¡Vaya viajecito!
Les cuento lo sucedido esta mañana [por ayer] en el tren que sale de A Coruña 6.31 a Ferrol. Hemos salido en hora de San Cristóbal, y entre Cabañas y Perlío, a las 7,45 había un árbol atravesado en la vía, justo en una curva, en una zona de acceso imposible. El maquinista no lo vio hasta que estaba encima. Nos dimos contra él y hemos utilizado el freno de emergencia. Éramos siete pasajeros. Ante el golpe no nos movimos del asiento pero al ver que pasaban 15 minutos y nadie nos decía nada, me dirigí a la cabina del maquinista para preguntar qué sucedía.
Abrí la puerta y vi el árbol en la vía. El tren estaba encima de él. A la derecha había un muro de contención y a la izquierda un barranco que precipitaba hacia el mar. El maquinista estaba intentando ver qué daños tenía el tren y si podía hacer alguna maniobra hacia atrás. Estábamos en una zona peligrosa, de acceso imposible en la que no podíamos bajarnos aunque viniera otro tren desde Coruña para acercarnos a Cabañas, que es la estación más cercana, y desde allí llevarnos en taxi a Ferrol, nuestro destino. El maquinista se subió al tren tras haber analizado los posibles daños, llamó a sus superiores y, según nos dijo, mandarían un tren desde A Coruña. No obstante indicó que era una zona de difícil acceso, muy insegura.
Finalmente el maquinista intentó arrastrar el tren y, tras tres intentos, consiguió mover lo y desprenderse de la parte del árbol que estaba enganchada al vehículo. Fuimos hasta Pontedeume muy despacio, porque los frenos estaban dañados. Una vez en Pontedeume esperamos dos taxis para los 7 pasajeros que éramos. Felicitar al maquinista por su actuación estando dolorido del golpe que llevó en la cabina y por guardar la calma en todo momento. Lo de hoy podía haber sido una tragedia; no como la de Angrois (porque no éramos tantas personas), pero también sería una gran desgracia para nuestras familias si en esa curva hubiéramos ido un poco más rápido, y el árbol nos saca de la vía. Habríamos acabado en el barranco o en el fondo del mar. Los señores de Adif entiendo que tendrían que tomar nota y realizar mínimas inversiones en este trayecto, que está totalmente abandonado. Arantxa Maroto. Ferrol