Las visitas de Juan Carlos I retoman ya la frecuencia anterior a su exilio

Lars Christian Casares Berg
ch. casares PONTEVEDRA / LA VOZ

SANXENXO

CAPOTILLO

Se cumplen dos años de su regreso a España eligiendo Sanxenxo como destino

22 abr 2024 . Actualizado a las 09:45 h.

Las regatas de la categoría de los 6 metros han dado a Juan Carlos I una fórmula para retomar la normalización de su presencia en España después de que partiese a un exilio voluntario en Abu Dabi. En un mes en el que el rey emérito ha multiplicado su visitas a España, de la mano de eventos sociales como la boda del alcalde de Madrid, Martínez Almeida, Sanxenxo se ha convertido en una suerte de piedra angular para articular la normalización de su presencia en territorio nacional.

Juan Carlos I aterrizó en el aeropuerto de Vigo el 19 de mayo del 2022, hace ahora dos años, repitiendo el mismo escenario, Peinador, que lo había visto partir 22 meses antes, en agosto del 2020, hacia los Emiratos Árabes. El rey emérito salió del país en un momento que arreciaban las informaciones sobre su fortuna oculta. Una situación que, según el comunicado emitido entonces por la Casa Real, aconsejaba «trasladarse, en estos momentos, fuera de España».

La expectación que generó la noticia de su regreso entonces fue tal que la centralita telefónica del Concello de Sanxenxo estuvo «colapsada por el aluvión de llamadas interesándose por la visita del rey» y el alcalde, Telmo Martín, tuvo que cancelar su agenda para atender entrevistas. Hoy, dos años después la situación es bien distinta. La presencia de Juan Carlos I se ha normalizado, gracias a un goteo de visitas mucho más discretas que aquella. La falta de declaraciones públicas como las que hace dos años causaron revuelo y controversia y causaron malestar en la Casa Real han contribuido a normalizar la presencia del monarca emérito. Ya no se colapsa la centralita del Concello de Sanxenxo y los medios que siguen el día a día de Juan Carlos I en casa de su anfitrión, Pedro Campos, se han reducido a apenas un par de equipos de televisiones para secciones del corazón de diversas cadenas y a la prensa local.

Al igual que ahora, el rey emérito se alojó durante aquella estancia en Galicia en la casa de su amigo Pedro Campos, presidente del Real Club Náutico de Sanxenxo. Su llegada a la casa, una vivienda unifamiliar con vistas a la ría de Pontevedra, estuvo acompañada en aquel 2022 por gritos de «¡viva España!» y «¡viva el rey!», proferidos por varias decenas de vecinos.

La expectación fue enorme y el propio Pedro Campos reconocía, horas antes de desplazarse a Peinador, que estaban desbordados por la atención generada por su visita y que el emérito sentía «mucha ilusión por volver a España».

Hoy, dos años después, y con un día radiante como el de ayer, en el que la afluencia a Sanxenxo fue notoria, la presencia del rey se ha normalizado y vuelve a tener un perfil similar al anterior a su exilio, cuando también solía navegar en la ría de Pontevedra con normalidad y sin una excesiva atención mediática. No hubo multitudes para verlo bajar al puerto deportivo de Sanxenxo, que, por cierto, lleva su nombre, sino más bien una normalización total de su presencia en la ría de Pontevedra, que tanto conoce desde sus tiempos como alumno de la Escuela Naval de Marín.