¿Sabe cómo está evolucionando el covid?

María del Mar Tomás Carmona
María del Mar Tomás Carmona MÉDICA MICROBIÓLOGA DEL CHUAC, INVESTIGADORA DEL INIBIC Y PORTAVOZ DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ENFERMEDADES INFECCIOSAS Y MICROBIOLOGÍA CLÍNICA

OPINIÓN

ALY SONG | REUTERS

18 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Recientemente, tres nuevas variantes del SARS-CoV-2 han sido descritas por investigadores internacionales. La primera, la XE —combinación de ómicron y su sublinaje silencioso BA.2 y detectada en enero en el Reino Unido— comienza a incrementar su incidencia en determinados países de Europa. Su comportamiento clínico parece ser semejante a la ómicron destacando fiebre, tos, mucosidad, cansancio y dolor de cabeza.

Las otras dos variantes, por el momento poco extendidas y también surgidas a partir de ómicron (BA.4 y BA.5), aún requieren investigaciones que determinen el impacto en la salud del paciente y en su respuesta inmunológica. La Organización Mundial de la Salud (OMS) realiza el seguimiento de dichas variantes a través del Comité de Emergencias emitiendo las recomendaciones oportunas en función de la evolución de la pandemia a nivel mundial.

Inicialmente, han declarado un descenso importante de la mortalidad asociada al covid-19 en muchos países gracias a la importante cobertura vacunal. Sin embargo, hacen un llamamiento a aquellos países donde la vacunación sigue siendo baja ya que junto con la relajación de las medidas sociales se favorece la transmisión elevada del virus y, por tanto, un riesgo importante de aparición de nuevas variantes.

El director general de la OMS ha manifestado: «En los países con elevada inmunidad de la población, hay una separación evidente entre casos, hospitalizaciones y muertes; en otros con menor acceso a las vacunas, el aumento masivo de contagiados ha provocado un gran número de hospitalizaciones e incluso un incremento de muertes por ómicron en comparación con las oleadas anteriores».

Tres son los posibles escenarios que podrían plantearse en los próximos meses: el primero y más probable, que el virus siga evolucionando y que la gravedad de la enfermedad se reduzca con el tiempo a medida que aumenta la inmunidad. Un segundo escenario, más optimista, que las variantes que surjan sean menos graves siendo incluso innecesarias las dosis de refuerzo o nuevas vacunas, y finalmente, el escenario menos halagüeño y también menos probable, una nueva variante más virulenta y altamente transmisible.

Por todo lo explicado, debemos seguir protegiendo a la población vulnerable y mantener la vigilancia clínica y epidemiológica, para estar en alerta frente a aquellas variantes que puedan ocasionar un riesgo sanitario.