La disputa por la memoria de la guerra de las Malvinas

Cecilia Valdez E. LA VOZ / BUENOS AIRES

INTERNACIONAL

Recortes de periódicos, revistas y cartas entre combatientes y familiares conforman la exposición
Recortes de periódicos, revistas y cartas entre combatientes y familiares conforman la exposición C. V.

Una muestra de la Biblioteca del Congreso de Argentina aborda el impacto del conflicto con recortes de prensa, revistas y cartas entre excombatientes y familiares

06 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La guerra de las Malvinas es un hecho que marcó a fuego la historia argentina y que provocó el desenlace de una de las dictaduras más siniestras que haya conocido el Cono Sur (1976-1983). Estos días Argentina hace memoria de una guerra que comenzó el 2 de abril de 1982 y finalizó, con su rendición ante el Imperio británico, el 14 de junio de ese mismo año. Como parte de las actividades de conmemoración, la Biblioteca del Congreso de la Nación organizó la Muestra Malvinas, un recorrido historiográfico del conflicto en el que se puede ver el falso relato del triunfo argentino del que daban cuenta algunos medios de la época, los pormenores diplomáticos alrededor del mundo y las conmovedoras cartas entre los excombatientes y sus familias.

Muchos de los escritos a los soldados, como miles de regalos que la población se encargó de recolectar para enviar a quienes peleaban en las islas, nunca llegaron a destino. Las denuncias sobre este hecho se multiplicaron por cientos a lo largo de los años, pero algunas de las que sí llegaron hoy forman parte del archivo del Centro de Documentación Epistolar y sirven para dar cuenta del enorme padecimiento de los ciudadanos y sus familias.

A punto de recibir la baja de lo que por entonces era el servicio militar obligatorio, Ernesto Alonso fue enviado a las islas. «Tres días antes de las Malvinas nos habían acuartelado para prepararnos para una posible represión. La declaración de guerra nos tomó por sorpresa a todos. Y así fuimos, con una falta de preparación total», afirma Alonso. Un 70 % de los soldados que pelearon en las Malvinas tenían menos de 25 años, tal y como se puede ver en las fotos de la exposición, pero, además, eran jóvenes sin preparación militar ni equipos, que debieron soportar condiciones de vida prácticamente infrahumanas y el maltrato de sus propios superiores.

La muestra se divide en dos espacios en los que se ve reflejado, por un lado, lo que algunos medios —autorizados por el gobierno militar para llegar a las islas— decidieron mostrar y, por el otro, la realidad de las cartas. La portada de la revista Gente del 6 de mayo, una de las publicaciones más importantes de ese momento, con el título Estamos ganando, es una síntesis del relato oficial y contrasta fuertemente con el testimonio de los soldados que expresan su deseo de ganar la guerra, pero también, y fundamentalmente, la angustia del frío, el hambre, la soledad y el terror que vivían. 

«Me aburro mucho, tengo hambre, extraño y lloro mucho», escribió Silvio desde las islas el 17 de mayo. En otra de las cartas de un familiar del 26 de mayo también se puede leer: «No sabés la bronca que me da cuando recibimos tus cartas y nos contás que no has recibido ninguna noticia de nosotros». Más arriba, en la misma carta, le cuenta lo que ya le había escrito en otras misivas. Cuatro días antes de la portada de Gente, el Reino Unido había hundido el crucero ARA General Belgrano y causado la muerte de 323 navales, pero la revista no menciona el suceso.

Ernesto Alonso llegó a las islas el 15 de abril sin haber sido notificado de ello. «Nos habían dicho que íbamos al sur a cubrir a las unidades militares que estaban preparadas para las condiciones climáticas de alta montaña y a la retaguardia por el conflicto chileno (por el canal del Beagle). Justo cuando llegamos a río Gallegos (Santa Cruz), nos dijeron que íbamos a cruzar a las Malvinas. Imagínate la sorpresa para un pibe de 19 años. Yo nunca había viajado al sur ni me había subido a un avión. El día 1 de mayo, con el primer bombardeo, ya supimos que eso era una guerra», recuerda.

La de Alonso es una más de tantas historias de tantos soldados que disputan el sentido de la guerra, pero mientras la suya es la de un sobreviviente, las historias que se leen en los paneles de la exposición dejan la duda de si, quien escribió eso, logró salir con vida o no. La guerra terminó con 649 muertos del lado argentino, 255 del Reino Unido y tres civiles isleños; y los veteranos argentinos calculan que hubo entre 300 y 500 suicidios tras el conflicto. La derrota militar obligó a la dictadura a convocar elecciones.