La eurozona se estancó en el último trimestre del 2023, pero esquivó la recesión

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

ECONOMÍA

RONALD WITTEK

El Banco Central Europeo todavía ve riesgos inflacionarios y alerta de la exposición al ladrillo

14 feb 2024 . Actualizado a las 12:06 h.

La economía de la eurozona se estancó en el cuarto trimestre del 2023, con una tasa de crecimiento del 0%, según los datos publicados este miércoles por Eurostat. No obstante, el empleo en los países de la moneda común subió un 0,3% en el mismo período, según recoge Efe. 

La zona euro evitó la recesión técnica en la que habría entrado si hubiera registrado una tasa negativa entre octubre y diciembre que se sumase a la observada en el tercer trimestre, del -0,1%. Un escenario que anticiparon tanto el mercado como los propios ministros de Economía de los países del euro. 

También esquivó la recesión el conjunto de la Unión Europea (27 países), con un crecimiento del PIB de una décima en el cuatro trimestre del año pasado, que contrasta con la contracción también de una décima registrada en los tres meses anteriores.

Con estos datos, las primeras estimaciones de Eurostat apuntan a un crecimiento medio del PIB en el 2023 del 0,5%, una tasa muy inferior al 3,4% del 2022 y al 6% del 2021, tras el hundimiento de la pandemia.

Datos por países

En todo caso, la actividad económica europea sigue lastrada por los problemas de Alemania, que en el cuarto trimestre del pasado año vio contraerse un 0,3% su PIB. También Irlanda (-0,7%), Rumanía, Estonia y Finlandia (-0,4%) y Lituania (-0,3%) registraron tasas de crecimiento negativas.

Por contra, Eslovenia fue el país europeo con mayor crecimiento en el último trimestre de pasado año (un 1,1%), seguido de Portugal y Chipre (0,8%), España (0,6%), Bulgaria (0,5%), Bélgica y Letonia (0,4%), los Países Bajos y Eslovaquia (0,3%), Italia, Chequia y Austria (0,2%) y Suecia (0,1%).Francia, Hungría y Polonia registraron crecimientos nulos, del 0%.

Bancos especializados «siguen muy expuestos» al mercado inmobiliario

El enfriamiento de las economías europeas ayudará en los próximos meses a controlar con mayor facilidad la inflación. Eso espera al menos el Banco Central Europeo (BCE), que sigue con preocupación la evolución de los precios. Tanto es así que su vicepresidente, Luis de Guindos, ha subrayado este miércoles la necesidad de no adelantarse al recorte de los tipos de interés y esperar a que las subidas de precios se moderen más a lo largo del año, alcanzando el umbral de seguridad del 2%. 

Aunque manifestó optimismo por la evolución de la inflación, admitió que el BCE está vigilando de cerca los factores de riesgo que hay en juego, como las presiones salariales, que siguen siendo elevadas, según el organismo, y los abultados márgenes de beneficio de las empresas, que podrían resultar más resistentes de lo previsto. 

Por otro lado, el vicepresidente del BCE ha apuntado que algunas entidades no bancarias y bancos especializados «siguen muy expuestos» a sectores sensibles a los tipos de interés, como las empresas altamente endeudadas y el sector inmobiliario.

En este sentido, ha advertido de que un mayor deterioro de estos sectores podría exponer a los intermediarios a pérdidas por reevaluación y a salidas de inversores, lo que resulta especialmente relevante para algunos tipos de fondos de inversión en bienes raíces con gran presencia en mercados inmobiliarios comerciales de varios países de la eurozona, según recoge Europa Press. 

De hecho, a pesar de algunos reequilibrios recientes de carteras por parte de entidades no bancarias, el sector todavía muestra altos riesgos de duración, crédito y liquidez, ha advertido Guindos.

«Las entidades siguen siendo vulnerables a las correcciones de los precios de los activos en medio de la incertidumbre macroeconómica y la volatilidad de los mercados», ha señalado.

De tal modo, teniendo en cuenta también que partes del sector financiero no bancario también registran un importante apalancamiento dentro y fuera del balance, las fragilidades del sector plantean riesgos para el sistema financiero por sus vínculos con el sector bancario. En este sentido, los bancos y las instituciones financieras no bancarias pueden estar estrechamente interconectados a través de canales de financiación, vínculos de propiedad y exposiciones a riesgos comunes.

En cuanto al sistema bancario de la eurozona, que ha sido una fuente de resiliencia, Guindos ha anticipado que probablemente deberá abordar riesgos a la baja relacionados con el débil crecimiento del crédito, el aumento de los costes de financiación y el deterioro de la calidad de los activos.