Los mayores retos del nuevo Gobierno italiano: Meloni tendrá que estrenarse con la ley de Presupuestos

VALENTINA SAINI VENECIA / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El nuevo Gobierno italiano deberá decidir si continúa la política energética iniciada por Mario Draghi.
El nuevo Gobierno italiano deberá decidir si continúa la política energética iniciada por Mario Draghi. RICCARDO ANTIMIANI / EFE

Preocupa la falta de experiencia en la administración pública de los dirigentes de Hermanos de Italia

27 sep 2022 . Actualizado a las 07:26 h.

Para parte del electorado, el voto a Hermanos de Italia (HI) fue un voto de protesta: los italianos están cansados de que las facturas de luz y gas estén por las nubes y de que la vida en general sea cada vez más cara. La economía será uno de los principales retos del próximo Gobierno, que tendrá que estrenarse con la ley de Presupuestos. Un paso extremadamente delicado, que suele llevar semanas, o incluso meses, de negociaciones, pero cuyos borradores Italia debería enviar a la Comisión Europea el 15 de octubre. Guido Crosetto, cofundador de HI (y posiblemente futuro ministro de Defensa, según los rumores que empezaron a circular en la tarde de ayer), dijo en la madrugada del lunes que habrá un diálogo al respecto con el primer ministro saliente, Mario Draghi.

Frenar la oleada de cierres de pymes, especialmente en los sectores manufactureros más intensivos en energía, y conseguir mantener la inflación bajo control, serán dos retos urgentes para el nuevo gobierno. La crisis energética es un quebradero de cabeza para los ciudadanos y las empresas, y lo será también para el nuevo gobierno. La gasolina cuesta al menos 1,70 euros por litro, lo que es una tragedia para el segundo país de la UE en tasa de motorización, con 646 coches por cada mil habitantes. El nuevo Gobierno deberá decidir si continúa la política energética iniciada por Mario Draghi, que llevó a Roma a firmar acuerdos con varios países exportadores de gas, empezando por Argelia.

No es casualidad que hasta hace un par de semanas, los medios italianos hablaran de la posibilidad de que en un eventual gobierno liderado por ella, Meloni pudiera mantener al actual ministro de Transición ecológica, Roberto Cingolani, que junto a los directivos de la multinacional energética Eni, propició la firma de los acuerdos.

Simplificar la burocracia

Meloni ha prometido en numerosas ocasiones tomar medidas para simplificar la burocracia italiana, que el mundo empresarial lleva años señalando como un freno al crecimiento y al nacimiento de nuevas empresas: un propósito que sin duda ha contribuido a darle popularidad y a restar votos a sus socios de coalición —Liga y Forza Italia— pero muy difícil de realizar.

La política exterior también será un foco de atención para el nuevo gobierno. Meloni condenó enérgicamente la invasión rusa de Ucrania y está firmemente alineada con la OTAN y con Washington, donde cuenta con la estima del partido republicano. Pero sus socios de coalición, Salvini y Berlusconi, tienen una actitud más ambigua hacia el presidente ruso Putin, lo que podría provocar tensiones o incluso una ruptura dentro del futuro gobierno.

La natalidad también es un tema importante para Meloni: Italia está en declive demográfico, nunca había habido tan pocos nacimientos al año, y esto preocupa a expertos, empresarios e incluso al papa, que precisamente el domingo invitó a los italianos a tener más hijos. Sin un aumento de la natalidad, el sistema de seguridad social está destinado a colapsar a medio y largo plazo.

Los flujos migratorios también serán un reto para el próximo gobierno: tanto Salvini como Meloni han hecho de la lucha contra la inmigración ilegal uno de sus caballos de batalla, pero los flujos migratorios son un problema difícil de gestionar para cualquier gobierno en Roma, y es poco probable que el nuevo ejecutivo sea inmune, sobre todo si la situación en Libia se deteriora.

Finalmente, en las últimas horas no han faltado comentarios en los medios sobre la falta de experiencia en la administración pública, tanto de Meloni como de gran parte de la clase dirigente de su partido. El diario Il Fatto Quotidiano, por ejemplo, citaba ayer las palabras de Fabio Rampelli, diputado de HI y fiel colaborador de Meloni: «Nunca he sido ni concejal, pero con estos números digo que podemos gobernar».

La propia Meloni, que solo fue ministra de la Juventud entre el 2008 y el 2011, durante el último Gobierno de Berlusconi, nunca fue alcaldesa, ni ha administrado una provincia o una región. ¿Sabrá administrar Italia?