El crismón de las 5.000 pesetas

SOCIEDAD

ANA GARCÍA

La iglesia de Leis (Muxía) es una joya del románico gallego levantada por canteros que en el siglo XII trabajaron en la catedral de Santiago. En su interior se encuentra una pieza única, el crismón, que tiene su historia.

09 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El crismón de Leis es un primitivo símbolo de Cristo grabado en roca, y de gran valor cultural e histórico. Está colgado de la pared norte del templo después de haber superado muchas vicisitudes y es casi un milagro que no se haya perdido y que ahora se puede contemplar en todo su esplendor. Contaba en una revista especializada el insigne arqueólogo Luis Monteagudo García (1919-2018) que en julio de 1974 lo había encontrado tirado en el atrio de la parroquia. Para protegerlo y exhibirlo en un lugar adecuado, le pagó 5.000 pesetas al cura de entonces por el grabado hecho en piedra «caliza del siglo V». «Lo descubrí —añade— abandonado en la tierra fuera de la iglesia. En esta ocasión me quedé sin pesetas, y lo que más sentí, sin crismón, pieza única en España», escribió en su texto científico.

ANA GARCÍA

Efectivamente, cuando Luis Monteagudo envió a varios hombres a recoger su tesoro, los vecinos tomaron cartas en el asunto y, en ausencia del párroco, guardaron el crismón a buen recaudo en el templo y los emisarios se fueron con las manos vacías, mientras los feligreses le dieron la correspondiente reprimenda al párroco por querer deshacerse de un elemento del patrimonio local por un puñado de pesetas, aunque hasta entonces nadie le había prestado mucha atención.

El actual sacristán, Gumersindo Touriñán, fue testigo de aquellos hechos y es quien, de acuerdo con el párroco, muestra la joya a los visitantes, aunque también se puede ver los días de oficios religiosos.

Es una gran muestra iconográfica del cristianismo primitivo. Figura sobre una losa cuadrada de tipo calcáreo con los extremos de las letras ensanchadas. Corresponden al anagrama de Cristo en griego, XP, rodeadas de un círculo, que, según Pablo Sanmartín, secretario de A Rula, «simboliza a perfección e a totalidade». Entre los trazos que representan la cruz figuran las letras alfa y omega, principio y fin. En el anillo interior destaca una decoración biselada con una especie de estrella.

No son muy habituales estas piezas en Galicia. Los especialistas discuten si se trata de un elemento románico del siglo XII que fue tallado para ser incrustado en un muro de la iglesia a modo de cruz de consagración o si es en realidad de un elemento, «de indubidable calidade», producto de la importación, una pieza paleocristiana y datada en el siglo VI. Creen estos últimos que su presencia en Leis está relacionada con el proceso de cristianización de la Costa da Morte en los tiempos tardoantiguos de la dominación germana, como podrían atestiguar yacimientos próximos como los de Moraime (Muxía) o Tines (Vimianzo), de donde curiosamente Luis Monteagudo cuenta también que compró por 10.000 pesetas de sus ahorros la estela funeraria de Victorinus, ahora en el Museo Arqueológico de A Coruña. Afirma Pablo Sanmartín que «a grande maioría de modelos semellantes [al crismón muxián] son considerados prerrománicos».

Sin embargo, la iglesia de Leis es mucho más que este elemento tan singular. Está situada al borde de donde el río Grande do Porto se funde con el mar en la ría de Camariñas, en un paraje rural apacible en el que el tiempo de descompone entre tanto silencio. El pequeño templo atesora numerosas muestras románicas plasmadas por un taller itinerante de canteros derivados de las obras de la catedral compostelana, en las tres últimas décadas del siglo XII. Tiene muchos elementos comunes con otras del mismo estilo próximas, como las de Cereixo y Xaviña, en las que, posiblemente, operaran los mismos talladores.