José Lana, seleccionador español sub-19: «Mella te resuelve un partido él solo»

DEPORTES

Seb Daly - Sportsfile

«El Celta es de los pocos clubes de España que tiene jugadores en las prelistas de todas las categorías de la selección, es muy difícil eso», dice

25 mar 2024 . Actualizado a las 17:39 h.

La selección española sub-19 se juega mañana ante Austria (12.00 horas, canal de Youtube de la RFEF) la primera plaza en su grupo de la ronda élite, que le otorgaría la clasificación para el Campeonato de Europa que se disputará en Irlanda del Norte en julio. José María Lana Fernández (Mieres, 1975) dirige a un combinado en el que David Mella es actualmente el único gallego y en el que también se enrola su compañero en el Dépor, el burgalés Kevin Sánchez.

—¿Cómo afronta la presión del partido decisivo?

—Tuvimos un día medio malo con Eslovenia, pero dependemos de nosotros, que en el fútbol es importantísimo. Somos la mejor selección de Europa en trofeos sub-19, pero tenemos un porcentaje de participación en los grandes torneos que no llega al 40%. Eso prueba que es muy difícil clasificarse.

—¿A qué le gusta que juegue su selección?

—A darle mucha velocidad al balón, a fatigar al rival para generar así los espacios con los que hacerles daño.

—¿Tiene libertad para elegir el modelo que más le guste?

—En las categorías inferiores es el mismo para todos. Tenemos que tratar de someter a los rivales con la posesión del balón, eso es lo que se nos pide. Hay detalles que puede decidir cada técnico, en función del partido. Por ejemplo, cómo saltamos a la presión en bloque medio, o cómo queremos llegar a puntos de remate. Pero la idea es la misma para todos. Conocemos todos a todos los futbolistas desde que vienen a la sub-15. Vamos rotando a los cuerpos técnicos para facilitarlo. A veces voy yo de segundo con el seleccionador sub-17, otras viene conmigo el de la sub-21. Santi Denia y yo trabajamos en el mismo despacho. Cuando hago una lista, me siento con él para que me dé su opinión.

—¿Cómo percibe la evolución de David Mella y Kevin Sánchez, los dos deportivistas que ha convocado para esta ronda élite?

—Son jugadores determinantes, de máximo nivel. Dos buenos chavales, ejemplares. Se les quiere mucho en el grupo, Estoy encantado con los dos. Mella es capaz de resolverte un partido él solo. Hay días en los que el equipo no está inspirado, o acertado, y David es capaz de determinarlo. Le das un balón y te lo puede ganar. Eso es muy importante para nosotros. De Kevin destaco la entrega que tiene. La calidad, en el juego combinativo, y la finalización. Tiene mucho gol, es agresivo en diferentes puntos de remate y se mueve muy bien al espacio. Nosotros lo estamos utilizando más de extremo, que es una posición para él extraña, porque en su club prácticamente no juega nunca ahí. Nos está dando un gran rendimiento.

—¿Tiene a algún joven talento del Celta en la recámara?

—El Celta es de los pocos clubes de España que tiene jugadores en las prelistas de todas las categorías de la selección. Es muy difícil eso. Hay unas listas iniciales que pueden englobar de 200 a 400 jugadores. Esas prelistas se quedan normalmente entre 40 y 60. Pues siempre hay un par o tres del Celta ahí. Nosotros solo podemos traer a 18 jugadores de campo, no podemos ni doblar dos por posición. Hay puestos en los que viene uno solo. Hay chavales con muchísimo nivel que se quedan fuera. Nuestra ventaja es que tenemos a los jugadores que tenemos.

—Tendrá la vista puesta en la sub-17, que volvió a quedarse en Indonesia sin la opción de ganar un Mundial, el único que se resiste a las categorías base.

—Solo se destaca al que consigue el título, pero dimos un buen rendimiento. Fuimos con ocho jugadores menores de la edad indicada para participar. Algunos, con dos años menos. Nos eliminó Alemania en cuartos (0-1, con gol de Brunner de penalti) en un partido en el que merecimos clasificarnos. Somos como la cantera de un club, nuestra misión es formativa. Intentamos ganar los torneos, pero el objetivo principal no es ese.

«Mandé mi currículo a la RFEF, me llamaron para hacer una entrevista y me contrataron como preparador físico y analista»

José Lana está curtido en el fútbol modesto. Licenciado en Educación Física, su trayectoria fuera de los terrenos de juego arrancó en su Mieres natal, en 1999.

—Su gran escuela fue el Caudal.

—Es el club de mi pueblo, donde jugué, donde estaban mis amigos. Es fútbol aficionado y me fueron reclamando para tareas diferentes. Fui entrenador de la base, segundo técnico del primer equipo, director de la cantera... Estuve ocho años hasta que, en el 2007, tuve la primera oportunidad para irme fuera.

—A Fuerteventura.

—Sí, al Playas de Jandía. Me contrataron como preparador físico y segundo entrenador. Vivíamos de subvenciones, llegó la crisis, y dejamos de cobrar. Estuvimos mucho tiempo fastidiados. Me quedaba un año de contrato, pero me volví a casa. Estuve otros tres años en el Caudal.

—Probó luego en Santander y en Burgos, antes de irse a Canadá. ¿Cómo surgió esa oportunidad?

—Tenía un amigo que estaba dirigiendo allí una escuela. Fui un verano tres semanas para ayudarle con un campus. Cuando salí de Santander, me ofreció volver. Allí no hay restricciones, la misma persona puede dirigir a varios equipos del mismo club. Yo entrenaba a dos masculinos y a uno femenino. Mi objetivo era aprender inglés en un contexto muy concreto, el del fútbol.

—¿Quién le llevó a la RFEF?

—Estaba en Canadá, con otro técnico, y teníamos el fichaje ya cerrado por un equipo potente de Segunda B. Un día me llamó mi padre. Me contó que un familiar mío se había encontrado en la calle a un conocido, que acababa de entrar en la Federación y que le dijo que estaban buscando gente nueva. Me animó a que mandara el currículo, por si había algo que les pudiera encajar. Así lo hice. No tenía ninguna esperanza. Me llamaron para una entrevista con Ginés Menéndez, que era el coordinador del fútbol base. Necesitaban gente que pudiera adaptarse a varios papeles. Me contrataron como preparador físico y analista. Para llevar la base de datos. Los cuerpos técnicos eran muy reducidos para todas las selecciones, había que duplicar.

—¿Cómo acabó de seleccionador?

—Quedó una vacante cuando David Gordo, que dirigía a la sub-15 y a la sub-16, aceptó una oferta para entrenar fuera. Ni me lo había ni planteado. En el fútbol es muy difícil cambiar de rol. Además, el perfil era el de exjugadores de renombre y no era mi caso. Me sorprendió mucho. Fueron muy sinceros conmigo. Me dijeron que habían valorado otras opciones, que yo no había sido la primera. ¡Cómo para exigir serlo, encima! Para mí era una gran oportunidad. Todos tenemos que saber de dónde venimos.

—¿Cuánto le queda de contrato?

—Todos los técnicos de las categorías inferiores renovamos año a año. Estoy encantado, ojalá pueda continuar.