Informe PISA: Galicia pierde su ventaja en rendimiento escolar por el impacto de la pandemia

GALICIA

Imagen de archivo de alumnos de secundaria frente a un instituto gallego
Imagen de archivo de alumnos de secundaria frente a un instituto gallego Sandra Alonso

Se mantiene como primera comunidad en Ciencias, pero ahora la alcanza Castilla y León, y baja sobre todo en Matemáticas. España se mantiene en una OCDE golpeada por el impacto del covid-19 en la educación

05 dic 2023 . Actualizado a las 17:35 h.

El Informe PISA que se acaba de hacer público este martes pone en alerta al servicios educativos en Galicia: hay una caída de 8 puntos de media en las tres materias que recoge este estudio internacional, lo que supone un aviso de que las mejoras de los últimos años peligraron durante la pandemia. Esa caída responde a una situación general y no es muy grande —deben ser 10 los puntos para que se considere significativo—, pero marca una tendencia, que ya se arrastraba desde el 2015. En resumen, y a riesgo de generalizar en exceso, se puede decir que con la pandemia Galicia perdió casi un trimestre de conocimiento.

Los alumnos que hicieron este PISA 2022 en todo el mundo son los que hoy están en segundo de bachillerato o segundo de FP de grado medio, y que cuando los colegios se cerraron durante tres meses (primavera del 2020) cursaban segundo de ESO. El examen tendría que haber sido en abril-mayo del 2021 (se hace cada tres años) pero como en muchos centros de todo el mundo no había clase presencial, la OCDE, el organismo que organiza la prueba, decidió posponerla un año. 

Mirando el detalle, Galicia cae 4 puntos en Ciencias, y aunque sigue de primera en España lo hace empatada con una pujante Castilla y León; en Lectura son 9 puntos menos, lo que la aleja en 25 del examen del 2015, y ahora en el conjunto de España está de séptima, cuando su lugar en el último decenio se situaba en lo alto. El peor dato está en Matemáticas, con una caída de 12 puntos, que le suponen tres puestos en el conjunto nacional y volver al octavo lugar.

La Consellería de Educación, por su parte, ve la botella medio llena: «O ensino galego conserva unha boa situación pese á incidencia da covid, que repercute de xeito xeral tanto a nivel nacional como internacional», explican desde San Caetano, para concretar: «A nosa comunidade está no primeiro posto do Estado en competencia científica con Castela e León con 506 puntos, 21 máis que a media española e da OCDE». Además, se destaca uno de los puntos fuertes de Galicia, la equidad, es decir, que la diferencia entre alumnos vulnerables y acomodados es la más pequeña de España: «Sitúase en cabeza xunto a Cantabria en equidade, nas posibilidades de que un alumno progrese con independencia da súa situación social e económica».

En España destaca el impulso que han tenido Madrid y La Rioja desde el 2018 (última edición de PISA). En Ciencias los madrileños crecen 15 puntos, junto con 9 Cantabria y 7 Asturias; en Lectura mejoran 22 puntos (20 puntos en la edición del 2018), mientras que Cantabria lo hizo en 11; en Matemáticas, Madrid tuvo 8 puntos más, y Asturias, 4.

Las comunidades tradicionalmente mejor posicionadas junto con Galicia, Castilla y León y Navarra, tampoco obtienen resultados especialmente buenos. Castilla y León aguantó mejor el tirón de la pandemia, con un aumento de 5 puntos en Ciencias y solo 1 en Lectura, que se suma a una ligera caída (3 puntos) en Matemáticas; a Navarra le fue peor, con una pérdida de 11 puntos en Matemáticas y 3 en Ciencias, y solo se salvó por los 6 positivos de Lectura. La peor evolución autonómica fue para Cataluña: perdió 22 puntos en Lectura, 21 en Matemáticas y 12 en Ciencias.

España aguanta en un contexto de bajadas generalizadas

Las oscilaciones que se detectan en las comunidades dejan un balance no demasiado malo para España. El país ha caído 8 puntos en Matemáticas (la media de los 80 Estados y territorios analizados fue de -12), 3 en Lectura y un balance positivo en Ciencias, con 2 puntos más. En general, la pandemia le ha pasado factura a todos los países, especialmente en Matemáticas: solo 9 de los territorios participantes mejoraron con respecto al 2018, y algunos partían de puntuaciones muy bajas. En este contexto, realmente solo se puede destacar el resultado de Japón y Corea, los únicos de la parte alta de la tabla que mejoraron en los tres apartados del Informe PISA; y Singapur, que perdió 6 puntos en Lectura aunque en las otras dos modalidades ganó peso.

En España, el examen PISA lo hicieron 30.800 estudiantes de casi mil centros (966), lo que permite tener una imagen completa de la situación del país, y que representan a los 460.000 alumnos de 15 años del sistema educativo, que es el 90% de la población de esa edad. Hay que recordar que la prueba PISA se hace entre alumnado de 15 años al margen de curso en el que estén, y que los centros participantes no saben qué día acudirán los técnicos con las pruebas, ni pueden intervenir de ninguna manera, mucho menos en la selección del alumnado.

Según destacan desde PISA, España está en la media de la OCDE, tanto en Lectura (474 puntos frente a los 476 de media), como en Ciencias (empatados a 485 puntos) o Matemáticas (un punto más a favor de España, que tiene 473).

Hay dos conclusiones importantes con respecto a España, una positiva y la otra no tanto. Una de las características mejores del país, a pesar de las diferencias internas, es que en conjunto es un Estado un poco más equitativo que la media de la OCDE; es decir, la diferencia entre los alumnos de entornos vulnerables y aquellos más privilegiados es amplia en Matemáticas (86 puntos, casi tres cursos) pero no tanto como la media occidental, de 93 puntos; esta brecha no ha mejorado —pero tampoco empeorado, en este contexto general tan negativo— en los últimos diez años. La conclusión desfavorable es que los alumnos, a pesar de su capacidad económica, no tienen unas notas muy brillantes: el 36% de los estudiantes españoles están entre el 20% más rico de los estudiantes que participan en PISA, pero tienen una media de 511 puntos en Matemáticas, cuando los estudiantes más acomodados de otros Estados (Japón o Estonia, por ejemplo) tienen medias considerablemente más altas (de 575 o 553, respectivamente). 

Países que van bien

La pandemia ha hecho mucho daño al aprendizaje en todo el mundo. Comparado con el 2018, la media de rendimiento cayó 10 puntos en Lectura y 15 en Matemáticas. Este descenso en el conocimiento matemático no ha tenido precedente en la historia de PISA, y son 23 años y ocho ediciones.

El informe concluye que, a pesar de las difíciles circunstancias, 31 países y economías lograron al menos mantener su desempeño en Matemáticas desde PISA 2018. Entre estos, Japón, Corea, Singapur y Suiza mantuvieron o aumentaron aún más sus ya elevados niveles de rendimiento, y los cuatro tuvieron durante la pandemia características comunes: cierres de escuelas más breves, menos obstáculos para el aprendizaje en remoto y un continuo apoyo de padres y profesores. Esto puede servir de ejemplo para abordar crisis futuras.

Otros diez territorios participantes tuvieron gran proporción de jóvenes de 15 años con competencias básicas en las tres materias y altos niveles de equidad socioeconómica: fueron Canadá, Dinamarca, Finlandia, Hong Kong (China), Irlanda, Japón, Corea, Letonia, Macao (China) y Reino Unido.

Los niveles: todo es cuestión de matices

Las notas que se indican en PISA son las medias que obtiene un país o territorio, pero hay un factor que es casi más interesante, y que tiene mucho que ver con lo anterior: el porcentaje de alumnos en cada uno de los niveles del examen. El objetivo es doble: que muy pocos suspendan el examen y muchos saquen sobresaliente; lógicamente, los territorios que cumplen estas máximas tienen medias más altas que el resto, pero hay otros muchos que no son capaces de dar el salto a la excelencia.

Los siete niveles son: 1, que tiene a su vez tres (los que suspenden con un dos o menos nota, los de tres y los de cuatro, según las calificaciones tradicionales sobre un diez de máximo); el nivel 2 que equivale al 5 tradicional; el 3 equivale a nuestro 6; el 4 sería el notable bajo y el 5, el alto; el nivel 6 es pasar de nueve. Los que sacan menos nota tienen 262 puntos y los que sacan más, a partir de 698; es en el nivel 3 donde se encuentra la media estatal, ya que va de los 480 a los 553 puntos.

España muestra una evolución muy positiva en la parte inferior

A partir de lo anterior, hay que ver cómo ha cambiado España entre el 2018 y hoy.

En Ciencias España tenía en el 2018 un 5% de alumnos instalados en el antiguo muy deficiente (menos de 2 puntos en una nota sobre 10), que se ha reducido hasta el 0,7%. Mejor ha ido en Matemáticas, donde se pasó de casi un 9% de estudiantes de nivel bajísimo al 0,2% en el mismo grupo; en Lectura la evolución es positiva pero menos llamativa, de 1% al 0,2%.

La cosa no ha mejorado tanto en la parte alta, en la excelencia. En Ciencias antes el 0,3 tenía sobresaliente y ahora es el 0,5% y en Lectura, del 0,4 se pasó al 0,6%; en Matemáticas fue a peor, del 1,1 al 0,9% del máximo nivel. Frente a estos porcentajes, Singapur y Hong Kong tienen un 10% de sobresalientes en Matemáticas (Corea un 8,5); Finlandia, Canadá, Nueva Zelanda y Estados Unidos más de un 2% en Ciencias; y Estados como Corea, el Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, Nueva Zelanda o Australia pasan de ese mismo 2% en Lectura.

En general, en PISA se valora qué porcentaje de alumnos aprueba el examen (está al menos en el nivel 2) y en España es del 72% en Matemáticas, del 76% en Lectura y del 79% en Ciencias, cuando las medias de la OCDE son del 69, 74 y 76%, respectivamente; es decir, España está ligeramente por encima en las competencias científica y lectora aunque algo peor que la media en Matemáticas. En excelencia es al contrario: un 6 frente a un 9 en Matemáticas; y algo más cerca, un 5 frente a un 7, en los otros dos campos.