El adiós de un lateral que marcó una era en el Dépor: Filipe Luís se retira en Maracaná

TORRE DE MARATHÓN

Uno de los momentos más duros de su carrera fue un choque con Iraizoz que le destrozó por completo el tobillo en el 2010: «Casi me tienen que amputar el pie, pero después viví mis mejores años»

04 dic 2023 . Actualizado a las 13:08 h.

Marcó una era en el Deportivo. Dejó una gran huella en el Atlético de Madrid. Y ha cumplido su sueño de la infancia con el Flamengo. Filipe Luís colgó las botas en un escenario único, el gran Maracaná. El lateral se marchó ovacionado, un sentido tributo a una larga carrera que toca su fin a sus 38 años. Visiblemente emocionado antes de que comenzase el partido ante el Cuiabá, el exdeportivista besó el césped de un estadio sagrado, se abrazó con fuerza a sus compañeros y con adversarios antes de despedirse de forma definitiva.

Filipe Luís, nacido en el municipio de Jaraguá do Sul, al sur de Brasil, es descendiente de polacos que recalaron en el país sudamericano para escapar de la Segunda Guerra Mundial. Se inicio en el equipo de fútbol sala de su cuidad, dejando grandes detalles de su buen dominio del balón. Un ojeador del Figueirense lo fichó para el club. Con 18 años debutó en Primera División.

En el 2004 recaló en el Rentistas de Uruguay, pero no llegó a jugar en el equipo. Con dos cesiones encadenadas llegó al fútbol europeo. Primero en el Ajax de Ámsterdam y, después, en el Real Madrid Castilla. Se asentó en el Viejo Continente de la mano del Deportivo, con el que firmó en el 2006. Durante su primer curso, con Joaquín Caparrós como entrenador, no contó con mucha presencia en el once.

Filipe Luís, en A Coruña tras fichar por el Dépor.
Filipe Luís, en A Coruña tras fichar por el Dépor. EDUARDO

La incorporación de Miguel Ángel Lotina cambió todo para el brasileño. Este había llegado como extremo pero, dado su carácter poco goleador, el técnico apostó por situarle en el lateral izquierdo cuando fue ganando resistencia. La marcha de Capdevila hizo que Filipe se asentase en la alineación titular. La mejora de sus prestaciones provocó que el Dépor hiciese efectiva su cláusula en el 2008. Su mejor momento en Riazor estaba por llegar.

CÉSAR QUIAN

En la temporada 2008-2009 fue nombrado el mejor lateral izquierdo de la liga española por la UEFA y se convirtió en el único jugador de la plantilla que disputó todos los partidos de la temporada, una marca que seguiría ampliando el curso siguiente —desde el 2 de diciembre del 2007 no se perdió ni un minuto—. Está claro que Filipe tardará en olvidar ese 2009. «Fue un año muy bueno, el Dépor está volviendo a ser un grande», afirmó a Radio Voz el jugador, imprescindible en los planes de Lotina y el mejor futbolista de aquel equipo.

Sin embargo, una lesión contra el Athletic Club cortó su espectacular trayectoria en el Dépor. En enero del 2010 se fracturó el peroné y sufrió una luxación de tobillo tras un choque con Iraizoz. El meta del Athletic se cayó sobre la pierna del brasileño. Su tobillo quedó destrozado al tiempo que anotaba el 1-0.

CÉSAR QUIAN

Ni una lesión, ni una sanción, ni una gripe habían alejado a Filipe del once deportivista. Hasta ese momento. Durante su período alejado de los terrenos de juego dio continuas muestras de su fortaleza mental. «Desde que entré al hospital quería superar la lesión, ser positivo, y dar ejemplo a la gente que tiene cosas como yo o peores. Es un momento muy complicado, pero si eres fuerte puedes superarlo», manifestó.

«Casi pierdo el pie, casi me lo tienen que amputar. El doctor Arriaza salvó mi carrera. Le debo todo después de la lesión», reconoció. Lo cierto es que volvió a jugar al fútbol en un tiempo récord: tres meses. «Volví mejor de lo que esperaba, viví mis mejores años después de lesionarme», declaró en Radio Marca.

EDUARDO PEREZ

La lesión le hizo perderse el Mundial de Sudáfrica, pero no le impidió fichar por el Atlético de Madrid. Disputó 135 partidos con el Dépor, el club que le vio despegar y que le abrió las puertas de un gran futuro. En julio del 2010 firmó un contrato de cinco años con el conjunto colchonero. Formó parte de una de las plantillas más exitosas de Simeone, ganando la Copa del Rey del 2013, la Liga del 2014 y dos veces la Europa League (2012 y 2018).

En el 2014 llegó al Chelsea, donde estuvo una sola temporada. En la Premier League solo disputó dieciséis partidos como titular. El conjunto Blue terminó la competición como líder. Su paso en Inglaterra fue breve. Un año más tarde volvió a la disciplina rojiblanca.

AGENCIA LOF

Su segunda etapa estuvo marcada por una lesión. En marzo del 2018 se rompió el peroné de su pierna izquierda. Y, aunque en un primer momento parecía que se perdería el resto de temporada, y por consiguiente el Mundial de Rusia, volvió a recuperarse en un tiempo récord.

Un curso más tarde, con 34 años, decidió que era el momento de volver a su Brasil natal. Lo hizo fichando por el Flamengo. «Un sentimiento que pasa de padre a hijo, de abuelo a nieto. El corazón se balancea. Ha llegado el gran día, el día de hacer realidad mi sueño de infancia. El día que pueda decir que soy jugador de mi Mengão», anunció en redes.

A finales del 2019 ganó la Copa Libertadores en una final ante el River Plate. Con el club carioca ganó una decena de títulos, entre ellos otra Libertadores en el 2022 y dos campeonatos brasileños (2019 y 2020).

Tras una larga trayectoria dedicada al fútbol, la pasada semana anunció su retirada de los terrenos de juego. Aunque reconoció que le hubiera gustado seguir jugando hasta los 45 años, diversos problemas físicos han anticipado su retirada: «He tenido muchos problemas físicos que han hecho que tenga muchas dificultades para ser titular en mi posición». Sin embargo, no abandonará esta disciplina completamente. Hay un acuerdo con el Flamengo para que ocupe una posición ligada al área deportiva. 

A pesar de que se marchó de Galicia en el 2010, Filipe sigue muy vinculado a A Coruña, a la que acude con mucha frecuencia y donde tiene lazos personales. De carácter humilde, permanece en contacto con la gente de su etapa en el Dépor.