Empleos dignos y la recuperación de los derechos y los recortes sufridos
30 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Con el 1 de mayo a la vuelta de la esquina, las centrales sindicales coinciden en la lucha contra la precariedad laboral. Para los representantes de los sindicatos en las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes, aunque creen que hubo algún avance en la estabilización de los puestos de trabajo, se quejan de la existencia de muchos empleos cuyos salarios no permiten a los trabajadores llegar a fin de mes. Comisiones Obreras y UGT, que van de la mano en sus reivindicaciones en la zona, demandan «pleno emprego, menos xornada, mellores salarios». La Intersindical Galega reclama un trabajo digno y el lema de este año, en solidaridad con el pueblo palestino, tiene como lema: «pola paz e a soberanía dos pobos, contra o imperialismo».
José Luis García Pedrosa de CC. OO. considera que «temos un problema coa calidade do emprego» y reclama, al igual que hace Ramón Vidal, de UGT, una redistribución de beneficios y que parte de esos dividendos millonarios de las grandes empresas repercutan en el trabajador a fin de que cobre mayores salarios y recupere parte de esos recortes que sufrieron en los últimos años debido a sucesivas crisis, pandemia incluida.
Conflicto en el Vía Argentum
Para Antón Álvarez Merayo «os salarios soben menos que a vida», reivindicando también la recuperación de todos esos derechos perdidos. En cuanto a la precariedad laboral, Merayo, afirma que «estanse substituíndo os traballadores temporais por fixos descontinuos e se está abusando desta figura». Como ejemplo pone el conflicto surgido en el hotel Vía Argentum de Silleda donde, dice, «se despediu a metade da plantilla porque non quixeron pasar os seus contratos fixos a fixos descontinuos». El sindicato entiende, apunta Merayo, «que o hotel pode estar aberto máis tempo e creemos que as contas que nos dan están totalmente falseadas e que o que se busca é a precariedade dos traballadores». Este próximo mes de mayo está prevista, dice, la celebración del correspondiente juicio. Desde el sindicato, indica Álvarez Merayo, se solicita que se indemnice a los trabajadores como un despido improcedente señalando que «non vemos que sexa un despido obxectivo e intentaremos, no mellor dos casos, que readmitan ao persoal». El hotel silledense cierra varios meses al año.
García Pedrosa por su parte incide en la lucha por el pleno empleo y pone el acento también en los fijos-discontinuos y ve necesario mejorar su regulación alegando que ahora se dejó en manos de las negociación colectivas y no funciona. El representante de Comisiones se muestra a favor de la reducción de la jornada laboral pero «que sexa real» señalando que «hai sistemas de control horario escritos que non se corresponden coa realidade e hai que buscar métodos para que o control sexa igual en empresas grandes que en empresas pequenas». Una reivindicación a la que añade la preocupación por el funcionamiento de las mutuas, la falta de vivienda especialmente para los jóvenes y la necesidad de una reforma fiscal.
Vidal, de UGT, cree que «é o momento de repartir os beneficios das empresas, de aumentar os coidados laborais, incrementar os salarios e incrementar as dificultades e o prezo dos despidos», pidiendo un incremento de los servicios públicos, especialmente en el campo sanitario y de los cuidados, y también de las inspecciones como fórmula de control.
Álvarez Merayo destaca el crecimiento en la zona del número de delegados de la CIG que es la primera fuerza sindical en las dos comarcas con un 36 % de representación y más de 120 delegados. A Estrada será escenario, un año más de una única manifestación del 1 de mayo que se celebra en la zona. Está organizada por la CIG con salida de la Praza do Mercado a las 12.00 horas y con el recorrido habitual. En caso de que el tiempo no lo permita (las previsiones para esa jornada son de lluvia en la zona) se realizaría una concentración.
Las peores situaciones están en los sectores más feminizados
Los sindicatos coinciden en que en la zona aún no se recuperó el empleo femenino perdido con la caída de la industria textil. Pedrosa señala que «houbo recolocación noutros sectores pero non se creou emprego substitutivo». Merayo afirma que «a precariedade máis galopante está nos sectores máis feminizados». Resalta el de los ciudados con una práctica totalidad de mujeres en las plantillas y los conflictos ya surgidos con las adjudicatarias de los Servizos de Axuda no Fogar en varios concellos de la zona por reivindicaciones de las trabajadoras. En los supermercados, dice, «hai só dous homes e son encargados» y no sector da limpeza «o limpador de cristais cobra máis por ter esa especialidade, e o resto, que fan de todo e son mulleres, cobran menos».