Antonio Rivas, tras 18 meses con un vehículo eléctrico: «Los coches son buenos pero la red de carga es un desastre: viajar con ellos hoy es una aventura»

Olimpio Pelayo Arca Camba
O. P. Arca SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Sandra Alonso

Contrapone la situación de Galicia con Portugal: «Cruzas el Miño y en la primera estación de servicio te encuentras un muro de cargadores Ionity de alta potencia»

11 mar 2024 . Actualizado a las 12:42 h.

Antonio Rivas se compró un Cupra Born 100 % eléctrico, con batería de 58 kilovatios, en el año 2022 tras montar una instalación fotovoltaica su casa de Brión, cerca de Santiago: «Hicimos números, nos cuadraron y nos embarcamos en la aventura de la movilidad eléctrica». Porque así define este técnico de mantenimiento de aviones su apuesta: «Es una aventura porque está por desarrollar. Nuestro primer viaje, entre comillas, fue a Allariz a finales del 2022, y no sabíamos dónde íbamos a acabar ni cuándo, si volveríamos en grúa o si tendríamos que dormir de camino. Las aplicaciones de cargadores no son todo lo fiables que deberían, así que telefoneábamos a las estaciones de servicio donde se ubicaban, y la mayor parte de ellos no estaban operativos». Volvieron por O Carballiño, para abastecerse allí en un cargador rápido, y llegaron de noche a Brión.

Ahí comenzó Rivas a reflexionar que un eléctrico invita al slow life, «porque tienes que planificar mucho e ir menos rápido, con una conducción más eficiente; pero no por un compromiso ecologista, sino por propio egoísmo de que la batería te dure más y recorras más kilómetros». Él tiene la medida tomada a su Cupra Born: «Vamos bastante a Arteixo, partimos con batería a tope y si cogemos la AP-9 y la A-6, regresamos a Brión con un 18 % o un 16 % de batería, en esos aproximadamente 200 kilómetros. Si es por carretera, por Carballo, volvemos con el 50 %. El coche consume muchísimo menos en una nacional que en aceleración constante por autovía». En cuanto al coste de la carga, señala que enchufando en las horas de menor precio del kilovatio es muy económico, y también se beneficia de la instalación solar, «aunque es muy triste que un año y medio después aún no hayamos cobrado la subvención del Inega» para esa instalación doméstica.

En las cargas fuera de casa, un poco de todo: gratuitas en los dos cargadores públicos del Concello de Brión, y con «precios razonables» en el centro comercial As Cancelas de Santiago: «Por unos 3 euros recargamos el 40 % de la batería, hay sitios más caros». Pero considera que los 7 cargadores allí disponibles son muy escasos, en una red provincial para la que no escatima críticas: «Es mala, escasa, todo lo que te diga es poco. En A Coruña, en una estación de servicio cercana a la de autobuses, hay un poste de carga rápido precintado desde hace un año. Solo conozco puntos de recarga en algún párking subterráneo y alguna gasolinera hacia Marineda». Está el problema añadido de que en muchos casos son cargadores muy lentos, «como un enchufe de casa». Contrapone la situación a Portugal: «Cruzas el Miño y en la primera estación de servicio te encuentras un muro de cargadores de la red Ionity de alta potencia, después de recorrer la AP-9 sin uno solo».

Una infraestructura que lastra al eléctrico: «Los coches son buenos, funcionan muy bien, no contaminan y es un gustazo ir en silencio. Cuando me preguntan si el coche eléctrico sustituye al de motor de combustión, respondo que no de todos, pero de muchos sí podría serlo». Y explica que en Galicia es una buena opción para quienes recorren entre 50 y 150 kilómetros desde su casa en el rural a una ciudad o un polígono industrial: «No es económico en el desembolso inicial porque su coste es muy elevado, pero sí en el uso. Y es ecológico, al menos hasta que vaya al desguace, porque a ver qué hacen con las baterías».

Para grandes distancias, es distinto: «Tienes que hartarte de paciencia. Soy de Madrid, y si viajo allí no me complico: tengo un monovolumen que con el tanque de gasoil hace 900 kilómetros y llego en 6 horas. Sé que con el eléctrico hoy podría ir, porque hay súpercargadores en Xinzo, Benavente y la zona de Tordesillas. Podrían ser nueve horas».

La opción del híbrido enchufable

¿Cuál sería la opción de Rivas si tuviese un solo coche? «Con esta red de puntos y tiempos de recarga y de precios, yo personalmente me decantaría por un híbrido enchufable, que me diese más de 100 kilómetros de autonomía eléctrica. Porque hoy si tienes una emergencia que te obliga a salir de viaje, con un eléctrico te quedas vendido: no por el coche, sino porque las infraestructuras son las que son».

Únete a nuestro canal de WhatsApp

La provincia de A Coruña ronda los 270 puntos de recarga para eléctricos, ninguno en la AP-9

Que la autopista AP-9 continúe en el 2024 sin ningún punto de recarga para vehículos eléctricos puede establecerse como un síntoma definitorio para tomar el pulso a la red de electrolineras de la provincia de A Coruña. Y es que si difícil está resultando su expansión sobre el terreno, no lo es menos cuantificarla con exactitud. De acuerdo al mapa de la web Electromaps, que los localiza en cada ubicación concreta, la provincia coruñesa ronda los 270 puntos de recarga para vehículos eléctricos, si bien no todos ellos están en funcionamiento a día de hoy. Esta página es la que el Instituto Enerxético de Galicia (Inega) toma como referencia para informar de las electrolineras disponibles en la comunidad. El avance en la extensión es lento, e incluso en áreas concretas se reducen cargadores: en la ciudad de A Coruña son 19, la mitad que el año pasado.

La información de esta guía para quienes utilizan coches eléctricos está en constante evolución, porque son los propios usuarios los que aportan tanto fotografías de las instalaciones como su testimonio del funcionamiento que se han encontrado en los puntos de recarga. Aunque los conductores de los vehículos eléctricos prefieren no arriesgarse a quedarse tirados sin energía a un lado de la carretera y ver como una grúa se lleva su coche hasta un enchufe donde revivirlo, y consultan directamente por teléfono la disponibilidad real de cada poste de carga. En su mayoría están ubicados en concesionarios de automóviles, en centros comerciales y también en establecimientos hoteleros, así como en estaciones de servicio que van añadiendo esta opción a los demás combustibles.

Estas llamadas directas son la mejor alternativa, ante la diversidad de datos entre unas y otras plataformas. Baste señalar que el Geoportal disponible en la web del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, actualizado diariamente en precios de combustibles en estaciones de servicio (son cerca de 300 en la provincia coruñesa), registra únicamente en su apartado de puntos de recarga 54 en toda A Coruña, lo que da idea de su actualización y de lo que invita al automovilista a realizar la transición de los combustibles fósiles a la electromovilidad, ante semejante páramo de posibles áreas donde recargar baterías.

ADIF instalará 44 puntos en las estaciones de tren de San Cristóbal, Santiago y Ferrol

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) y ADIF Alta Velocidad darán un impulso a la red de recarga de vehículos eléctricos, con la instalación de 44 puntos en los aparcamientos de las estaciones de tren de A Coruña, Santiago y Ferrol. En la ciudad herculina los pliegos de adjudicación de los trabajos incluyen 14 puntos, con 7 en Ferrol y 23 en Santiago. En todos los casos se trata de cargadores lentos, con una potencia de 7,4 kilovatios. La compañía adjudicó los trabajos en toda España, con un plazo de ejecución de 30 meses, a Repsol Comercial de Productos Petrolíferos.

Desde ambas compañías indican que con la iniciativa «impulsarán el transporte limpio en los traslados desde y hacia las estaciones ferroviarias e incrementarán los servicios a los viajeros en estos espacios, llamados a convertirse en nodos de movilidad sostenible e inteligente». Expresan su apuesta por el desarrollo de la electromovilidad, al configurar una amplia red territorial de recarga de vehículos eléctricos con energía generada por fuentes renovables. Los trabajos forman parte del programa Ecomilla, que promueve la movilidad energéticamente eficiente y con cero emisiones en los desplazamientos de primera y última milla.

La OCU calcula un coste de 4,7 euros a los 100 kilómetros para un eléctrico, por 9,7 de un diésel y 11,4 del gasolina

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) hizo cálculos al finalizar el 2023 del coste por kilómetro de un eléctrico frente a motores de combustión. Estimando un consumo de 20 kilovatios/hora, y recargando en casa de noche en horario valle, el coste cada 100 kilómetros sería de 4,7 euros, una tarifa sensiblemente superior a los 1,9 que costaba en el 2020; un coche diésel (estimando la media en 6 litros de consumo), serían 9,7 euros (6,44 tres años antes), y se iría a 11,4 euros para un gasolina con consumo medio de 7 litros (8,25 en el 2020).

Los costes cambian si la recarga es fuera de casa. A mediados del 2023, la OCU indicaba que el coste por kilovatio podía ir de 0,25 a 0,50 euros; en cargadores rápidos (más de 50 kilovatios) llegaba hasta los 0,79 euros.