Estreno aguado en Catar y Márquez ya lidera

Jesús Gutiérrez COLPISA

DEPORTES

AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

La lluvia apareció en el desierto en la primera jornada de entrenamientos libres de MotoGP, donde Jorge Martín y Marc Márquez se repartieron cada una de las sesiones

08 mar 2024 . Actualizado a las 21:32 h.

Catar es uno de los países más secos del mundo, con una media de poco más de diez días de lluvia al año. y uno de ellos cayó precisamente este viernes en el estreno del Mundial de MotoGP. No es la primera vez que se vive algo así en el circuito de Losail. En el pasado ya hubo situaciones similares con chaparrones que obligaron incluso a suspender toda una jornada. La más recordada, el aguacero que cayó en 2009 y que obligó a aplazar la carrera de MotoGP del domingo al lunes. Entonces, el motivo no era tanta la cantidad de precipitación caída como la escasa visibilidad provocada por los reflejos de los focos en el agua. Un problema que se solucionó con la instalación de luces tipo LED que permite correr de noche y con asfalto mojado, como sucedió en la jornada inaugural de esta temporada 2024.

Esta vez la lluvia comenzó a caer casi al final de la segunda sesión de entrenamientos de Moto3, afectó de lleno a la categoría de Moto2, donde solo cinco pilotos salieron a pista, y acabó salpicando al final a la clase reina, ya que el asfalto continuaba completamente encharcado. Ese segundo entrenamiento de MotoGP debería haber sido el que daba acceso directo a la Q2 a los diez mejores tiempos. Sin embargo, antes de que empezase hubo una reunión de urgencia entre los jefes de equipo y el responsable de seguridad de MotoGP, Loris Capirossi, y se optó porque se considerara otro entrenamiento libre. De manera que la sesión matutina de este sábado será la que sirva de criba entre los pilotos que pasan a la Q2 y los que tienen que competir en la Q1.

La primera de Márquez en agua

Habían pasado 103 desde que Valencia echó el telón a la temporada 2023 y hubo que esperar hasta las 13:45 de este viernes para que el semáforo volviese a ponerse en verde. Y casi nada más arrancar el primer entrenamiento libre de MotoGP, Pedro Acosta se situaba provisionalmente al frente de la clasificación. El murciano estuvo casi toda la sesión entre los mejores, dejó un par de salvadas para la galería y terminó su primera entrenamiento oficial en tercera posición. Nada mal para un debutante, que se había puesto una 'L' de piloto novel en el casco, aunque está claro que el Tiburón de Mazarrón no es un rookie más. Ese entrenamiento libre terminó con cuatro españoles en lo más alto de la tabla, con el mejor tiempo de Jorge Martín, seguido de Aleix Espargaró, el propio Acosta y Marc Márquez, otro de los que ya se asomaba por las posiciones delanteras desde el principio.

Aunque no todos optaron por montar goma blanda y nadie buscó el ataque al crono previsto para la noche. Pero la lluvia arruinó esa primera toma de contacto con el crono y hubo que trabajar con neumático rayado de agua, con el que se trabajó durante toda la sesión, ya que la humedad de la noche impidió que ni siquiera se formara un carril de seco. En esas difíciles condiciones, el más rápido fue Marc Márquez, que siempre ha sido un especialista con la pista delicada y a pesar de que era su primera vez en agua con la Ducati. El de Cervera sacó a relucir su talento para liderar la clasificación por delante de Augusto Fernández y el novato Pedro Acosta, que repitió tercera posición esta vez bajo el agua. Mucho más cautos estuvieron en estas condiciones los dos grandes favoritos este fin de semana, ya que tanto Pecco Bagnaia 12º, como Jorge Martín, 18º, prefirieron no arriesgar, teniendo en cuenta que había mucho más que perder que ganar. De hecho, era una premisa que todos los pilotos tenían tan clara que no hubo ni una sola caída durante la sesión. También en las categorías pequeñas hubo mucho protagonismo español.

En Moto3, Dani Holgado fue el más rápido de la jornada por delante de Adrián Fernández, mientras que en Moto2 el mejor tiempo del día se hizo en el primer libre y fue para Fermín Aldeguer.