La masiva afluencia de ciudadanos obliga a cerrar casi ocho horas la cola para acceder a la capilla ardiente de Isabel
17 sep 2022 . Actualizado a las 10:19 h.Mientras miles de personas seguían desfilando este viernes ante el féretro de Isabel II, Carlos III fue recibido por un centenar de nacionalistas y antimonárquicos a las puertas del castillo de Cardiff, en Gales, último destino de su gira como nuevo rey por las cuatro naciones que integran el Reino Unido. Le abuchearon al paso de su vehículo enarbolando carteles contra la monarquía y la «subyugación colonial».
En momentos en que el independentismo está en auge, Carlos se dirigió a la Senedd (Parlamento autonómico) en galés y no en inglés, un hecho sin precedentes. Su primer discurso en este idioma, que aprendió en la Universidad de Aberystwyth, fue en 1969 cuando fue proclamado heredero. Con el tiempo se ha convertido en el hijo de reyes que más tiempo ha ostentado el título de príncipe de Galés.
Superando las expectativas
El río humano que discurre por la orilla sur del Támesis con destino al palacio de Westminster ha superado todas las expectativas. Las miles de personas que este viernes aguardaban cola para entrar en la capilla ardiente de la reina superó los 10 kilómetros y obligó a las autoridades británicas a impedir, durante casi ocho horas, que más ciudadanos se unieran a la fila, con el propósito de evitar incidentes y resguardar la seguridad. Sin embargo, al final de la tarde se reabrió el acceso, aunque el Gobierno advirtió que ahora el tiempo de espera podría extenderse hasta 24 horas.
Pese al impresionante despliegue policial, el viernes no estuvo libre de incidentes. Así un hombre fue arrestado en la céntrica Leicester Square tras apuñalar a dos agentes, que fueron hospitalizados. Además, Sky News reveló que un joven de 19 años fue detenido por agresión sexual a dos mujeres que hacían la cola en la noche del miércoles.
En la larga cola hay ciudadanos de todas las edades, razas y creencias religiosas, y también celebridades. La BBC se topó con David Beckham, quien aseguró que pasó más de doce horas esperando honrar a Isabel II. «Es una experiencia que creo que todos queremos compartir», explicó el exfutbolista de la selección de Inglaterra, el Real Madrid y el Manchester United. Vestido con traje y gorra y sosteniendo un paraguas, contó a la cadena pública que compartió con la gente «té, café, sándwiches y donuts durante horas». «Ha sido maravilloso, aunque me duelen la espalda y los pies», confesó.
Pero mientras Beckham cumplió su deseo, otros no tuvieron tanta suerte. A una delegación china se le impidió acceder a la capilla ardiente. La orden vino del presidente de la Cámara de los Comunes, Lindsay Hoyle, en represalias por las sanciones impuestas por el Gobierno del gigante asiático a cinco diputados y dos lores británicos. La decisión amenaza con tensar aún más las relaciones entre Pekín y Londres. Como primera consecuencia, China todavía no ha confirmado la asistencia de su representante al funeral.
Otra de los visitantes polémicos es la del príncipe saudí Mohamed bin Salman. Se espera que el domingo llegue a Londres para dar el pésame a la familia real británica, según recoge The Guardian, pero no ha confirmado si asistirá al funeral en la abadía de Westminster. Será la primera visita del príncipe heredero saudí al Reino Unido desde el asesinato del disidente Yamal Khashoggi en el 2018.
Mientras, se especula con la posibilidad de que la primera dama de Ucrania, Olena Zelenska, participe en las exequias, el Vaticano que el papa Francisco será uno de los ausentes
El rey Carlos III continúa con gestos que buscan cerrar heridas dentro de su familia. Así anunció que su hijo menor, el príncipe Enrique, podrá vestir el uniforme militar la noche de este sábado en la llamada vigilia de los nietos, junto a su hermano mayor, Guillermo, y sus primos.
Una medida similar tomó el nuevo monarca a favor de su hermano, el príncipe Andrés, quien tras verse salpicado por sus nexos con el pederasta estadounidense Jeffrey Epstein debió renunciar a todos sus cargos y compromisos oficiales. El duque de York pudo portar su uniforme de vicealmirante de la Armada Real, mientras acompañaba la noche del viernes a sus hermanos en la vigilia de los príncipes.
La libra esterlina cae a su nivel más bajo desde 1985
El Reino Unido que despide a Isabel II vive ahogado por precios descontrolados (la inflación supera el 10 % y las previsiones más negativas hablan de que puede llegar al 15 %), las huelgas y el lastre del brexit. En este estado de nervios por la crisis económica, la cotización de la libra esterlina cayó ayer frente al dólar estadounidense a su nivel más bajo desde 1985.
La moneda británica se cambia por 1,137 dólares, la primera vez que cae por debajo de los 1,14 dólares en casi 40 años. Frente al euro, la divisa británica también perdía valor y se intercambiaba por 1,142 euros, el nivel más débil desde el 2021.
Según los analistas consultados por Efe, este descalabro se debe a los datos sobre el retroceso de las ventas del sector minorista. Detrás de esta ralentización en el consumo está el aumento que está experimentando el coste de la vida, junto con los desbocados precios de la energía, que han provocado que muchos británicos sean más cuidadosos con sus gastos.