La joya de la corona

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

Comienza la carrera de obstáculos para convertir el convento de Santa Clara, ahora dependiente de la Diputación, en el icono de la oferta cultural de Pontevedra

10 mar 2024 . Actualizado a las 10:43 h.

El convento de Santa Clara, una vez restaurado y remodelado para los usos culturales que se pretenden, se convertirá en el séptimo edificio del complejo museístico de la ciudad. Pero no se trata solo de una cuestión meramente numérica y ordinal. Santa Clara tiene que erigirse en la joya de la corona del Museo de Pontevedra y de la ciudad. Deberá ser el símbolo de la oferta cultural de la capital de la provincia.

La meta está puesta en que su estreno se produzca en el 2027, año en el que se cumplirá el primer centenario del Museo, una efeméride muy especial para una institución tan pontevedresa como tan ligada a la provincia y a Diputación, organismo del que ha dependido durante este siglo que está a punto de cumplir.

La conversión del antiguo cenobio en un espacio cultural de referencia respetando la forma original del recinto, pero con la necesaria adaptación a los estándares del siglo XXI, requerirá un enorme esfuerzo. Administrativo y económico. Las cifras que se barajan presuponen una inversión de algo más de 21 millones de euros para convertirlo en el edificio estelar del Museo. Imaginar que la cifra final de gasto se incrementará no es aventurado teniendo en cuenta que habrá casi tres años de ejecución entre trámites administrativos, obra propiamente dicha y, además, cualquier contingencia que pueda surgir en forma de hallazgos arqueológicos, dificultades estructurales y subidas de precios de materiales.

Urge un pacto

No se olvide que el convento data de la Edad Media. Tiene 750 años de antigüedad y lleva cerrado desde 2017 cuando la orden religiosa decidió abandonar las instalaciones que por tanto llevan casi ocho en desuso. La empresa es de campeonato.

En este tipo de proyectos, los tiempos son muy lentos. Desde que el Concello de Pontevedra acometió la negociación y compra de Santa Clara por 3,2 millones de euros pagados a tocateja en diciembre del 2021 a la orden de las Clarisas, todavía tuvieron que pasar dos años más hasta que Miguel Fernández Lores fraguó con Carmela Silva y César Mosquera, la posterior cesión a la Diputación de la propiedad del inmueble, firmada en el mismo cenobio el 3 de enero del 2023. Y aunque en paralelo el anterior gobierno bipartito de la Diputación convocó el concurso internacional de proyectos para la rehabilitación, terminó resolviéndolo el 3 de junio de 2023, cuando ya estaban en funciones después de haber perdido la mayoría en la corporación.

Un síntoma más de la manifiesta ausencia de un necesario consenso entre instituciones y partidos políticos sobre Santa Clara. Ha faltado desde el primer minuto una idea común estable. Es absolutamente imprescindible que cuaje un Pacto por Santa Clara que aúne esfuerzos de Diputación, Concello, Xunta y Gobierno central. Desde desatascar licencias municipales y autorizaciones de Patrimonio hasta repartir la financiación. De momento Alfonso Rueda ya comprometió 6 millones.

Es obvio que ni PSOE ni BNG, ni Mosquera ni Carmela Silva contaban con perder el control de la Diputación en los comicios municipales de mayo del año pasado. Venían tirando para adelante con su idea teniendo a José Manuel Rey, hasta ese momento director del Museo de Pontevedra, como brazo ejecutor, actuando como presidente del tribunal del concurso internacional de proyectos. Su concepto de convertir gran parte del convento, especialmente unos 2.000 metros cuadrados bajo los jardines exteriores, en un almacén subterráneo de los cuantiosos restos arqueológicos que conserva el Museo, chocó frontalmente con el enfoque del nuevo equipo de gobierno de Diputación y con Rafa Domínguez, responsable político como vicepresidente encargado del Museo.

El PP había pedido a Mosquera y Silva que no resolviesen el concurso estando en funciones, pero Domínguez se encontró con hechos consumados. La primera reacción fue frenar el resultado del concurso, probablemente precipitada, pero sirvió para sentarse a negociar con Nieto Sobejano Arquitectos, un replanteo de la propuesta ganadora que concordase el mantenimiento integro de los espacios verdes que rodean el cenobio con otros criterios museísticos. El resultado ha sido confirmar a ese acreditado estudio que redactará el proyecto de ejecución.

Programa para el 2024

En este punto hay una pieza clave: Ángeles Tilve, la nueva directora del Museo, nombrada por Domínguez en septiembre pasado, al haber perdido la confianza en el anterior responsable. Tilve, una profesional que atesora 35 años de experiencia y conocimiento de las necesidades del Museo, es una figura que concita consenso en su derredor y que ya ha acreditado su capacidad con el programa de exposiciones que en tiempo récord ha elaborado para este 2024 y que ha arrancado, con elogio general, con la muestra Castelao: o retorno a Galicia, 1984, inaugurada este pasado jueves en el sexto edificio del Museo, precisamente el que lleva el nombre del propio Castelao.

El papel de la nueva directora trabajando mano a mano con los arquitectos ganadores del concurso, será clave. En esta próxima semana, vendrá Fuensanta Nieto para ver con Ángeles Tilve sobre el terreno en Santa Clara, como dividir los espacios museísticos que se precisarán en el futuro séptimo edificio del Museo. Es decir, lo que se dice empezar la casa por los cimientos