Rajoy y González coinciden en la necesidad de combatir los populismos

Brais Suárez
Brais Suárez LISBOA / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Los exjefes de Gobierno Felipe González, Francisco Pinto Balsemão, Mariano Rajoy y António Costa, durante la segunda edición del Foro La Toja - Vínculo Atlántico en Lisboa.
Los exjefes de Gobierno Felipe González, Francisco Pinto Balsemão, Mariano Rajoy y António Costa, durante la segunda edición del Foro La Toja - Vínculo Atlántico en Lisboa. BRAIS SUAREZ

Exlíderes españoles y lusos reivindican el consenso entre partidos moderados y apuestan por un frente común de Europa en política exterior y de defensa, en el foro de La Toja-Vínculo Atlántico en Lisboa

09 abr 2024 . Actualizado a las 21:47 h.

La idea quedó clara: combatir los populismos y apostar por una política de defensa y de exteriores común para toda la Unión Europea. Sin embargo, no fueron tan expeditivos con las soluciones los expresidentes españoles Felipe González y Mariano Rajoy, ni los ex primeros ministros lusos Francisco Pinto Balsemão y António Costa, reunidos este martes en el Foro La Toja-Vínculo Atlántico.

Esta edición, la segunda que se celebra en Lisboa, se ha centrado en reflexionar y homenajear el recorrido democrático que inició la península ibérica hace ahora 50 años con la Revolución de Abril, que puso fin a la dictadura portuguesa solo un año antes del inicio de la transición española. «Portugal es ahora para mí un ejemplo, porque son capaces de preservar el espacio de centralidad» sin depender de «radicales» y «evitar la confrontación», dijo Felipe González.

También António Costa reivindicó el papel de los partidos moderados y la necesidad de esquivar la polarización. «Una de las fuerzas de nuestra democracia es haber mantenido el sistema de dos grandes partidos», profundizó Costa, que confesó que «estoy aprendiendo a ser ex primer ministro en compañía de uno de mis héroes», en alusión a González. El socialista luso quiso restar importancia al crecimiento de Chega, ya que afirma «las últimas elecciones se celebraron en condiciones muy extrañas».

Mariano Rajoy consideró que «los partidos populistas desaparecerán», y puso de ejemplo a Podemos, sin mencionar a Vox. Fue la pregunta no resuelta, porque, si bien todos se opusieron a los pactos con partidos radicales, ninguno definió qué entienden como tal. 

Estados Unidos de Europa

Rajoy, que apuntó a los populismos como el «enemigo interno de la democracia», también señaló la inestabilidad mundial como un peligro que Europa debe combatir conjuntamente: «No sé en qué plazo ni cómo, pero no veo alternativa a unos Estados Unidos de Europa (una federación europea)», sobre todo en materia de defensa y exteriores. Costa, que sigue sonando para un cargo en Bruselas, fue algo más escéptico y explicó que «una federación es tentadora, pero muy difícil para un conjunto de 27 Estados, cada uno con sus visiones marcadas por su historia» y puso de ejemplo a EE.UU., que se formó «destruyendo las poblaciones indígenas». Eso sí, reconoce que «no podemos tener autonomía estratégica global desde el proteccionismo».

Balsamão puso sobre la mesa la necesidad de explotar «nuestra comprensión de América Latina» y dirigir a la UE en materia de relaciones con el «aliado natural» que es Iberoamérica. De lo contrario, España y Portugal seguirán siendo «irrelevantes en Europa».

González criticó el «ombliguismo» europeo, porque «cada vez que hay un conflicto en Europa, creemos que es mundial», dijo en alusión a Ucrania y al antigua Yugoslavia, sin atreverse a señalar el gran tema ausente del foro: la matanza de Israel en Gaza. Coincidieron también Rajoy y González en que «ahora se vive mejor que hace 50 años, y por eso podemos ser optimistas». Costa, de nuevo, puso la puntilla: «el FMI señala un aumento de las desigualdades. Aunque estemos mejor que nunca, eso crea una fractura social muy fuerte» explicó, y explicó que es necesario «integrar a las nuevas generaciones, que sienten que vivirán peor. Es un problema esencial».

Rebelo de Sousa: «La cooperación transfronteriza es esencial para la cohesión de nuestros territorios» 

Como en pasadas ediciones, el foro ha servido para abordar problemas y desafíos comunes de España en Portugal, así como para poner en valor sus relaciones bilaterales, que el nuevo ministro de Exteriores luso, Paulo Rangel, elogió. «Nunca ha habido una relación como la actual. No es una coincidencia, sino el resultado de que nuestros dos pueblos hayan elegido consciente y voluntariamente la democracia», dijo Rangel, confesándose un gran conocedor de España.

También el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, dijo, en una alocución grabada, que «es una relación muy íntima, casi umbilical, en el marco extendido de desafíos globales» y «con vínculos estratégicos y mimetismos coreográficos». Además, como respuesta a las nuevas realidades demográficas que viven ambos países, y que han derivado en problemas de despoblación en el rural y de vivienda en los núcleos urbanos, dijo que «la cooperación transfronteriza es esencial para la cohesión de nuestros territorios».

«Ya hemos sido descubridores, colonizadores, emigrantes… y tenemos una forma de ver el mundo» propia y distinta a la de otros socios europeos, señaló António Costa. En ese sentido, Rangel destacó la importancia de haber ido de la mano en la instauración de la democracia, la adhesión a la UE y las últimas décadas «de una modernización convergente». «Cuando empezamos a mirarnos cara a cara y a cooperar, los obstáculos eran más imaginarios que reales. Era fácil avanzar en todos los sentidos», recordó Felipe González.