Aguirre, el atípico míster que lleva al Mallorca a la final de Copa sin ensayar penaltis y celebra victorias con «un whisky y a dormir»
DEPORTES
Javier Aguirre se ha hecho un nombre en el olimpo de entrenadores de la Liga española. Llegó al conjunto bermellón con la salvación como objetivo en marzo de 2022 y casi lo lleva a Europa. El próximo 6 de abril se cita en la Cartuja con un título que se le resiste en el palmarés
28 feb 2024 . Actualizado a las 18:07 h.La final de Copa del Rey 2024 no será la primera de Javier Aguirre. Tampoco el R.C.D. Mallorca es el primer conjunto español en el que deja su impronta como técnico. El también exfutbolista mexicano (Ciudad de México, 1958) tiene una larga carrera en su haber, en la que que se ha especializado en convertirse en tabla de salvación de equipos que acumulaban derrotas. Todo con un estilo inconfundible, próximo y campechano.
Héroe mallorquín
Aguirre desembarcó en Son Moix el 24 de marzo de 2022. En aquel momento el Mallorca estaba en zona de descenso tras ser destituido Luis García Plaza. Logró la salvación en la última jornada contra su exequipo, tanto como jugador como de entrenador, el C.A. Osasuna. Vence por 0 a 2 en El Sadar y rememora en rueda de prensa una de sus primeras frases virales, al igual que hizo en otros momentos destacados de su carrera y que repasaremos más adelante. Preguntado por cómo iba a celebrarlo, soltó su clásico «un whisky y a dormir», pero multiplicado por dos.
Al año siguiente suma 50 puntos y casi juega competiciones europeas. En la presente temporada su conjunto ocupa en la tabla el puesto 16, seis por encima del descenso, y acaba de conseguir para los mallorquines el pase a la final de Copa. Será la cuarta que dispute el equipo tras 21 años sin conseguirlo. Lo hace tras resolver una eliminatoria empatada con la Real Sociedad en los penaltis (0-0 en Son Moix y 1-1 en Anoeta tras el tiempo reglamentario). En un momento de máxima tensión y con tanto en juego, el técnico mexicano, una vez decidido el orden de tiradores en la tanda, se dedicó a contar chistes a los jugadores y a «hacer piña», una muestra del buen ambiente que reina en el vestuario.
Otra muestra del peculiar método de Aguirre es que confesó que en la previa del choque sus futbolistas no ensayaron los penaltis. «No estaba ese escenario contemplado», aseguró, a pesar de haber acabado a ceros la ida. Sus declaraciones sorprenden por la gran actuación del guardameta eslovaco Dominik Greif y de lanzadores como Sergi Darder, jugador balear formado en el R. C. D. Espanyol que llegaba esta misma temporada al club de referencia de la isla que le vio nacer.
El retorno a Osasuna y su primera final de Copa
Javier Aguirre en los años 80 fue en su país centrocampista de éxito en clubes como el Club América, con quien ganó una liga, o el Atlante. Tuvo un fugaz paso por el Osasuna. Tras disputar el Mundial del 86 es fichado por el conjunto pamplonica. Pero su carrera en España se ve truncada por una grave lesión, fractura de tibia y peroné, el domingo 26 de octubre de 1986 en un encuentro en casa contra el Sporting de Gijón. El portero Ablanedo despeja un remate suyo y tienen un encontronazo que le sorprende con el pie apoyado en el suelo. Acabaría su etapa futbolística volviendo a la liga azteca, en el Guadalajara.
Ya como entrenador regresaría al Sadar en la temporada 2002-2003, dándole estabilidad al equipo en la máxima categoría del fútbol español. En cuatro temporadas disputa 152 encuentros. En la temporada 2004-2005 caería frente al Betis en la primera final de Copa del Rey del club. El curso siguiente el Osasuna fue cuarto en Liga, lo que le valió para jugar la fase previa de la Champions League. Ese mismo año se convierte en equipo revelación, estando solo en dos ocasiones fuera de puestos europeos y durante tres jornadas como líder en solitario.
Etapas en Atlético de Madrid, Zaragoza, Espanyol y Leganés
Sus números en Pamplona le hacen recalar en el Atlético de Madrid en la temporada 2006-2007. Los colchoneros finalizan séptimos, disputan la Intertoto y jugarán la UEFA tras una década sin presencia en la competición. Cuenta con futbolistas que marcaron esa época por su calidad, como Fernando Torres, el Kun Agüero o Maxi Rodríguez. En el 2007-2008 el Atleti queda cuarto en Liga, elimina al FC Schalke 04 en la previa de la Liga de Campeones y disputa la competición 12 años después de hacerlo por última vez. Fue destituido en febrero de 2009 después de una primera vuelta exitosa pero tras acumular varias derrotas después del parón navideño.
Al Real Zaragoza llega en noviembre de 2010, cogiéndolo en puestos de descenso y salvándolo en la última jornada de la temporada. La victoria ante el Levante por 1 a 2 condenó al descenso al R.C. Deportivo, levantando unas sospechas de amaño que descartó la justicia. En diciembre de 2011 se le rescinde el contrato tras nueve derrotas consecutivas.
Milita en el Espanyol entre noviembre de 2012 y mayo de 2014. Suple a Mauricio Pochettino, que tenía a los periquitos de colistas y el conjunto queda salvado a falta de seis jornadas. Al año siguiente lograría de nuevo la permanencia decidiendo no continuar en el conjunto catalán al finalizar esa temporada.
Una vez más con el objetivo de salvar del descenso a un equipo recala en el C.D. Leganés en noviembre de 2019, ocupando los pepineros el último puesto. Sin embargo no puede evitarlo y bajan a Segunda en la última jornada.
El arte de alabar insultando
El carácter pasional ha sido siempre su seña de identidad, lo que mezclado con su origen mexicano, ha provocado que la prensa española haya sabido recopilar una retahíla de tacos que él no usa de forma despectiva, si no para arengar a sus jugadores en lances cruciales de los encuentros. «Chingada madre», «cabrón», «hijo de puta» y algunos otros.
Para echar flores a su delantero kosovar, Vedat Muriqi, no dudó en decir «con lo feo que es, qué bien juega el sinvergüenza».
¿Por qué se le apoda «el vasco»?
El mote de «el vasco» Aguirre se lo debe a sus padres, que cruzaron el charco como emigrantes en 1950 desde Vizcaya. Ella de Gernika y él de Ispaster. Allí nacieron Javier y sus hermanos Aitor, Carmele, Jon y Andoni. Él no olvidó sus raíces en ningún momento y bautizó a sus tres hijos con los nombres de Iker, Ander e Iñaki.
Con 65 años vivirá el próximo 6 de abril su segunda final de Copa del Rey. La historia del fútbol de nuestro país quizás le deba un título en el palmarés, aunque de copas, al menos de whisky, ha demostrado ser un experto.