Los lucenses empezaron mal, pero consiguieron forzar una prórroga milagrosa
30 may 2021 . Actualizado a las 18:17 h.El Río Breogán cayó por 88-79 en el pabellón del Palma Bahía San Agustín en un encuentro en el que echó de menos la mejor versión de su pívot titular, Kevin Larsen. El danés arrancó en el banquillo y solo jugó apenas 14 minutos. De esta forma, Palma fuerza el tercer partido de la serie y la eliminatoria volverá a Lugo el sábado para llevar a cabo el desempate.
Arrancó el Breo el primer cuarto con Kevin Larsen en el banquillo y Seydou Aboubacar en el quinteto inicial. El danés, que llegaba con molestias en un tobillo tras un esguince leve en el primer partido de la serie, comenzó el partido en la banda por decisión técnica, y ni siquiera llegó a pisar la pista en todo el primer tiempo. Sin canastas en juego durante los tres primeros minutos del encuentro (0/12 en tiros de campo entre ambos equipos), el partido comenzaba a definirse como uno de esos encuentros de puro playoff, con dos defensas muy intensas y que intentaban forzar las pérdidas y los tiros punteados del rival. Ambos equipos funcionaron muy bien en su lado de la pista, y solo el Breogán conseguía anotar desde la línea del tiro libre. La primera canasta de Palma, de hecho, vino precedida de un robo de Harrell que le dejó solo ante el aro. Diez errores seguidos del Breo terminaron con un triple de Soluade, pero la maquinaria celeste tardó más tiempo del esperado en comenzar a carburar.
Diego Epifanio buscó un cambio de dinámica que no llegaba sustituyendo a todos los jugadores exteriores del Breogán, que estaba 13-5 abajo tras encestar 4 canastas rápidas Bahía San Agustín. Salvo dos anecdóticas canastas de Ahonen y Arco, el dominio de los locales seguía patente, yéndose 21-10 al final del primer cuarto.
La incorporación del finlandés, que con dos canastas y una asistencia de triple acercaba a su equipo en el marcador, fue una de las pocas píldoras de ánimo de las que tiraban los visitantes para evitar que sus rivales se fuesen demasiado en el marcador. A mediados del segundo cuarto, el exjugador de COB y Oviedo se vistió de Stephen Curry y empezó a castigar a sus rivales con su fiable tiro. Se puso en 10 puntos rápidamente y habilitó a sus compañeros para que lanzasen tiros abiertos, lo que ayudó al Breo a recortar la distancia en el luminoso. No podía con los arreones de Palma el Río Breogán, que se iba al descanso trece puntos abajo y con una sensación de haber sido atropellados por un tren de mercancías.
Salió Kevin Larsen a la pista al inicio de la segunda parte. Parecía esta la única opción que tenía el Breogán para engancharse al partido. En sus dos primeras acciones, el danés provocó una falta bajo el aro tras un rebote ofensivo y encestó una canasta de cinco metros estando defendido. Tras un minuto en la cancha, ya marcaba la diferencia. Jawara, el pívot de los locales, empezaba a verse sobrepasado al tener que defender a Larsen, que salía fuera de la zona con comodidad, y al mismo tiempo estar atento a las ayudas.
En un intercambio de canastas entre Ahonen, Harrell, Soluade y Kullamae, el partido por fin se puso realmente divertido y ambos equipos se echaron al ataque. El tercer cuarto fue el de revelación del Breogán, con grandes minutos de Sollazzo, Ahonen y Larsen. Recortó ocho puntos el Breo, que se fue al último parcial con 56-51 en el marcador.
En un parpadeo, los de Epi se metieron de lleno en el partido. Cuando más cerca parecían tenerlo, un parcial de 7-0 para los locales volvió a desequilibrar el partido. Los lucenses tuvieron que remar una vez más a contracorriente, que consiguió llegar con empate a los últimos segundos, en los que una mala gestión de balón de Sollazzo provocó que nos fuéramos a la prórroga.
En el tiempo extra, continuó la batalla que estuvimos presenciando durante la segunda parte del encuentro, y solo las individualidades de Palma hicieron que se llevasen finalmente el partido por 88 a 79. Los mejores: Kullamae, Harrell y Jawara. La serie vuelve a Lugo y los celestes tendrán un partido a vida o muerte para avanzar a la siguiente fase del playoff.