Luisinho esquiva la maldición

Xurxo Fernández Fernández
Xurxo Fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

El lateral zurdo debutó con éxito en un puesto sin dueño desde Filipe Luis

31 ago 2013 . Actualizado a las 10:52 h.

Hace un año el rival del Dépor en el Teresa Herrera también llegó de Madrid. El Atlético trajo en sus filas a unos cuantos viejos conocidos y cuando, el día después del partido, los colchoneros acudieron a Abegondo para entrenarse, Filipe Luis hizo de pitoniso: «Parece que ha quedado bien cubierto mi sitio». Evaldo había impresionado al brasileño. Pero no pasó mucho tiempo antes de que el jugador procedente del Sporting de Lisboa desmontase el pronóstico del último dueño de garantías del carril izquierdo blanquiazul.

El jugador de Minas Gerais llegó a préstamo desde la capital portuguesa, donde habían pagado tres millones de euros por sus servicios. Cuando este verano emprendió el camino de regreso al José Alvalade, Evaldo solo dejó atrás un puñado de malas experiencias y una elección jocosa en la web del Deportivo como mejor jugador de la campaña del descenso.

Bromas aparte, la realidad es que desde que Filipe Luis dejó A Coruña, en junio del 2010, hasta cinco laterales zurdos (Morel, Rindaroy, Tiago Pinto, Ayoze y el mencionado Evaldo) han ejercido de locales en Riazor sin acabar de llenar a la grada ni a los distintos técnicos. A ellos se suman jugadores como Seoane o Manuel Pablo, convertidos en parche a pie cambiado.

Así llegó el Dépor al pasado viernes. En otro Teresa Herrera y con otro jugador procedente de Lisboa (este, del Benfica) saltando de titular para ocupar el puesto maldito. Y esta vez -al menos durante tres cuartos de hora- el gafe pareció esfumarse, ahuyentado por Luisinho.

El lateral aprovechó a la perfección el vacío que queda en las orillas ante la ausencia de extremos en la plantilla. Se animó a subir la banda con frecuencia y combinó continuamente con Rudy y con Culio, sin errar en el pase y leyendo muy bien el partido. Además, le tocó pelear con Morata, el jugador que más ganas puso (junto a Casemiro) en el conjunto rival, que trató de entorpecerle en sus arrancadas.

Pese a su condición de interior reconvertido y a la escasa confianza que le tuvo Jorge Jesús en su etapa en el estadio Da Luz, Luisinho no desentonó en tareas defensivas. Volvió rápido tras sus incursiones y el canterano blanco solo le ganó la espalda en una ocasión (paró Lux).

«Prometo dar lo máximo»

Acabado el encuentro, el portugués fue el primero en pasar por zona mixta. Allí dejó claro el compromiso con su nuevo equipo: «Lo que prometo es dar lo máximo».

Pese a su actuación, reconoció que «físicamente no estoy al cien por cien» y destacó que «el primer contacto con mis compañeros ha sido muy bueno». Lo mismo pensaron varios de ellos, que destacaron el estreno del último candidato a hacer olvidar a Filipe.