El matrimonio lalinense condenado por el secuestro de un maderero recurre la sentencia

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

El matrimonio lalinense y su hija en el juicio celebrado en la Audiencia de A Coruña.
El matrimonio lalinense y su hija en el juicio celebrado en la Audiencia de A Coruña. Marcos Míguez< / span>

Su abogado presentó un recurso de casación ante el Tribunal Supremo

17 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El matrimonio formado por Esther Silva y Miguel Cuadrado, los vecinos de la parroquia lalinense de Soutolongo donde estuvo retenido el empresario maderero Abel Diéguez secuestrado, recurrieron la sentencia de la Audiencia de A Coruña que les condenó a seis años, seis meses y un día de prisión como «cooperadores necesarios criminalmente responsables de un delito de secuestro».

El abogado de ambos, José Manuel Novoa Núñez, explicó ayer que ya fue presentado hace unos días el recurso de casación ante el Tribunal Supremo. El letrado considera que la sentencia fue extremadamente dura, aunque en el caso del matrimonio lalinense, los magistrados impusieron una reducción de la pena a ambos.

Resalta que la indemnización al maderero se fijó en 200.000 euros, lo que supuso elevar de forma considerable la misma respecto a la que pedía el fiscal. Apunta que este solicitaba algo más de 70.000 euros que era la cifra que estableció el forense en su informe.

Añade que también se incrementaron de diez a dieciocho años, el tiempo de prohibición de alejamiento del empresario secuestrado por parte de seis de los acusados y de trece por parte del matrimonio lalinense.

Esther Silva y su marido Miguel Martínez son los únicos, de los ocho juzgados por el secuestro, que estaban en libertad provisional bajo fianza. Tras la vista y la sentencia continúan de momento en libertad. El matrimonio lalinense fue condenado como «cooperadores necesarios criminalmente responsables de un delito de secuestro», según se apunta en el fallo. En él, el magistrado argumenta la reducción de las penas aplicadas en su caso al considerar que «los cooperadores necesarios han tenido una participación decisiva pero sin los perfiles violentos de específicos de los otros procesados, estando al margen de las armas y limitándose a facilitar un cobijo precario y a colaborar en la vigilancia y manutención del secuestrado lo que permite moderar relativamente las penas que les corresponden».

El letrado José Manuel Novoa defiende en el recurso de casación interpuesto que la figura de cooperador necesario no es la que debería aplicarse en este caso y defiende que carece de motivación suficiente. Recuerda que el matrimonio no conocía al empresario ni tenía ningún interés.

Argumenta que eso supondría que el matrimonio estaba en el secuestro desde el principio y ayudó a su planificación y que este no es el caso, Considera que en el peor de los casos podría haber sido complicidad o como mucho encubrimiento, que se aplica en el caso de conocer un posible delito y no denunciar la situación.

El abogado pone como ejemplo el reciente fallo de la policía de León a la que un jurado popular consideraba también autora del crimen de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, y que el magistrado absolvió del cargo de asesinato y fue condena por encubrimiento.

Los secuestradores utilizaron un cobertizo situado en la finca donde el matrimonio lalinense tiene su residencia para retener al empresario. Este fue alojado en un cobertizo situado a unos veinte metros de la casa. La vivienda se encuentra en medio de una finca y al final de un camino vecinal. El empresario secuestrado fue obligado a pasar la primera noche a la intemperie en una casa en ruinas en Setefontes, en Palas de Rei, y al día siguiente fue traslado a Xar, a un alpendre de la casa del matrimonio.

Petición para mantener la libertad dada su edad y sus problemas de salud

De momento, el matrimonio lalinense continúa en libertad. Una situación temporal a la espera de que la sala ordene la ejecución de la sentencia. En ese momento serían conducidos a prisión. El abogado de ambos solicitará que pueden permanecer en libertad hasta que se resuelva el recurso de casación.

Alega la avanzada edad de ambos. Esther Silva Taboada tiene en la actualidad setenta y dos años y su marido setenta. Y los problemas de salud que tienen ambos y que acreditará ante la sala. De hecho, explica que Esther Silva fue intervenida recientemente. Sufrió una operación quirúrgica de vesícula. Acaban de darle el alta y se encuentra aún convaleciente.

Una hija en prisión

También anunció la presentación de recurso de casación el abogado que representa a la hija del matrimonio, Isabel Martínez Silva, novia de Jesús Mejuto, que se consideró como cabecilla del secuestro.

Isabel Martínez fue condenada por la Audiencia a una pena de nueve años de prisión, y al igual, que los otros cinco condenados se encuentra en prisión. Sus compañeros fueron condenados a once años de prisión por secuestro y tenencia ilícita de armas. Todos ellos lo estaban ya en prisión preventiva antes de celebrarse el juicio y desde su detención tras el secuestro, en enero del 2014.

El empresario permaneció seis días encerrado en un chamizo hasta que fue liberado una madrugada por la Guardia Civil.

El juicio se celebró en el mes de febrero en la sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña.