Al Eurocelta le faltaron tres semanas

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

Una recuperación brillante La llegada de Coudet transformó el equipo a partir de diciembre

11 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El Real Club Celta de Vigo tocó fondo el 21 de noviembre del 2020, tras caer derrotado en el Sánchez Pizjuán frente al Sevilla. El meritorio farolillo rojo se había fraguado tras jugar diez partidos en los que tan solo había acumulado siete puntos. Diez días antes, la directiva había tomado la decisión de cambiar al entrenador. Despidió a Óscar García Junyent y anunció la llegada de Eduardo Coudet, un hombre que ya había vestido la camiseta celeste 2002/03. Solo seis jornadas después, los jugadores olívicos sumaron cinco victorias y un empate, salieron de los puestos de descenso y comenzaron a contemplar la idea de alcanzar la clasificación europea.

Fueron jornadas de ensueño, de un conjunto que a su consabida calidad Coudet implantó orden táctico, solidaridad y fortaleza mental. Granada, Athletic, Cádiz, Alavés, Getafe y Huesca fueron los rivales contra los que el entrenador argentino aplicó su manual de velocidad, presión alta y asociación en ataque. El resto lo hicieron los jugadores y, por supuesto, Iago Aspas, un jugador que vale más por lo que aporta al equipo que por los numerosos goles que consigue.

Aquellos días de mucho fueron vísperas de casi nada, porque el mes de enero supuso un golpe de realidad. Tres equipos de la parte alta de la tabla, Real Madrid, Villarreal y Betis, mostraron al Celta cuál era su liga, y hubo que esperar a febrero para enderezar el rumbo.

Una de las grandes dificultades que tuvo el equipo olívico esta temporada quedó de manifiesto en ese tramo. Coudet dispuso de un once titular de alto nivel, pero un armario de inferior calidad que hizo perder fuerza al conjunto en algunos momentos del año.

El tramo final del campeonato fue nuevamente para enmarcar, quedando la sensación en la afición de que tan solo faltaron tres semanas más para hacer algo grande en una temporada en la que el Celta llegó a ser el último equipo de la clasificación. El octavo puesto final, con 53 puntos, remite a la última temporada de Berizzo, cuando el Celta se clasificó para Europa con siete puntos más que en la que acaba de terminar.

Tras 38 jornadas de fútbol, se puede decir que el Celta realizó una muy buena temporada, y que por fin cuenta con un entrenador que es capaz de conjugar la calidad, el orden, la fortaleza en el terreno de juego y, sobre todo, concitar el compromiso de todos los jugadores que están sobre el césped. Además, Coudet no pareció tener miedo a acudir puntualmente a los jóvenes de la cantera, lo que podría tener unas consecuencias positivas de cara al futuro.

Con ajustes de banquillo y en la línea defensiva, posiblemente la próxima temporada los seguidores del Celta podrán volver a vivir en Balaídos grandes momentos futbolísticos.