El Borussia Dortmund toma París y acaba con la era Mbappé en el PSG (0-1)

JOSÉ MANUEL ANDRÉS

DEPORTES

Kai Pfaffenbach | REUTERS

Hummels rubrica el KO en la Champions del equipo de Luis Enrique, lastrado por una versión gris del astro de Bondy y la maldición de los palos

07 may 2024 . Actualizado a las 23:19 h.

La Champions no entiende de quinielas, solo de acierto a la hora de la verdad. Ni el mayor visionario podía situar en septiembre al Borussia Dortmund en la final de Wembley, pero ahí está el conjunto alemán, a las puertas del título por tercera vez en su historia. Acabó de un plumazo con la era Mbappé en el Paris Saint-Germain a golpe de efectividad, oficio defensivo y también fortuna con los palos, que hasta en seis ocasiones a lo largo de la eliminatoria le negaron el gol al campeón francés. El tanto del veterano Hummels, que impuso su ley en el área gala sin que ni la defensa local ni Donnarumma demostrasen contundencia para proteger sus dominios, catapulta al campeón de Europa en 1997 hacia Londres.

No era lo esperado, aunque el equipo amarillo ya había avisado con su primer puesto en el grupo de la muerte, en el que precisamente estaba el PSG. Mbappé estuvo de nuevo gris, por mucho que Luis Enrique le diese el costado izquierdo del ataque galo, donde más cómodo se encuentra. Para desplazar a su mejor recurso ofreció la alternativa en punta a Gonçalo Ramos, prácticamente inédito en la fase eliminatoria de esta Champions. El asturiano suele reservar algún giro táctico inesperado para los grandes partidos, aunque la apuesta por el riesgo no siempre ofrezca el resultado deseado.

Su equipo asumió el control del balón de partida, con el Borussia replegado, guardando la ropa con su ventaja provisional a la espera de su oportunidad a la contra. El PSG trazó el cerco alrededor del área alemana, sin que el conjunto de Edin Terzic fuese capaz de sacar rédito a su intento de presión alta. En ese contexto favorable al campeón de la Ligue 1 llegaron los primeros avisos de Mbappé, a las manos de Kobel, y Ramos, desviado.

Del Borussia el vértigo de Jadon Sancho, en cualquier caso mejor defendido por Nuno Mendes que en el duelo de ida, mucho trabajo de Füllkrug en el juego de espaldas a puerta y un disparo de Ryerson al lateral de la red. Suficiente para equilibrar el duelo al máximo y contener el arreón inicial del PSG, obligado a picar piedra para ganarse un billete para Wembley.

El equipo galo contaba todavía con una carta ganadora, la de Mbappé, al que se esperaba después de un partido discreto en el Westfalenstadion. Dos arrancadas del astro de Bondy por la banda izquierda sirvieron para animar un duelo definitivamente abierto mediante una buena ocasión de Adeyemi frenada por Donnarumma, siempre bajo la lupa.

Resistencia alemana

Máximo equilibrio al descanso e inicio de la segunda parte frenético del que más lo necesitaba, el PSG. Su eléctrica puesta en escena no la aprovechó Zaïre-Emery, al que el poste negó el gol con todo a favor. El tercer encuentro con la madera del equipo francés en la eliminatoria precedió a un revés mucho mayor, el que rubricó Hummels, que sin ninguna oposición en el corazón del área gala impuso su jerarquía para cabecear a la red y aprovechar así el magnífico envío de Brandt desde la esquina.

Situación límite para el PSG, obligado a encontrar un par de goles en media hora tras 120 minutos de sequía. Otra vez el palo, la cruz parisina en la eliminatoria, rechazó el disparo lejano de Nuno Mendes. Tampoco acertó Ramos, muy lejos de la versión de delantero goleador que deslumbró en el Benfica.

Pintaban bastos para Lucho y su tropa, y el Borussia optó pronto por un planteamiento conservador, cambiando la magia de Sancho por el hormigón del gigantón defensa Süle. El paso atrás del Dortmund cedió toda la iniciativa al PSG, que contó con la brújula de Vitinha, otra vez de lo mejor, pero careció de fortuna y claridad de ideas cerca del área rival para dar la vuelta a una situación desesperada. Por quinta y sexta vez la madera, esta vez el travesaño por partida doble, se interpuso en el camino francés. Mbappé y Vitinha lamentaron su mala fortuna. Fue el símbolo del final de una era en el PSG y también el del triunfo inesperado del resistente Borussia Dortmund.