«Procesión» de Teslas en estos cargadores manchegos: horas de espera para recargar baterías

Iago García
IAGO GARCÍA LA VOZ

ESPAÑA

Punto de recarga para vehículos Tesla en el Centro Comercial As Termas de Lugo
Punto de recarga para vehículos Tesla en el Centro Comercial As Termas de Lugo ALBERTO LÓPEZ

Varios usuarios de coches eléctricos han denunciado la deficiente infraestructura a la que se han enfrentado esta Semana Santa en varios puntos. La multiplicación de vehículos por las vacaciones ha colapsado las escasas estaciones de carga

31 mar 2024 . Actualizado a las 19:40 h.

Moverse sin ruido y sin lanzar a la atmósfera emisiones contaminantes es una de las ventajas de circular con un vehículo eléctrico. Sin embargo, y aunque cada vez la tecnología avanza más en este sentido, tanto su autonomía (es decir, los kilómetros que haces con las baterías cargadas) como sus tiempos de recarga son mayores que los que emplean coches con motores de combustión a los que con enchufar una manguera de combustible es suficiente para seguir circulando. Si a esta ecuación le añadimos que en Semana Santa aumentan los coches eléctricos en circulación con una red de abastecimiento eléctrica muy justa ya en condiciones normales (en La Voz publicamos que en Galicia a finales del año pasado la mitad de puntos de carga estaba fuera de servicio), el resultado es el colapso de una infraestructura que en nuestro país debe mejorar. O si no, usar (de momento) este tipo de coches para desplazamientos diarios cargándolos en casa o en nuestro garaje (si podemos).

Colas interminables y esperas eternas es lo que han sufrido varios conductores de vehículos eléctricos Tesla en algunas estaciones de carga que la marca americana denomina, Superchargers. Los propietarios de coches de la compañía fundada por Elon Musk tienen la posibilidad de emplear esta red de manera gratuita al comprarse uno de estos automóviles bajo ciertos condicionantes. Pero lo ocurrido este fin de semana de vacaciones en los «supercargadores» de provincias manchegas dista mucho de una experiencia premium para unos coches que cuestan como mínimo 43.000 euros.

Según ha narrado un conductor, el ingeniero Gonzalo Ruiz de Villa en sus redes, su viaje el sábado por Castilla-La Mancha fue toda una odisea. Al mediodía, la estación de La Gineta (Albacete) estaba «a reventar y hay dos postes que no funcionan». Pedía a la marca un «upgrade» añadiendo «que esto solo puede ir a peor con cada vez más Teslas en la carretera».

La situación no mejoró por la tarde en Atalaya del Cañavate (Cuenca), mostrando en una fotografía una acumulación notable de coches: «5 coches esperando por delante mío y 4 por detrás». Harto de una «cola de Teslas que no paraba de crecer» optó por apartarse de su recorrido inicial varios kilómetros para acabar recargando en un restaurante. Cabe recordar, que los Tesla son compatibles con estaciones de carga diferentes a las que la marca ofrece en exclusiva a sus clientes. Eso sí, pagando la correspondiente tarifa, la misma que cualquier otro coche eléctrico. Si bien en el diálogo que Gonzalo Ruiz mantiene con sus seguidores no existían alternativas próximas. De hecho, un problema común en este tipo de vehículos es que si uno ya se desplaza a estos puntos a propósito y llega justo de capacidad en las baterías, se queda, literalmente, «vendido». Otro conductor, el consultor tecnológico Juan Fernández Ortega, también corroboró en un tuit la precaria situación a la que se enfrentó con su coche eléctrico.

Otro de los problemas detectados con estos últimos casos y que tiene que ver con la infraestructura que los coches eléctricos necesitan, es la escasa potencia detectada en los puntos de abastecimiento. Algo muy relevante para reducir los tiempos de carga: a más potencia eléctrica, más rápido se recarga la batería del vehículo. «Estos son viejos de 150kW que dividen la potencia cuando hay muchos cargando porque van por pares», se señala en los hilos de X (antes Twitter). Si en vez de 150 kWh (kilovatios hora), la potencia fuera de 300, aplicando la lógica matemática, el Tesla estaría cargado en la mitad del tiempo. Las recargas fueron «lentas», «interminables» por momentos, con cifras inferiores a los 60kWh.