Cáritas alerta de una lista de espera «incontable» para una vivienda social

Andrea Otero LA VOZ / OURENSE

OURENSE

El comedor social de Cáritas reparte cada día una media de 400 raciones de comida.
El comedor social de Cáritas reparte cada día una media de 400 raciones de comida. MIGUEL VILLAR

El perfil habitual del demandante es el de una familia sin opción a un piso

30 ago 2022 . Actualizado a las 13:08 h.

El impacto de la crisis económica deja su huella en necesidades básicas, como es la del acceso a una vivienda. Cáritas Ourense lleva años ofreciendo medidas de acogida a través de diversos programas a personas en situación de exclusión social para que puedan tener un hogar. El objetivo de este proyecto es que estas personas puedan, a medio plazo, obtener su propia vivienda y sus propios medios de vida. El problema con el que se encuentran es la enorme demanda de viviendas sociales ante una oferta limitada por los recursos con los que cuentan. «La lista de espera es incontable», afirmó María Tabarés, directora de Cáritas Ourense.

El perfil del demandante de este tipo de recursos es, según explican, variado pero sobre todo cuentan con familias. Actualmente están en alojamientos de Cáritas Ourense una familia iraní, una ucraniana, una española y varias de Venezuela y Colombia. Aunque es una de las necesidades más básicas, no se trata del único problema al que tienen que hacer frente, ya que actualmente Cáritas reparte diariamente 400 raciones de comida en su comedor social. Además, están rehabilitando una nueva vivienda para destinarla a la acogida de personas en situación de exclusión. Se trata de una reforma que cuenta con un presupuesto de veinte mil euros. Por todo ello, la organización perteneciente a la Iglesia católica solicita a la ciudadanía y a las empresas ourensanas su apoyo.

Escasez

Las viviendas que se destinan a personas en situación de exclusión social desde Cáritas son diferentes en función de sus necesidades. Por una parte, cuentan con 22 en régimen de alquiler social destinadas a personas mayores de 65 años. Las personas que acceden a este tipo de recursos tienen a su disposición un grupo de educadores sociales que se encargan de sus necesidades. «Son como una familia», indica María Tabarés. Actualmente no hay plazas disponibles, por lo que cuentan con una extensa lista de espera. También ofertan un piso para personas que no puedan abonar el alquiler social en el que tampoco hay plazas libres.

Por otro lado, cuentan con 38 plazas en régimen de vivienda de acogida y que también están completas. Se destinan a personas que no pueden costearse un hogar . «La vivienda es un derecho fundamental», afirma Tabarés. Durante su estancia en estos pisos las personas pueden centrarse en la búsqueda de empleo, destacan.

Tres nadadores recaudan fondos solidarios

#EuNadoPorEles es un reto solidario impulsado por los nadadores ourensanos Jesús Carlos Quintas, Rafael Tabarés y Felipe Iglesias. A través de la iniciativa buscan financiación para el Programa de Vivienda de Cáritas Diocesana de Ourense. Hasta el momento han recibido un total de 2.200 euros en donaciones, una cantidad que no sería suficiente para su verdadero propósito: habilitar un nuevo piso social que necesita una inversión de veinte mil euros. Para este desafío solicitan la colaboración de particulares y empresas. Las donaciones se pueden hacer por transferencia bancaria ES90 0075 8909 1706 0089 0335 o por Bizum al 38150.

Felipe Iglesias, Jesús Carlos Quintas, María Tabarés, Rafael Tabarés y Susana Reboreda.
Felipe Iglesias, Jesús Carlos Quintas, María Tabarés, Rafael Tabarés y Susana Reboreda. Paula P. Ferreira

Susana Reboreda, presidenta del Club de Natación Escualos, promotor de la iniciativa, recordó que tras las vacaciones llega el momento de recuperar las acciones solidarias y que hay mucha gente trabajando de forma anónima por el derecho a la vivienda. El nadador Rafael Tabarés recalcó la importancia de este tipo de iniciativas para que no se quede en un reto puntual. «Al terminar el reto la gente seguirá necesitando hogares», indicó. Gente que no puede acceder a ciertas ayudas por la falta de recursos. «Población local, vecinos nuestros que lo están pasando mal», narró el nadador.