Un triple de Markus Howard a falta de un segundo privó al equipo breoganista de una victoria que tuvo en su mano hasta esa fatídica acción
14 abr 2024 . Actualizado a las 16:09 h.El destino fue malvado con el Río Breogán en Vitoria. El equipo de Veljko Mrsic realizó un partido sobresaliente frente al Baskonia, llegó a vencer por 16 puntos y fue por delante en el marcador hasta que solo quedaba un segundo, pero se marchó del Buesa Arena sin el merecido botín por un triple de Markus Howard en la última posesión del equipo local.
El choque no pudo comenzar mejor para el conjunto breoganista. Su puesta en escena fue impecable. Dos triples, convertidos por Toni Nakic y Sergi García, un par de buenas defensas, un palmeo de Matas Jogela y una canasta bajo en aro de Jordan Sakho lanzaron al Breogán y llevaron la desesperación al banquillo local, donde Dusko Ivanovic ordenó rotaciones nada más cumplirse el segundo minuto y ya paró el partido poco después porque la superioridad visitante era absoluta. Nakic volvía a acertar desde más allá de la línea de 6,75, Jogela estiraba la serie de triples y el dominio de los celestes se mantuvo pese a que el Baskonia recurrió a sus máximas figuras para aliviar el zarandeo que estaba sufriendo. Sergi García, solvente en la dirección, encontraba compañeros en el poste bajo y las continuaciones también fueron un buen filón para el Breogán, que llegó a dominar por 16 puntos (6-22), tras dos canastas consecutivas de Juan Fernández, en un primer cuarto en el que Momirov también acertó desde el triple y que cerró Miller-McIntyre con una canasta sobre la bocina. Diez minutos del mejor Breo en el Buesa Arena (13-27).
No era normal lo que estaba pasando en el fortín vitoriano y la esperada reacción local se produjo en la segunda manga de la mano de Markus Howard, quién si no, el mejor anotador de la Liga Endesa, quien convirtió 14 puntos en este período que no solo permitieron a su equipo estrechar la desventaja hasta los cuatro tantos (33-37), sino también minar la determinación y la clarividencia de los pupilos de Veljko Mrsic, que sufrían a campo abierto, perdían calidad en los tiros desde fuera y resistían las embestidas locales teniendo el rebote bajo control y, sobre todo, haciendo gala de su mejor virtud, la defensa. Al descanso el Río Breogán seguía con la iniciativa en el marcador (33-39) y aún más convencido de que, por encima de la efectividad en ataque, sus opciones pasaban por cortar el impresionante caudal ofensivo de los anfitriones.
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Los equipos volvieron al parqué con menos brío. Momirov y Marinkovic fallaron sendos trilples y Sakho anotó el primer punto de la tercera manga desde el tiro libre. El Breo desperdiciaría varios ataques para volver a establecer una renta superar a los 10 puntos y Chima Moneke firmaría la primera canasta del Baskonia cuando ya se habían consumido cuatro minutos. Sakho era el hombre más buscado por sus compañeros y el pívot congoleño imponía su envergadura para proteger la ventaja de su equipo. Cuando se fue al banquillo con tres faltas personales recién superado el ecuador del cuarto, y tras una nefasta gestión de un contragolpe en clara superioridad numérica y dos tiros libres fallados por Sergi Quintela, el Baskonia apretaba el marcador más que nunca (44-46). Y cuando parecía que el Baskonia tomaría la delantera más pronto que tarde, parcial exprés de 0-8, con triples de Polite y Robinson incluidos, y el Breo volvía a adquirir una jugosa ventaja en el marcador (48-58). Costello, desde fuera del arco de 6,75, puso el broche a un cuarto que ganaron los lucenses (18-19).
El último acto arrancó con un esperanzador 51-58 para el Breogán, que tenía problemas para cerrar el rebote sin Sakho sobre el parqué y que sufrió un breve brote de vértigo que le costó un 7-0 en contra (60-62) y al que respondió con una canasta del reaparecido Sakho y la enésima gran defensa. A cinco minutos del final el marcador era de 60-68. El breoganismo soñaba. Más todavía cuando a falta de poco más de un minutos, el Baskonia seguía a remolque (67-74). Triple de Howard (70-74), ataque fallido de los celestes, tiro libre de Costello, nuevo intento en vano del Breo y canasta imposible de Marinkovic. 73-74 y solo 28 segundos por jugarse. La canasta de Sakho, que hubiera sentenciado el partido, se produjo fuera de tiempo y al Baskonia dispuso de 5,7 segundos para ganar el partido. Como cabía esperar, se la jugó Howard y enchufó el triple con Sergi Quintela encima. Final cruel para un Breogán que volvió a dar otra lección de casta y superación.