hueso duro de roer hasta el final».

Pero para pasar de estar en uno de los peores momentos de tu historia reciente a ser el mejor equipo del 2024, es necesario el trabajo diario: «Somos un equipo que necesita hacerlo bien durante la semana y ahí tuvimos muchos problemas en la primera vuelta. Somos de los que si entrenamos bien por semana, lo notamos mucho en el partido», confiesa Juan Copa. A pesar de ser un tópico en el deporte, esta frase tiene mucho de cierto y el Liceo, cuando ha conseguido volver a poder trabajar con toda la plantilla cada día, ha demostrado que sigue siendo el mismo que lleva diez años en la élite del hockey sobre patines