El poder de Taylor Swift en las próximas elecciones de Estados Unidos: ¿podría influir en el resultado?

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Joe Camporeale | REUTERS

La megaestrella del pop mundial, que tiene 300 millones de seguidores, se pronunció a favor de los demócratas en los anteriores comicios: ¿puede inclinar ahora la balanza?

13 feb 2024 . Actualizado a las 15:54 h.

Taylor Swift es, a sus 34 años, la artista más poderosa del momento. Y ese poder —que se mide en oyentes, seguidores, premios y millones de euros— puede influir en el futuro de la democracia estadounidense. La revista Time la nombró persona del año 2023 y resumía así la envergadura de su fenómeno: «Los logros de Swift como artista, tanto cultural y comercialmente, como en la crítica, son tan abundantes que contarlos es casi tarea inútil». La publicación la colocaba al mismo nivel que Elvis Presley, Madonna o Michael Jackson. Es decir, entre las mayores estrellas del rock y el pop de nuestra historia. 

Su gira, The Eras Tour, ha recaudado hasta ahora 1.300 millones de dólares y ha generado otros 5.500 millones, a falta todavía de 85 conciertos. Semejantes cifras convierten a Swift en un activo para la economía estadounidense. La Reserva Federal la mencionó en su último informe sobre la situación económica del país, señalando que la oleada de turistas que viajaban para asistir a sus shows estaban reflotando la economía de varias ciudades.

Es la artista de mayor éxito de esta época, y eso tiene consecuencias. Su opinión influye inevitablemente en las masas, y los políticos lo saben. Por eso, de cara a las elecciones presidenciales que se celebrarán a final de año, el apoyo de Swift es el más codiciado de todos. El diario The New York Times desveló el mes pasado que el presidente Joe Biden tenía a la cantante en el punto de mira para sumar apoyos influyentes a su campaña. «La posición de Taylor Swift es elevada y única», admitió recientemente el gobernador de California y uno de los mayores representantes de Biden, Gavin Newsom. Según cuenta el citado medio, en la charla que tuvo el equipo de campaña en torno a Swift se llegó a poner sobre la mesa la idea de enviar al presidente a una fecha del Eras Tour.

Taylor Swift en un concierto reciente en Tokio, durante su gira «The Eras Tour»
Taylor Swift en un concierto reciente en Tokio, durante su gira «The Eras Tour» KIM KYUNG-HOON | REUTERS

No sería la primera vez que Swift apoya a Joe Biden en un proceso electoral —ya lo hizo en el 2020— aunque la intensidad de su posicionamiento político ha sido objeto de polémica en Estados Unidos desde siempre. Durante muchos años, Swift nunca se posicionó y las críticas le llovieron. Especialmente en el 2016, cuando el republicano Donald Trump ganó las elecciones. La artista admitiría después en una entrevista a The Guardian que en aquel momento prefirió no intervenir porque atravesaba un mal momento personal: «Solo estaba intentando proteger mi salud mental (...) Simplemente sabía lo que podía manejar y sabía lo que no podía», dijo.

Swift incursionó por primera vez en la política en el 2018, cuando rompió el silencio para instar a sus seguidores a votar por los demócratas en unas elecciones en Tennessee.. Durante el polémico mandato de Trump, fueron varias las veces en las que la artista intervino para posicionarse en contra de las políticas de los republicanos. Especialmente cuando tenían que ver con el aborto o los derechos del colectivo LGTBI: «Se están despojando de derechos básicamente a todos los que no son hombres cisgénero blancos heterosexuales», dijo entonces. Y cuando en el 2019 los legisladores de Tennessee votaron para prohibir el aborto, Swift dijo basta. «Obviamente, estoy a favor del derecho a decidir. Simplemente no puedo creer que esto esté sucediendo», dijo a The Guardian, en una entrevista en la que se comprometió a «hacer todo lo que pueda para el 2020». Y lo hizo. Durante esa campaña apareció sosteniendo una bandeja de galletas con el nombre del candidato demócrata: «Votaré por Joe Biden para presidente. Estaré mirando y apoyando a Kamala Harris, gritándole mucho al televisor», escribió en sus redes sociales justo la noche en la que la vicepresidenta Harris tenía un debate televisado.

¿Cuánto puede influir?

Medir el poder de influencia de una figura de tal envergadura es complicado. Pero, más allá de sus 300 millones de seguidores en redes sociales, hay algunos datos. Por ejemplo, una publicación suya animando a sus fans a asegurarse de que eran elegibles para emitir su voto en las elecciones presidenciales de este año provocó un récord de nuevos votantes inscritos. «Vimos un aumento del 1.226 % en la participación una hora después de que Taylor Swift publicara», dijo entonces Andrea Hailey, directora de la plataforma de registro.

Su base de fans es gigantesca: el 53 % de los estadounidenses dicen serlo y el 16 % se califican como grandes fans, según un informe de la consultora Morning Consult. La mayoría de sus seguidores se califican a sí mismos como demócratas, mientras que el 23 % son republicanos y el 23 % son independientes. Hay más. Swift obtuvo el índice de preferencia más alto de todas las figuras públicas analizadas en la última encuesta nacional de NBC News. El 40 % de los votantes dicen tener una opinión positiva de ella. Una cifra muy por encima del de otras estrellas como Beyoncé (16 %). Otro estudio demoscópico de la revista Newsweek concluyó que el 18 % de los estadounidenses son proclives a votar por el candidato al que apoye la reina del pop. Aunque otro 17 % defiende que votaría justo por el contrario.

¿Qué dicen los republicanos?

Hay además otro factor convierte a Swift en un activo político sin igual: su noviazgo con el jugador de fútbol americano Travis Kelce, la estrella de los Kansas City Chiefs que vienen de ganar la Super Bowl. Swift supera por mucho en popularidad a Kelce, pero juntos se han convertido en los novios de América. La artista ha acudido de público a varios partidos de la NFL, final incluida. Los fans del fútbol americano son un buen caladero de votos para los demócratas, porque la liga es bastante conservadora. Kelce no tanto: en su momento protagonizó un anuncio para animar a vacunarse contra el covid. Y la vacunación no es precisamente algo de lo que los seguidores de Trump hayan estado a favor.

El poder mediático de la pareja ya puede medirse: las ventas de las camisetas de Kelce se han disparado un 400 % desde que están juntos. Este y otros datos han llevado a los republicanos a calificar de conspiración la relación de Swift y el jugador. El entorno del expresidente ha llegado a señalar que todo se trata de un montaje, e incluso que Biden amañó la NFL para que los Chiefs llegasen a la Super Bowl e impulsar así la visibilidad del romance.

Este domingo, durante la final, el propio Biden compartió un meme de Dark Brandon, dando a entender que efectivamente él y Swift habían amañado todo: «Tal y como lo planeamos», escribió. 

 En Europa

La gira europea de Swift —que tendrá dos paradas en España— ha quintuplicado las búsquedas de vuelos y hoteles para esas ciudades, según datos de eDreams. Su popularidad a este lado del océano sigue siendo enorme. Hasta el punto de que la Comisión Europea hizo el mes pasado un llamamiento a la artista para que anime a los electores de menor edad a votar en los comicios comunitarios que se celebrarán en junio. «Nadie moviliza a la juventud tan bien como los jóvenes», explicó Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisión Europea, al hacer pública la original propuesta. «Tengo la esperanza de que alguien de su equipo de prensa esté siguiendo esta conferencia y le transmita este pedido», razonó, a sabiendas de lo extraordinario de su petición.

Schinas planteó incluso cómo podría ser ese llamamiento al electorado europeo. Pidió a Swift que aprovechase su multitudinario concierto en París en mayo, justo un mes antes de las elecciones al Parlamento comunitario, para convencer a los más jóvenes de la importancia de depositar su papeleta. El vicepresidente de la Comisión Europea confía en que la estrella norteamericana, autora de mega éxitos como Shake it off, «haga lo mismo con los jóvenes» del Viejo Continente que hizo en EE.UU..