César Antonio Molina, ministro de Cultura con Zapatero, pide el voto para Feijoo

Manuel Costoya
M. C. Cereijo REDACCIÓN

ESPAÑA

Feijoo y Cuca Gamarra conversan con César Antonio Molina en el acto celebrado en Madrid
Feijoo y Cuca Gamarra conversan con César Antonio Molina en el acto celebrado en Madrid Daniel Gonzalez | EFE

El escritor fue muy crítico con Sánchez al que acusó de insultar a «todos los gallegos» y de pensar que «solo los vascos y catalanes son de primera»

30 jun 2023 . Actualizado a las 20:18 h.

César Antonio Molina, ministro de Cultura entre el 2007 y el 2009 en el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, pidió ayer el voto para Alberto Núñez Feijoo «una persona sensata, capaz, leal, paciente, claro y fiable». Lo hizo durante su intervención en el acto de presentación de las propuesta de los populares en materia cultural para las elecciones del 23J. El escritor y profesor no solo ensalzó al líder del PP sino que fue muy crítico con el presidente del Gobierno al que acusó de insultar a «todos los gallegos» y de pensar que «solo los vascos y catalanes son de primera y el resto de los españoles son de segunda o de tercera». En sus comentarios tampoco se olvidó del BNG. Los nacionalistas, en su opinión, reclaman en sus pactos con los socialistas las áreas de cultura y educación para «para fanatizar a la gente».

El exministro reclamó que sean los dos grandes partidos, el PSOE y el PP, los que determinen a través de pactos de estado las cuestiones esenciales en temas educativos y culturales, pero reclamó a los socialistas que «salgan de la enfermedad vidriosa que tienen y vuelvan a estar en su sano juicio». Molina continuó con su línea crítica. Considera que en España no hay «políticos sensatos», salvo Feijoo, y pidió de nuevo el voto para el PP «para que los fantasmas de un lado y de otro no tengan opción». El exministro finalizó su intervención reclamando al PP que mantuviese el ministerio de Cultura.

Más proyección exterior

Feijoo recogió el guante después de que en las últimas tres semanas se hubiese puesto en duda la continuidad de este departamento en el nuevo organigrama del líder del PP, en el caso de que ganase las elecciones. «En mi Ejecutiva la cultura tendrá rango ministerial», dijo en el acto organizado en Madrid, donde avanzó las líneas principales del PP en este área. «No será como el de Sánchez. No será una cartera por la que pasen cuatro ministros en cinco años, sin proyectos, ni estabilidad, ni continuidad», afirmó «Ni una herramienta —continuó— que el ministro use para arreglar los problemas políticos del presidente, como ahora. Nosotros solo vamos a servir a la cultura de nuestro país», señaló.

También avanzó alguno de los ejes del programa cultural del PP, como una estrategia para la proyección exterior de España: «Somos una potencia desaprovechada. Somos el cuarto país del mundo, junto con Francia, con más sitios declarados Patrimonio de la Humanidad». Y con este objetivo el PP pretende «aprovechar la potencia» del Instituto Cervantes —cuyas competencias dependen del Ministerio de Asuntos Exteriores— y convertirlo «en el mayor polo cultural del mundo» en coordinación de otras instituciones como la Real Academia de la Lengua. «Vamos a llenar a sus 89 sedes de cultura en mayúsculas y de español. Lo haremos en coordinación con el resto de países de habla hispana». También prometió realizar un «refuerzo especial» para «proteger el patrimonio cultural», tanto el tangible como el intangible y un apoyo a la industria audiovisual y tecnológica a través de una nueva ley de mecenazgo que será una herramienta para «captar inversión, para potenciar la política cultural y para potenciar la colaboración ente el sector público y privado».

Al acto en Madrid acudieron representantes de todos los sectores de la cultura, desde las entidades de gestión de derechos de autor hasta el cine y la música.