La larga carrera de obstáculos para adaptar en Santiago la vivienda de Diego Rey, enfermo de esclerosis múltiple

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Chocan con más barreras administrativas para tratar su casa contra las termitas

20 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La vida de Diego Rey y Esther Tubío está plagada de barreras, no solo físicas sino también administrativas, desde que, en junio del 2020, Diego presentó el primer síntoma de lo que en septiembre del aquel año se diagnosticó como esclerosis múltiple.

Si las barreras físicas se han ido superando a lo largo de estos casi cuatro años, las que les ponen las diferentes Administraciones son más «difíciles de superar, cuando supero una viene otra; es un paso adelante, y tres atrás», lamenta Esther Tubío.

El último episodio de su surrealista historia llegó desde el Concello de Santiago el pasado 15 de abril, y tiene que ver con las obras de adaptación que llevan a cabo en la casa familiar de la rúa das Hortas. Con motivo de los movimientos para vaciar la casa de muebles y otros enseres detectaron que tenían termitas, y «de acuerdo con lo que nos dijeron los técnicos, vienen de la calle». En su opinión, de la misma manera «que hacen planes de desratización deberían actuar contra las termitas, pero nos cae todo a los vecinos».

Para frenar su plaga, Esther contrató a una empresa especializada que aplicó un tratamiento en su casa, situada en el bajo del edificio. «Con el tratamiento en mi vivienda estoy tranquila, pero los resultados de la inspección dicen que hay termitas en la de la segunda planta». Pese a su insistencia para que la propietaria de esa vivienda hiciera el tratamiento, Esther se encontró con la negativa, y ante el riesgo que puede suponer para todo el edificio, decidió denunciar la situación ante el Concello. El problema surgió cuando le llegó la notificación municipal, en la que dicen que el informe de la empresa especializada, que ella misma presentó, no se detectan problemas graves en la estructura. Tras la consulta en el Concello, le indicaron que, pese a que el informe de su empresa apunta a que hay presencia de termitas en la segunda planta, esta es leve. Aun así, el Concello recomendó hacer un tratamiento preventivo en todo el edificio, pero los vecinos de Esther se niegan a ejecutar este tratamiento. Además, se les recuerda que deben entregar un informe del estado del edificio antes del 20 de mayo, por ser un inmueble de más de 50 años. Tampoco están sus vecinos dispuestos a realizar el informe. «La única salida es esperar al día 20 y después haré un escrito al Concello diciendo que yo quiero, pero ellos no». En este momento, «me dicen que les notificarán la obligación a todos y empezarán a multar».

«Si no hubiera dicho nada»

La mujer considera que «si yo no hubiera dicho nada, si hubiera hecho el tratamiento sin más y no digo nada, el Concello no se habría enterado de nada», pero se pregunta por lo que pasaría si «como dicen en la notificación, se producen daños en la estructura». La mujer considera que «con todo lo que tenemos encima, nunca recibo una buena noticia de la Administración».

Otra de las últimas fue la denegación de las ayudas de la Xunta para rehabilitación de vivienda, dentro de las dirigidas a adaptación para personas con discapacidad, «quedamos fuera, y la nueva convocatoria salió en Semana Santa. Estuve sin dormir varios días por el corto plazo para presentar la solicitud. Ya sabía de la anterior, que se la dan a los primeros, y veremos ahora».

La rehabilitación de su casa comenzó en noviembre del 2023, pero no sin antes superar numerosas idas y venidas al Concello para presentar todos los papeles. «No empezamos hasta noviembre, porque para la licencia aún pidieron otro papel que no habían solicitado», comenta cansada Esther. Ahora, esperan que los trabajos de readaptación de la casa terminen a lo largo del verano, y «esperamos que en septiembre podamos estar al fin en nuestra vivienda de vuelta».