Los nacionalistas podrán reeditar el gobierno con el PSE a pesar del ascenso de EH Bildu, que subió seis escaños
22 abr 2024 . Actualizado a las 17:02 h.El PNV ha logrado su decimotercera victoria electoral en votos —no en escaños, empató con EH Bildu— y podrá seguir gobernando el País Vasco. Imanol Pradales (Santurce, 1975), el diputado foral de Vizcaya al que la ejecutiva peneuvista designó en noviembre relevo de Íñigo Urkullu, pese a que había ganado las tres elecciones anteriores, será lendakari. Lo supo el día en el que cumplió 49 años.
Los nacionalistas vascos podrán reeditar su alianza con el PSE para superar los 38 escaños de la mayoría absoluta de la cámara vasca. Ese era su objetivo primordial anoche, conservar el Gobierno sin tener que someterse a condiciones de más partidos.
Lo lograron. Obtuvieron 27 escaños, y el PSE logró 12. Pero los vascos dieron un severo aviso al partido que fundó Sabino Arana. Se han dejado cuatro escaños desde el 2020 y es la primera vez que pierden en dos provincias: Álava y Guipúzcoa. Resistieron en su fortín vizcaíno, pero sin llegar al 40 % de los sufragios.
La noche empezó con caras largas en Sabin Etxea a la vista de los sondeos. El recuento fue muy tenso. Pero al filo de las diez de la noche empezaron los coro de «ari, ari ari, Imanol lendakari». La derrota se alejaba. A las 22.21, Pradales compareció acompañado del presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y de un circunspecto Íñigo Urkullu. El rostro emocionado de Ortuzar evidenciaba la tensión vivida. Afirmó que el PNV «ha ganado las elecciones» y anunció que asumen el encargo ciudadano de liderar un gobierno plural. Hizo además un reconocimiento a Urkullu por sus años de gobierno y su apoyo en campaña. Pradales lanzó un mensaje de unidad: «Defenderé los intereses de toda la ciudadanía vasca, a ella nos debemos por encima de todo». Luego los militantes le cantaron «zorionak lendakari», cumpleaños feliz en vasco.
La segunda fuerza fue EH Bildu que ganó seis escaños y se impuso en Guipúzcoa, donde superaron el 40 % de los votos, y en Álava, donde sacaron dos puntos al PNV. El partido de Pello Otxandiano superó los 340.000 votos, ganó más de 90.000 desde el 2020, pero se quedó a casi 30.000 del partido de Pradales.
Otxandiano calificó de «espectacular» el salto político de la izquierda aberzale, que logró su «mejor resultado histórico». Pero, como le pasó al BNG en Galicia, salvo giro extraordinario de los acontecimientos, no podrá gobernar, y deberá afrontar las expectativas incumplidas. Su candidato, a la vista de que la suma de sus escaños y los del PNV suman una amplísima mayoría nacionalista (54 de 75 escaños), dijo que abundarán en esa línea.
También mejoraron su resultado los socialistas, con 12 escaños, dos más que en el 2020, y 26.000 votos más. El crecimiento afianza a su candidato Eneko Andueza, que al contrario que el PSdeG pudo hacer una campaña propia sin presencia continuada de Ferraz. Andueza subrayó toda la campaña que no apoyarán a Bildu, y en la jornada de reflexión coincidió con Imanol Pradales, casualmente, en el mercado de Portugalete, donde ambos residen. La foto se interpretó como un indicio de que ambos partidos reeditarán su alianza.
El PP obtuvo siete escaños, uno más, y 36.000 votos más que hace cuatro años. La mejora lograda por Javier de Andrés es significativa, pero los populares no han alcanzado su objetivo estratégico, que era poder condicionar la gobernabilidad del País Vasco.
Sumar logró entrar en el Parlamento con un escaño por Álava, pero su candidata Alba García iba por Vizcaya. Vox logró mantener el que tenía por Álava. Podemos perdió sus seis escaños. Su espacio político pasa a estar representado por el Sumar.