La Aemet ha activado avisos este martes por vientos fuertes en la comunidad gallega
02 abr 2024 . Actualizado a las 09:25 h.Después de una Semana Santa pasada por agua, la previsión meteorológica para el inicio de abril tampoco mejora demasiado. Galicia no consigue salir de la inercia húmeda en la que lleva inmersa desde hace varias semanas. Basta con ver los registros de marzo, tanto en días de lluvia como en cantidad.
En la localidad coruñesa de Lousame cayeron 423 litros por metro cuadrado en 23 días y 421 en Fornelos de Montes, en Pontevedra, en 19. Aunque mucho más sorprendentes fueron los números del municipio lucense de Abadín, donde se recogieron 424 litros en 24 días. También destacan los 366 litros de Entrimo, en la provincia de Ourense. Los datos confirman que las precipitaciones han sido persistentes y, sobre todo, generalizadas, incluso en las zonas donde menos suele llover.
Cabe ahora preguntarse por qué no para de llover en la comunidad gallega. Si bien es cierto que hay momentos de tregua, los episodios de tiempo seco se cuentan con los dedos de una mano y tampoco duran demasiado.
No hay un único responsable de la anomalía húmeda persistente, pero sí algunos factores fundamentales. Por ejemplo, los sucesivos calentamientos súbitos de la estratosfera. La Agencia Meteorológica del Reino Unido reconocía hace unas semanas que se han producido tres desde el mes de octubre, algo inédito en 250 años.
Este evento que se produce en la alta atmósfera altera profundamente la dinámica meteorológica y provoca que las altas presiones se desplacen al extremo norte de Europa y las borrascas se muevan más al sur. Es decir, invierte la situación normal. Esta configuración justifica en parte el invierno tan lluvioso que hemos tenido en la comunidad gallega. En febrero, por ejemplo, se registró un 67 % más de agua según datos de la Aemet.
Otro hecho que explica que llueva sobre mojado es que el anticiclón de Azores mantiene últimamente un perfil bajo. La semana pasada ni siquiera evitó que fuese necesario el paraguas en prácticamente toda la Península.
Hasta el domingo estará situado más al sur de lo habitual con una presión muy discreta, de tan solo 1.023 milibares. Esa presión tan baja es síntoma de su débil estado. Sin escudo, un nuevo tren de borrascas afectará a la comunidad gallega hasta el próximo domingo.
El sistema de bajas presiones que afecta a Galicia este martes provocará una jornada de alertas meteorológicas. La Aemet ha activado un aviso naranja en el litoral noroeste por rachas que podrán superar los 100 kilómetros por hora y uno amarillo en el resto de la comunidad por vientos de hasta 80 km/h. También será una jornada complicada en toda la costa, donde hay una alerta naranja por olas que oscilarán entre cinco y siete metros.
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Eso sí, el viento durante los próximos días soplará de componente sur. Después de unos días con temperaturas bajas está previsto un importante ascenso térmico tanto de las máximas como de las mínimas. Los valores diurnos podrían ascender hasta los 20 grados el miércoles en la mitad sur. Por tanto, la lluvia y el viento no cesan, pero el ambiente térmico será mucho más agradable.