Lucas Vázquez, una «leyenda» con retranca en el Santiago Bernabéu

El próximo mes de julio se cumplirán nueve años desde que Lucas Vázquez (Curtis, 1991) volvió al Real Madrid tras generar once goles en la temporada que se pasó cedido en el Espanyol. Su fichaje de vuelta al club blanco se concretó justo el día que cumplía 24 años y por delante esperaba una relación contractual de cinco campañas, que en el 2021 amplió por otras tres. Ahora, a punto de hacer los 33 y terminar su vinculación con el equipo al que llegó en edad juvenil procedente del Ural, ambas partes están buscando ya un nuevo acuerdo para mantenerse unidos, por lo menos, hasta el verano del 2025.

Una relación que, pese a las dificultades, ha acabado por encumbrar a Lucas como uno de los jugadores más queridos por su afición. Una «fucking legend» para Jude Bellingham y un «jugador muy importante toda la temporada» para Ancelotti. Lo cierto es que el de Curtis lo ha vuelto a hacer. Otra vez, y pese a la complicada situación de partir con uno de los mejores jugadores del mundo en su puesto por delante, como es Dani Carvajal, está dejando su huella en el momento determinante del curso. Un oportunismo que aprovechó desde el inicio de su aventura en el primer equipo, cuando partiendo como esporádico sustituto de un Gareth Bale en plenas facultades, acabó siendo decisivo en la tanda de penaltis que le dio la undécima Copa de Europa al Real Madrid en Milán y frente al Atlético de Madrid.

¿Qué hace Lucas de lateral si era mi número nueve?

Luis Marcote

Lo hizo con un descaro decisivo para sus éxitos como blanco. Una oda a su retranca gallega para desenterrar el mito de que la presión va ligada a la inexperiencia. «Va a tirar el primer penalti de una final de Champions y se va hacia el área haciendo jueguecitos con el balón», alucinaba Arbeloa al ver desde el centro del campo a aquel joven mirlo que veinte meses antes estaba en Segunda División. Y esa icónica escena la repitió en el Etihad frente al Manchester City, dando toques, esta vez con el pie, antes de convertir el tercer lanzamiento que ponía en ventaja a los blancos tras el fallo de Modric y dos paradas de Lunin.

Una semana que cerró siendo el hombre del partido en un Clásico que sentenció la Liga. En su séptimo partido como titular esta campaña, el descaro lo exhibió esta vez con su juego y no con su tranquilidad. No paró de sumar llegadas hasta el área contraria pese a su impecable trabajo defensivo, y tres acabaron con premio. Forzó el penalti del 1-1, marcó el 2-2 y asistió en el 3-2. Una portentosa actuación que no encuentra precedentes de un madridista en un partido de estas características desde Míchel, en 1993. Con el 8 de la Quinta tiene Lucas, sin embargo, varias similitudes. La más evidente la expuso el exfutbolista y actual comentarista Álvaro Benito al elogiar la gran respuesta de Lucas a la confianza de Ancelotti frente al Manchester City y el Barclona: «Son jugadores que te aportan identidad. Y eso es muy importante para un equipo. Está claro que en el Madrid tienen que estar los mejores del mundo, pero también el canterano por la identidad, que no se compra, se tiene y se hereda».

Lucas Vázquez, el olimpo gallego en Europa

Antón Lestón

Un revulsivo con réditos

En sus nueve temporadas en el Santiago Bernabéu, el gallego ha levantado 19 títulos y está a uno de entrar en el top-10 de los madridistas más laureados de la historia. Una trayectoria en la que ha generado más de 90 goles —entre tantos y asistencias— y en la que se ha consagrado como un jugador de partidos grandes. Sea de extremo o lateral, como titular o como revulsivo, sus centros desde la banda derecha han sido un recurso muy aprovechado por el Real Madrid en una de las épocas más gloriosas del club.

El próximo martes, en Múnich, Lucas será titular en sus séptimas semifinales de Champions League. Es el gallego que más veces ha llegado a esta ronda por delante de Amancio y Luis Suárez —en cinco ocasiones cada uno—. Allí, el de Curtis, que abandonó el Ural en el 2007, volverá a ser mirado por lupa desde fuera, mientras en el vestuario ya lo califican como leyenda, sin retranca.

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