Stellantis despide a 400 empleados por videollamada en EE.UU. tras pedirles que ese día teletrabajasen

Iago García
IAGO GARCÍA LA VOZ

ECONOMÍA

En EE.UU. Stellantis es propietaria de marcas como Chrysler, Dodge, Jeep o Ram. En Europa suma Fiat, Abarth, Alfa Romeo, Lancia, Maserati, Peugeot, Citroën, DS, Opel y Vauxhall
En EE.UU. Stellantis es propietaria de marcas como Chrysler, Dodge, Jeep o Ram. En Europa suma Fiat, Abarth, Alfa Romeo, Lancia, Maserati, Peugeot, Citroën, DS, Opel y Vauxhall Pascal Rossignol | REUTERS

El grupo automovilístico, que en Europa agrupa marcas como Fiat, Citröen o Peugeot, se desprende así del 2 % de todo el personal de su división norteamericana de ingeniería y tecnología. La empresa mandó el día antes un correo indicando un «día de trabajo en remoto obligatorio»

27 mar 2024 . Actualizado a las 11:38 h.

Uno de los grupos automovilísticos más grandes del mundo, Stellantis, ha protagonizado un despido masivo de empleados en EE.UU. usando unas formas poco habituales para una empresa de semejante tamaño y reputación. El conglomerado industrial, que desde el 2019 aglutina a las marcas que la compañía Fiat-Chrysler tenía a ambos lados del Atlántico (Fiat o Alfa Romeo en Europa y Jeep o Chrysler en el mercado norteamericano) y las de la antigua PSA de origen francés (conocida en Galicia por fabricar en Vigo furgonetas para las marcas Citröen, Peugeot u Opel) ha prescindido del 2 % de todos sus trabajadores norteamericanos de las divisiones de ingeniería, tecnología y software. En total, 400 personas. El pasado viernes, 22 de marzo, la empresa comunicó este despido masivo a través de una nota de prensa, recogida entre otros medios económicos especializados, por Bloomberg. Stellantis justificaba su decisión por el delicado momento productivo que vive la industria del automóvil, en una época de transición entre los vehículos movidos con motores de combustión y la paulatina implantación de modelos eléctricos con baterías. «A medida que la industria automotriz se enfrenta a incertidumbres sin precedentes y a mayores presiones competitivas en todo el mundo, Stellantis continúa tomando las decisiones estructurales apropiadas en toda la empresa para mejorar la eficiencia y optimizar nuestra estructura de costes», indicaba la multinacional. Lo que obvió comunicar, pero finalmente ha salido a la luz por los propios empleados despedidos, fue la polémica manera en que ejecutó esta medida.

Trabajadores citados para teletrabajar y despedidos por Zoom

Según ha desvelado en un tuit la cuenta Car Dealership Guy, dedicada a difundir noticias sobre el mercado automovilístico estadounidense, Stellantis envió un correo electrónico corporativo el día antes de practicar los despidos, el jueves de la semana pasada, a las 400 personas que finalmente echó. En él, se especificaba que el día siguiente era «un día obligatorio de trabajo en remoto». Además, instaba a cumplir la orden de estar en casa y no presentarse el viernes en sus puestos «a no ser que seamos instruidos de lo contario por un superior». Durante esa jornada de teletrabajo y empleando como medio una videollamada, la corporación automovilística comunicó a los empleados que se quedaban en la calle... o más bien, en este caso, en sus casas.     

Medios como Fortune o el Wall Street Journal, se han hecho eco de unos hechos que han sorprendido por las formas empleadas, impropias de una empresa reputada. Tres de los ingenieros despedidos, entrevistados por la televisión Fox, contradicen además la versión ofrecida por Stellantis y no creen que se deba a un plan estratégico de cara a la futura comercialización de coches eléctricos, sino que se trataría de una fórmula que tan solo busca maximizar beneficios empresariales, moviendo puestos de trabajo y subcontratando departamentos «a países de bajo costo, como India, México o Brasil».   

En las redes sociales la controvertida manera que Stellantis ha usado para echar a cientos de personas ha hecho recordar una escena de la serie de televisión Succession, de HBO. En ella, una gran corporación de medios de comunicación, en manos de la familia Roy, hace exactamente lo mismo en la ficción que ha ocurrido en la realidad. Cita a sus empleados a una reunión por videollamada para acabar desprendiéndose de ellos ante la delicada situación económica que atraviesa la empresa. 

Stellantis sigue la estela de otros fabricantes de automóviles que han anunciado recortes en sus plantillas, aludiendo a que no es necesaria tanta mano de obra para producir unos coches eléctricos que cada vez ganan más cuota de mercado. Una preocupante situación para un país como España, que cuenta con importantes fábricas de vehículos de Stellantis (Vigo, Zaragoza y Madrid), Renault (Palencia y Valladolid), Grupo Volkswagen (Pamplona y Martorell), Ford (Valencia) o Daimler Mercedes (Vitoria).