Ingrid Ramón, educadora canina: «La mayoría de la gente que tiene perro no entiende su lenguaje»

Marta Otero Torres
marta otero LA VOZ

SOCIEDAD

Alex Martin Ros

La experta asegura que el 98 % de la comunicación de este animal es corporal, pero los humanos no sabemos interpretarla

18 feb 2024 . Actualizado a las 10:15 h.

¿Quién no ha escuchado alguna vez eso de «mi perro, cuando le hablo, me entiende perfectamente»?. Pues no es exactamente así. Ingrid Ramón, experta en comportamiento canino, imparte cursos para mejorar la comunicación entre humanos y canes, y tiene claro que los primeros no nos esforzamos mucho por entender como es debido a los segundos.

—¿Cuál es la clave para entender a nuestro perro?

—Lo primero de todo es entender cómo se comunican los perros y cómo piensan, que es un poco diferente a nosotros, porque el 98 % de su comunicación es a través del lenguaje corporal. Nosotros somos animales que hablan y ellos son animales que tienen su propio lenguaje pero se expresan de otra manera, no tanto verbal.

—¿No interpretamos bien su lenguaje?

—La mayoría de la gente conoce solo el lenguaje verbal, cuando un perro te ladra o te gruñe, pero muchísimo antes de que esto pase el animal te está diciendo un montón de cosas más. La mayoría de veces no lo sabemos leer, solo cuando son cosas muy obvias: cuando un perro está contento o tiene miedo, pero todo lo que pasa en medio pasa desapercibido. Además, muchas veces el lenguaje se malinterpreta y se llega a conclusiones que no tienen que ver con lo que el perro realmente nos quiere decir.

—Póngame un ejemplo.

—Mucha gente me dice «mi perro, cuando llego a casa se queda en un rincón, no viene a recibirme cuando ha hecho algo mal (un pis, por ejemplo), porque sabe que es culpable». Pero realmente el animal no se siente culpable —que tampoco lo sería, sino más bien el dueño por no sacarlo— solo te está pidiendo que te calmes, porque sabe que si tú te das cuenta de que hizo pis pues te pones agresivo o violento con él. Hay gente que les chilla o les pega. Él te intenta comunicar así que te calmes, porque es lo que haría si viene un perro en actitud agresiva, y al adoptar esta actitud el otro perro se calmaría.

—Hay gente que interpreta los ladridos, ¿es una forma de lenguaje?

—El ladrido es parte de su lenguaje pero una parte muy pequeña. Es como decir: «yo hablo inglés», pero realmente sabes solo tres palabras. Muchas veces incluso el ladrido se malinterpreta, porque hay muchos tipos: por demanda de atención, por estrés, por miedo, por reactividad, de juego, de aviso... La mayoría de gente que tiene perro pero no entiende su lenguaje.

—¿Se pueden establecer algunas claves para interpretar cierto lenguaje corporal?

—El tema es que mayoría de las señales no significan una sola cosa. Por ejemplo, un perro puede mover la cola y saltarte encima cuando llegas de alegría, pero también la puede mover de otra forma y saltarle a un desconocido que entra para decirle que se vaya. Hay que analizar el conjunto de señales que el perro te da y el contexto en el que se están mostrando.

—¿Hay diferencias entre razas?

—El lenguaje corporal es universal para todos los perros, pero sí que es verdad que va muy bien conocer cómo se comunican ciertas razas o qué partes utilizan más. Lo que sí es cierto es que el suyo es un lenguaje interespecie, porque ellos se comunican así y hay otros muchos animales que les entienden. Realmente somos los que menos entendemos su lenguaje.

—¿Y cómo tenemos que hacer para que nos entiendan ellos a nosotros?

—Nosotros nos esforzamos por expresamos con la voz, pero ellos son expertos en leer lenguaje corporal, tienen una capacidad especial para hacerlo. Por eso pasa que a veces, por ejemplo, estás mal y el perro se te acerca y parece que te entiende. Ellos nos entienden muchísimo mejor a nosotros que nosotros a ellos, a nivel lenguaje.

—Pero muchas veces he oído a gente echarle parrafadas al perro y decir «el mío sí que me entiende».

—Muchísima gente se cree que cuando le habla al perro este le está entendiendo, pero lo que ellos están leyendo realmente es el lenguaje corporal. El perro entenderá bien las palabras que nosotros hayamos asociado con una orden o una actividad, y puede llegar a aprender unas 3.000 palabras asociadas a cosas, pero no te entiende cuando le hablas.

Si siempre dices una frase cuando haces algo pues ellos lo asocian. Y hay ciertos tonos que les llaman más la atención y los asocian con un lenguaje corporal agradable y una consecuencia buena. Si le dices «muy bieeen» y le das un premio pues eso le gusta siempre, claro.

—No nos sabemos comunicar, ¿y tampoco les sabemos enseñar?

—La gente no sabe enseñar a los perros. Lo hacen utilizando su forma de pensar. El problema del adiestramiento clásico es que no ha utilizado la forma de pensar del perro sino que se basa en dejarle cometer un error y castigarle. Es la esperanza de que el perro, por miedo al castigo, no repita el acto, pero la mayoría de las veces o no lo entiende, o no lo asocia o el acto le compensa más que el castigo. El castigo es una manera bastante inútil de intentar que el perro no haga una cosa. Es mucho mejor enseñarle lo que quieres que haga y recompensarle por ello.

—Otra de sus grandes ventajas a la hora de interpretarnos a los humanos es el olfato.

—Claro, ellos detectan cosas por una mezcla entre el lenguaje corporal combinado con el gran olfato que tienen. Yo que trato con perros de asistencia tengo algunos que detectan epilepsias horas antes de que pasen, porque hay todo un cambio de pequeñas sutilezas en el lenguaje corporal y, sobre todo, un cambio a nivel hormonal y todo el olor que nosotros desprendemos. Yo sé cuando me va a venir la regla porque mi perro viene y me huele. Y yo ya digo, «ah, vale, me queda uno o dos días». Claro que es un perro entrenado para detectar casos de cáncer y tiene un olfato muy agudizado. pero muchos lo hacen.

—¿Si pudieran hablar qué dirían de que los tengamos todo el rato en brazos o les pongamos trajecitos?

—Pues hay que intentar ver si tu perro está cómodo con esa situación o no. Mi perra, por ejemplo ahora está encantada cuando le estoy dando mimos en el sofá ,pero si estamos entrenando y la voy a tocar pues aparta la cabeza.

—¿Nos falta mucha formación para entenderlo?

—Sí, el perro es un animal que lleva milenios con nosotros y lo entendemos poquísimo, también por las leyendas urbanas y programas de la televisión que dan ideas totalmente erróneas y equivocadas. Avanzamos un poquito, pero cada dos pasos aparece un flipado en la tele diciendo que al perro lo tienes que dominar y volvemos doscientos años para atrás. ¿Qué vive más cómodo el perro al que su dueño entiende el lenguaje corporal o el que va todo el día con miedo por que le vaya a reñir el dueño?.