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Hace cuatro años, la Costa da Morte vivió un episodio de pélets parecido

Xosé Ameixeiras
X. Ameixeiras CARBALLO / LA VOZ

SOMOS MAR

BASILIO BELLO

La arribada de bolitas de plástico a las playas no es nuevo. En el 2020, un mercante perdió un contenedor en el corredor de Fisterra y las bolas de plástico alcanzaron la playa de Traba, en Laxe

14 ene 2024 . Actualizado a las 12:13 h.

José Manuel Barros, viejo luchador contra la contaminación del mar y fundador de la entidad naturalista Mar de Fábula, está atónito. Celebra la «psicosis» provocada por el vertido de un contenedor de pélets porque lleva diez predicando en el desierto en una larga batalla perdida de antemano contra los plásticos en el mar.

Barros sostiene que la contaminación por este tipo de productos es crónica en todas las costas del mundo. Y no es la primera vez que se pierde un contenedor con granulados frente al litoral gallego. Está a punto de cumplirse cuatro años de otro episodio similar que pasó totalmente desapercibido. Ocurrió en la segunda mitad de enero del 2020. Los arenales de Laxe, Camariñas y Muxía también aparecieron sembrados de este producto. El 19 de enero de ese año, Mar de Fábula organizó una limpieza de playas para retirar los pequeños plásticos. Una de ellas se llevó a cabo en la playa de Traba, en Laxe. Acudieron una veintena de personas, con el alcalde de la localidad, José Luis Pérez Añón (PP), incluido. Estaban también gentes de otras formaciones políticas y los residuos que recogían los depositaban en unos botes de cristal. Resultó una tarea muy complicada, pues el viento se había encargado de esparcir las bolitas por todo el arenal. El mismo regidor se había olvidado del episodio, pero se lo recordaron los ediles de su gobierno que también participaron en las tareas.

Los voluntarios, de rodillas o sentados, iban recogiendo grano a grano en una labor ingrata y con resultados muy exiguos en la mañana de un frío domingo de enero. «Lamentablemente, non é a primeira vez», afirma José Manuel Barros. En aquel caso, un mercante perdió un contenedor cuando navegaba por el corredor de Fisterra. Los vientos y las corrientes se encargaron de esparcir su contenido y castigar a todos por igual. Mar de Fábula lleva diez años organizando limpiezas de plásticos en los arenales de la Costa da Morte y del área metropolitana de A Coruña. Y la presencia de pélets como los que estos días inundan los arenales gallegos es una constante.

Otras pérdidas

No solo el granulado supone un castigo para el equilibrio natural del litoral. Barros recuerda como en el 2019 un barco perdió varios contenedores, también en el corredor marítimo de Fisterra. Así, aparecieron sembradas las playas de botellas de aceite de girasol, millones de envases de lentillas, pélets y chatarra plástica diversa. En Camelle (Camariñas) el suceso dio lugar a una movilización histórica y varios concellos promovieron medidas urgentes de limpieza.

Ya le gustaría a José Manuel Barros que «o impacto» y el «abraio» producido estas semanas de atrás por la crisis de los granulados, con la consabida «liorta política», se hubiese manifestado más veces «diante do espectáculo dos millóns de microplásticos secundarios que enchen acotío as liñas de marea das nosas praias e —dice— que son el resultado da degradación química e mecánica dos residuos plásticos que veñen dese grande supermercado do lixo que temos feito do mar». Es más, la siembra de microplásticos en el mar es una constante a nivel mundial, afirma tajante Barros. Una contaminación silenciosa que convierte los océanos en auténticos basureros.