Conviene estar en Fitur

PONTEVEDRA

El presidente del consorcio turístico de la Ribeira Sacra interviene el acto de presentación celebrado en Fitur
El presidente del consorcio turístico de la Ribeira Sacra interviene el acto de presentación celebrado en Fitur

La presencia continuada en esta feria no se puede disociar de la permanencia de Rías Baixas en el top ten de los destinos turísticos de España

28 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La excelente labor de promoción de las Rías Baixas como destino turístico preferente y en permanente alza se ha evidenciado un año más en la Feria Internacional que hoy concluye en Madrid. Fitur 2024 ha vuelto a acreditarse como un escaparate donde hay que estar, por su importantísima relevancia, tanto nacional como sobre todo internacional. Sin obviar que es un punto de encuentro donde se fragua cada año un volumen muy trascendente del negocio turístico, entre turoperadores, agencias y otros intermediarios que acuerdan con la oferta alojativa, lo que se plasmará en los próximos meses.

Galicia y la provincia de Pontevedra, junto con algunos concellos en particular, llevan muchos años asistiendo a esta feria, una presencia que no puede disociarse del hecho incontestable de que Rías Baixas haya escalado al top ten español de los destinos más elegidos por los turistas nacionales y extranjeros. En los últimos 15 años, Rías Baixas se ha afianzado en los puestos de cabeza, fluctuando entre el cuarto y el sexto lugar de ese escalafón. Aunque no todos los concellos que forman parte del destino decidan acudir —el caso más flagrante es la ciudad de Pontevedra— se genera una sinergia que beneficia a todos.

Cifras hablan

El balance de ocupación del 2024 que se acaba de conocer en estas fechas, al socaire de la celebración de Fitur, acredita que Rías Baixas ha vuelto a ratificar la condición de destino preferente. Su prevalencia en el 2023 queda evidenciada al haber alcanzado los tres millones y medio de pernoctaciones (200.000 más que en el 2022) lo que viene a confirmar su liderazgo absoluto en la comunidad autónoma.

Rías Baixas se ha convertido en el destino de referencia de entre todos los existentes en Galicia, muy por encima incluso del Camino de Santiago que pese a ser un icono mundialmente reconocible, no alcanza las cifras de quienes eligen Sanxenxo, Pontevedra, O Grove, Vigo, Bayona o la ría de Arousa.

Las cifras zanjan cualquier debate: el Camino registró oficialmente 446.035 peregrinos en el 2023; el destino Rías Baixas, multiplicó por siete a cuantos caminaron hasta Santiago. Y, además, sigue incrementando su efecto llamada entre los turistas internacionales con 805.000 pernoctaciones de extranjeros en nuestros hoteles, cámpings, casas de turismo rural y viviendas de uso turístico.

Una derivada más: el sector turístico supone ya el 11 % del Producto Interior Bruto de Galicia, pero en la provincia de Pontevedra, ya significa el 13 % del PIB, es decir casi 3.000 millones de euros en el año pasado. Asimismo, esa prosperidad se traduce en el empleo que genera. A pesar de la crisis de camareros que padecimos en la temporada pasada, los datos del Gobierno señalan que 36.500 personas trabajan en este sector, lo que supone un diez por ciento de la población ocupada en la provincia.

Algunos peros

No obstante, aún persisten algunos peros. Siendo las Rías Baixas el destino turístico de referencia de entre todos los existentes en Galicia, incluso muy por encima del Camino de Santiago como acreditaban las cifras anteriormente expuestas, la tarea más importante que seguimos teniendo administraciones, empresarios y ciudadanos es lograr emparejar ocupación, calidad y rentabilidad.

Aunque la afluencia de visitantes y la facturación no dejan de crecer de año en año ocurre, en cambio, que Rías Baixas sigue siendo uno de los destinos más económicos de España. En concreto, el sexto más barato entre las 44 zonas turísticas del Estado que fueron analizadas en un reciente estudio del Instituto Nacional de Estadística. El citado informe del INE refería que, por ejemplo, en el pasado mes de septiembre —cuando gozamos de una meteorología excelente— el precio de un alojamiento diario en un hotel de Rías Baixas iba 44 euros más barato que la media nacional. Se explica porque el coste medio diario de una estancia en hoteles de la provincia de Pontevedra en ese mes, se situó en apenas 73 euros por pernoctación. Y aunque refleja una subida de precios con respecto a las tarifas de 2022, seguimos estando en la parte baja del pelotón nacional. O sea, que Rías Baixas sigue siendo un destino de mucha calidad, muy barato.

Evidencia que tenemos por delante mucho margen de mejora. Debemos revalorizarnos si el fin a perseguir es calidad más que cantidad. Porque el riesgo que corremos desde hace años es morir de éxito y terminar masificados como pasa con otros destinos españoles absolutamente abarrotados. Véase Palma de Mallorca, por ejemplo. Está claro: antes de llegar a debatir si nos planteamos algún tipo de tope (tasa turística), procuremos hacer los deberes a tiempo para equilibrar oferta y demanda.

Otra de las asignaturas pendientes tiene que ver con la necesaria mejora de condiciones que acompañan una estadía más placentera de cuantos nos eligen cada año para venir a descansar. La movilidad y la conectividad como reclamaba hace un par de días Cesáreo Pardal, presidente del Cluster de Turismo de Galicia. No puede ser que sigamos condenados a un AVE incompleto; a autovías como la A-52 plagada de baches; aeropuertos con pocas conexiones y a padecer cada verano, apagones de telefonía móvil y de internet. Si somos un destino “Champions” no podemos tener servicios de regional preferente.