La falta de apoyos obliga a Wilders a renunciar a ser primer ministro de los Países Bajos

La Voz REDACCIÓN

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Geert Wilders, a su llegada al Parlamento de La Haya.
Geert Wilders, a su llegada al Parlamento de La Haya. Bart Maat | EFE

El gabinete que está ahora sobre la mesa es «un gobierno extraparlamentario» formado por políticos de partido y por tecnócratas

14 mar 2024 . Actualizado a las 18:51 h.

Cuatro meses después de las elecciones en los Países Bajos, el líder de la extrema derecha Geert Wilders se ha visto obligado a renunciar a ser primer ministro para tratar de formar Gobierno con un acuerdo de mínimos con otros tres partidos de centroderecha. Wilders consideró «injusto» y «anticonstitucional» no tener suficiente apoyo para ser primer ministro, a pesar de haber ganado las elecciones del 22 de noviembre, pero prometió buscar un acuerdo de coalición en la que su partido aún «logre mucho» para sus votantes.

En un intento de desbloquear el diálogo, los líderes de los cuatro partidos que intentan formar gabinete han decidido dar un paso atrás en su aspiración a ocupar el cargo a primer ministro para facilitar las negociaciones y formar un ejecutivo formado por políticos, pero también por expertos no vinculados a ningún partido, informa Efe. Esto supone que Wilders, líder del PVV, el partido con más escaños en el Parlamento (37 de sus 150), tampoco liderará el futuro Gobierno si llegan a buen puerto las negociaciones que comenzarán una vez haya debate parlamentario sobre esta propuesta y una mayoría de los diputados acepte que se negocie está fórmula.

«Solo puedo convertirme en primer ministro si todos los partidos de la coalición lo apoyan. Ese no es el caso. Me gustaría formar un gabinete de derechas, para que haya menos asilo e inmigración. Los neerlandeses son lo primero. El amor por mi país y mis votantes es grande y más importante que mi propia posición. Adoro los Países Bajos», señaló Wilders, tras haberse filtrado a la prensa local la nueva fórmula de gobierno.

Los otros tres líderes que también han renunciado a la jefatura del gobierno son la liberal de derechas Dilan Ye?ilgöz (VVD), el democristiano Pieter Omtzigt (NSC) y Caroline van der Plas, líder del partido de los granjeros BBB, que, al igual que Wilders, serán todos diputados y seguirán haciendo su trabajo desde el Parlamento, y no en el Gobierno.

A principios de febrero quedó claro que estos cuatro partidos no tenían una base suficiente como para formar un gabinete de coalición con una mayoría parlamentaria, en especial por el rechazo de Omtzigt al programa electoral de Wilders, por lo que los cuatro líderes iniciaron una nueva fase de diálogo para buscar fórmulas alternativas.

«Gobierno extraparlamentario»

El exsenador socialdemócrata Kim Putters, que ha sido el encargado de supervisar el diálogo durante estas semanas, entregará este jueves un informe al Parlamento con sus conclusiones y la Cámara convocará un debate para la próxima semana sobre su contenido.

Además, según han asegurado fuentes del diálogo a los medios neerlandeses, el gabinete que se tratará de formar será lo que se conoce como «gobierno extraparlamentario», que tiene lazos menos rígidos con los partidos, frente a una coalición convencional apoyada por mayoría parlamentaria, pero estos grupos proveerán ministros de sus propias filas, mientras que otros serán elegidos en base a su experiencia, sin estar sujetos a la disciplina partidista.

Esto ha sido siempre una exigencia de Omtzigt y esta fórmula da más influencia al Parlamento, y menos espacio a los partidos políticos.

También se espera que el acuerdo de coalición que alcancen sea más conciso y corto, y sirva como una guía sobre temas clave, como la inmigración y el gasto público, pero dejará en manos de los ministros la implementación, lo que podrá acortar la siguiente etapa, que sí entrará en la fase de negociaciones, puesto que hasta ahora ha sido un diálogo básico sobre la posibilidad de que se pueda abrir esa siguiente fase de negociación.

La presión sobre este diálogo aumentó después de que el nombre de Mark Rutte, primer ministro en funciones, empezara a sonar fuerte como posible secretario general de la OTAN, lo que, según medios neerlandeses, podría incluso decidirse en abril.

Esto llevaría a los Países Bajos a una situación sin precedentes, en la que habría que elegir otro primer ministro interino hasta que los ganadores de las elecciones lleguen a acuerdos.