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Cava toma medidas para hacer frente a la sequía

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

Ana Garcia

La denominación de origen permitirá, de forma excepcional, utilizar la uva de viñedos ubicados dentro de su ámbito de protección aunque no estén inscritos en el registro del consejo regulador para crear un fondo de vino base, que será liberalizado si se cree necesario

25 abr 2024 . Actualizado a las 09:58 h.

La sequía se está cebando especialmente con Cataluña y eso está afectando a denominaciones de origen con tanta historia y tradición como Cava. A principios de esta semana, Freixenet anunciaba la puesta en marcha de un ERTE para 615 trabajadores que estaba motivado, precisamente, por la escasez de agua, que está afectando negativamente a las cosechas de uva. Ahora, ha sido la denominación de origen la que ha decidido poner en marcha una serie de medidas que permitan aliviar, en parte, la escasez de uva que está ocasionando el cambio climático en esta denominación de origen. Son medidas excepcionales, afirman en el consejo regulador, que por ahora solo serán válidas para la vendimia de este año. 

Fue el pasado 18 de abril cuando el pleno del consejo decidió aprobar toda una batería de iniciativas debido a «la situación de cambio climático actual y los retos que este plantea, así como la excepcional situación de bajada de productividad de los viñedos en las dos últimas cosechas debido a una persistente sequía». Con ellas se busca «paliar la caída de la producción de uva y de botellas» que está afectando a la totalidad de empresas que se dedican a la elaboración de estos vinos. 

Lo primero que quiere dejar claro el consejo es que estas medidas solo afectan a los Cavas de Guarda y nunca a los de Guarda Superior, que tienen una normativa propia que busca preservar los estándares cualitativos impulsados y garantizados por el consejo regulador. 

Con el fin de mejorar el aprovisionamiento de las bodegas y garantizar la sostenibilidad de la denominación y de todos sus operadores, desde los viticultores hasta los elaboradores, el consejo apuesta por poner en marcha lo que ha bautizado como una Provisión de Garantía Cualitativa. Esto permitirá crear un fondo de vino que cumpla con todos los requisitos y exigencias máximas cualitativas y de trazabilidad de la denominación de origen y que, potencialmente, pueda servir de vino base para la elaboración de cava si se dan las condiciones para liberalizarlo. Esto quiere decir que solo se recurrirá a este fondo si se considera necesario para garantizar la sostenibilidad de un sector económico valorado en más de 2.000 millones de euros.

Para poder abastecer esta provisión se habilitan otras tres medidas que, en principio, solo estarán autorizadas durante la vendimia de este año. La primera pasa por aumentar los rendimientos del viñedo. Hasta ahora, una hectárea de viñedo puede producir 12.000 kilos de uva que, en condiciones excepcionales pueden ser aumentados hasta los 15.000 kilos. Según esta norma, en aquellas zonas con más alto rendimiento del viñedo se permitirá destinar a esa provisión de garantía cualitativa el rendimiento de entre 12.000 y 15.000 kilos por hectárea. Ese rendimiento adicional no se podrá destinar a la elaboración de cava sin la autorización del consejo. De hecho, deberá destinarse a la provisión de garantía y solo podrá ser utilizado en las condiciones de constitución, uso y liberalización que establezca por acuerdo el consejo.

También se podrá destinar a esta provisión de garantía un rendimiento de extracción superior al 67 % hasta alcanzar el 74 %. De nuevo, el consejo fija una serie de límites y este vino no podrá ser destinado a la denominación de origen sin la autorización y control previo de trazabilidad y calidad fijado por el consejo.

La tercera medida pasa por permitir el uso de uvas de viñedos que se encuentran en parcelas situadas dentro del territorio de la denominación de origen pero que no están inscritas en el registro de explotaciones vitivinícolas. En este caso, se podrá emplear hasta un máximo de un 15 % en la producción de cada bodega elaboradora de vino base. En ningún caso podrá superarse esa cifra para la elaboración de Cava de Guarda y siempre será preciso contar con la autorización previa del consejo y con el análisis que garantice el cumplimiento del estándar de calidad. 

«Todas estas medidas son temporales y con validez solo para la vendimia de este año y se aplicarán bajo las medidas de control de calidad de la denominación de origen, que garantizará las exigencias cualitativas, de cata y trazabilidad, desde el viñedo y las partidas, con un control desde el origen y a lo largo de todo el proceso», concluyen en el consejo regulador.