Así es el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) que sufre David Beckham

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez LA VOZ DE LA SALUD

EN REDES

MAJA SMIEJKOWSKA | REUTERS

Netflix acaba de estrenar una serie documental sobre la vida del exfutbolista donde revela muchas conductas que sufre a raíz de padecer TOC

06 oct 2023 . Actualizado a las 14:27 h.

Ayer se estrenaba en Netflix Beckham, una serie documental en la que el exfutbolista, de 48 años, hace un repaso por su vida. Entre las confesiones que hace sobre su faceta tanto personal como profesional, revela que padece Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). «Cuando todos están en la cama, yo voy por ahí limpiando las velas, configurando luces, asegurándome de que todo está ordenado. Porque odio bajar por las mañanas y que haya tazas. platos y cuencos. Cansa coger todas las velas, limpiarlas, recortarles la mecha. Recorto las mechas y limpio el cristal. Lo que más odio es el humo del interior de una vela. Es raro, lo sé», indica. «Es así de perfecto», contesta su mujer, Victoria, con cierta ironía.

Una obsesión por el orden y limpieza que también mantiene en su armario. O mejor dicho, armarios: tiene uno para las camisas, camisetas. jerséis y chaquetas; otro para los pantalones; y un tercero para los trajes. Además, apila las camisetas por colores en diagonal, para poder verlas todas. 

David Beckham ya había revelado, cuando todavía era futbolista, que lo padecía. «Todo debe estar ordenado en línea recta y las cosas siempre deben ser pares. Cuando meto los refrescos en la nevera, deben ser números pares, si son impares quito uno y lo meto en un armario distinto. Si voy a un hotel, antes de relajarme tengo que poner todos los panfletos y los libros que haya en la habitación dentro de un cajón. Todo debe estar impecable», explicó a la cadena de televisión británica ITV en 2006, siete años antes de su retirada. 

¿Qué es el TOC?

El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es una condición de la salud mental. Las personas que lo padecen experimentan pensamientos involuntarios, irracionales y repetitivos, llamados obsesiones. Estas generan ansiedad, angustia y miedo en el paciente, quien se ve obligado a realizar acciones compulsivas (compulsiones o rituales), en su intento por neutralizar las sensaciones desagradables asociadas a las obsesiones. 

Es decir, la persona puede ignorar o detener sus obsesiones, pero eso solo aumenta su sufrimiento emocional y ansiedad. Esa es la razón por la que siente la necesidad de realizar actos compulsivos para tratar de aliviar el estrés. A pesar de los esfuerzos por ignorar o deshacerse de los pensamientos o impulsos que molestan a la persona, estos acaban volviendo una y otra vez, conduciendo a más comportamientos ritualistas y a lo que se conoce como el círculo vicioso del trastorno obsesivo compulsivo. 

El círculo vicioso del TOC

«Lo que irrumpe primero en la mente es la obsesión. Es un pensamiento que te produce mucho malestar y que necesitas resolver. Y puede ser sobre cualquier cosa. Los TOC típicos, como el miedo a contaminarse, son muy descriptivos porque son visuales y nos ayudan a hacer una idea rápida de lo que es, pero en realidad, en consulta, vemos muchos otros», explica Nieves Álvarez, psicóloga colaboradora en la Asociación TOC Madrid.

«Por ejemplo, me puedo obsesionar con que he atropellado a alguien y no me he dado cuenta, tener un impulso descontrolado y que hiciera daño a mi hijo, o que por culpa de que yo hiciera algo incorrectamente pueda llegar a enfermar mi familia. Precisamente uno de los criterios para que sea TOC es que esas ideas sean bastante bizarras y que no están muy conectadas con preocupaciones normales de la vida real, porque si se tratase de estas últimas, en realidad estaríamos hablando de un trastorno de ansiedad generalizado y no de TOC», añade.

Las compulsiones son comportamientos repetitivos que la persona se siente impulsada a realizar y que tienen como objetivo reducir la ansiedad relacionada con las obsesiones o evitar que algo malo suceda. «Lo que te persigue y no te deja en paz son las obsesiones, el pensamiento que está prácticamente 24 horas en tu cabeza. Eso es lo que hace que por momentos necesites compulsionar para quedarte más tranquilo, pero esa calma solo dura unos minutos y al rato vuelve otra vez. Realmente lo que la persona más sufre es el hecho de no poder deshacerse de ese pensamiento que prácticamente no les permite hacer nada», asegura Álvarez.

Posibles contenidos de esas obsesiones

El contenido de las obsesiones pueden ser diferentes temas. Quizás el más conocido es el de la limpieza, que incluye obsesiones de contaminación (sentirse sucio o contaminado) o la nasofobia (temor a contraer enfermedades infecciosas). Otro tipo, también común, son aquellas relacionadas con la duda o comprobación: tener que ir a la puerta varias veces para comprobar que está cerrada. Al igual que la del orden o la simetría, controlar y organizar el entorno (el que sufre el propio Beckham). 

«Es importante destacar que, normalmente, la persona con TOC es consciente de lo absurdo de su pensamiento, e incluso se avergüenza de él, pero no puede resistirse a realizar la compulsión para aliviar la tensión interna que padece», indica Cristian Llach, psiquiatra, en su libro En el laberinto. Guía ilustrada de Psiquiatría (Ariel, 2023). 

No obstante, Álvarez recalca que no le gusta hablar de distintos tipos de TOC porque «en realidad solo hay un TOC que es que te viene a la mente una obsesión con lo que sea y necesitas hacer una conducta para eliminar ese malestar». De esta forma, el tema de la obsesión y de la compulsión es indiferente porque estas pueden ir cambiando a lo lago de la vida: «El problema del TOC no es el contenido, sino la emoción que provoca, porque no te deja ver con claridad».

¿Cómo saber si es TOC o simplemente, manía?

Según indican desde National Institute of Mental Health (NIH), no todos los rituales o hábitos son compulsiones. Todos hemos vuelto, en algún momento, a comprobar las cosas. Sin embargo, las personas con este trastorno: 

  • No pueden controlar sus pensamientos obsesivos o comportamientos compulsivos, incluso cuando reconocen que esos pensamientos o comportamientos son excesivos. 
  • Dedican al menos, una hora diaria, a esos pensamientos obsesivos o comportamientos compulsivos. 
  • No sienten placer al realizar conductas o rituales compulsivos, pero pueden sentir un breve alivio de la ansiedad provocada por los pensamientos obsesivos.
  • Experimentan problemas significativos en su vida diaria debido a estos pensamientos o comportamientos.

Según la Confederación de Salud Mental España afecta igual a hombres y mujeres, y generalmente aparece entre los 20 y los 25 años. «Lo que sucede es que suele ir a más. Empieza como una pequeña manía o algo anecdótico, pero llega un momento en el que se vuelve inabordable», precisa Álvarez. 

¿Cuáles son las causas del TOC?

No se conoce aún cuál es la causa del trastorno obsesivo compulsivo (TOC), pero estudios genéticos sí evidencian que tiene una relación con algunos trastornos por tics como el de Tourette. Además, se han encontrado alteraciones en la función de los circuitos cerebrales que comunican una zona del encéfalo, los ganglios basales, con la corteza cerebral. 

Debido a la eficacia que presentan los antidepresivos inhibidores de recaptación de serotonina (ISRS) en el tratamiento de este trastorno, se piensa que puede deberse a una alteración de la serotonina. 

¿Existe tratamiento?

Aunque una de las creencias populares es que no existe tratamiento para las personas con TOC, no es cierto. Existe la vía farmacológica, la psicoterapia o la combinación de ambas, que ayudan a controlar los síntomas. «Se considera un trastorno de curso crónico y episódico. A veces tienes más síntomas y a veces menos, aunque también existen casos de curación. Pero realmente tenemos que trabajar con que el trastorno sea crónico, porque lo que queremos enseñar es a convivir con ello. Y cuando convives con ello sin que te genere malestar, es como si no lo tuvieras», considera Álvarez.

«El tratamiento del TOC es parecido al de los trastornos depresivos, aunque con algunos matices. En primer lugar, en el TOC está claramente indicada la psicoterapia cognitivo-conductual y, en concreto, un subtipo llamado 'terapia de exposición con prevención de respuesta' (EPR), que tiene tanta eficacia como la medicación o más», explica Llach. De esta forma, los profesionales que aplican esta técnica acompañan al paciente a exponerse progresivamente a situaciones relacionadas con sus obsesiones, como escenarios desordenados o sucios, por ejemplo. 

Esta última terapia requiere esfuerzo y práctica, pero implica una mejor calidad de vida. «Las dos técnicas principales que se implementan en esta terapia son la exposición y la prevención de respuesta. La prevención de respuesta sería prevenir que tú emitas la respuesta que siempre sueles emitir a tu obsesión, que es la compulsión, y hacer una conducta alternativa que sea mucho más eficaz. Ahí es donde aplicamos la prevención de respuesta: tratar que no hagas el ritual o no lo hagas de la misma forma que lo hacías. Y luego la parte de la exposición trata más la parte cognitiva de la obsesión», expresa Álvarez.

Personas con altas capacidades y buena gestión de los problemas

Álvarez señala que las personas con TOC suelen ser impulsivas, impacientes, perfeccionistas, autoexigentes, con mucha dependencia de la opinión de los demás, muy poca tolerancia a la incertidumbre y «aunque son personas bastante inseguras, al mismo tiempo tienen un puntito narcisista». Por eso, «todos estos rasgos de personalidad en un niño o adolescente todavía no se han desarrollado del todo, por lo que podemos trabajar en todo esto. Porque hay muchos rasgos de personalidad que puedes evitar y que te protegen de sufrir en el futuro».

Con todo, también suelen poseer una inteligencia superior a la media. «Muchos de ellos comparten el diagnóstico de altas capacidades. Son personas capaces de tener un pensamiento como de ruido de fondo, como es el TOC, y al mismo tiempo seguir con sus vidas», afirma la psicóloga. 

Además, debido a la gestión que tienen que hacer del trastorno, es habitual que cuando se presenta un problema real en sus vidas, lo saben afrontar muy bien: «En realidad son personas con mucha capacidad y evidentemente, cuando hay un problema real, lo gestionan muy bien. Saben a lo que se enfrentan y con qué variables cuentan a la hora de resolverlo. El problema con el TOC es que ellos luchan frente a un problema que no es real, que solo está en su cabeza; por eso no son capaces de manejarlo». 

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.