A día de hoy lo que más destaca en el Deportivo y ha dado solvencia es el aspecto ofensivo, sin olvidar que en la primera vuelta costaba muchísimo hacer gol. Coincidiendo con la vuelta de Barbero, todas las piezas encajaron y se colocaron en su sitio, teniendo en cuenta que la posición de Lucas es la que más se acerca a su lugar ideal. Todos han empezado a funcionar. Sobre todo porque el crecimiento de los niños ha sido brutal: Yeremay, tras la lesión, ha recuperado su mejor rendimiento; y a Mella simplemente le resta por adquirir una madurez física que le dé para terminar los partidos. Lucas está espectacular, con un porcentaje altísimo de participación en los goles que marca su equipo. Además, es de justicia recordar que los compañeros que tienen por detrás hacen un trabajo nada despreciable. Ahí están Villares y José Ángel, así como una defensa que conocemos de memoria. Juntos, en sus puestos naturales y desde sus mejores versiones, todo empezó a funcionar.
Así, el Deportivo ha dado la sensación de que puede no perder en toda esta segunda vuelta. Estoy convencido de que lo puede conseguir. Ya lo vimos en el Racing de Santander, que subió directamente hace dos temporadas tras completar 19 jornadas sin perder. Hay dinámicas en que un equipo entra y se siente capaz de todo. Así le ocurre al Deportivo: cuando juega bien gana y, cuando no, no pierde. Es precisamente esa solvencia y ese potencial los que lo están destacando como el mejor del grupo con diferencia.
No van a ser fáciles los partidos que quedan. Y mucho menos con seis jugadores (Villares, Yeremay, Lucas, Ximo, Alcaina y Jaime) a punto de cumplir ciclo de tarjetas. Si estas amonestaciones se escalonan y no falta más de uno por partido, debe dar para seguir tirando. El grupo ha quedado reducido a no más de 15 o 16 futbolistas, que son los que Idiakez utiliza. Es decir, el once titular y los cambios, que vienen siendo siempre los mismos: Davo, Alcaina, Jaime y Hugo Rama. Los demás apenas juegan, pese a que algunos de los que no cuentan vinieron para ser decisivos, como Paris, Salva, Valcarce y Cayarga, pero su presencia es ninguna, y no sabemos el día que tengan que participar cuál será su rendimiento. Es difícil exigir a alguien que lleva tanto sin jugar.